Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 24

*Edmund pov*

Vamos de camino al campamento de Miraz con la solicitud de duelo de Aixa. Llegamos y, frente al consejo, empiezo a leer:

-"Yo, Aixa, Hija de Aslan, heredera de Narnia, suma monarca de Narnia, señora de Cair Paravel y emperatriz de las Islas Azules, con el fin de impedir una masacre, reto al usurpador del trono, Miraz, a un combate singular en el centro del campo de batalla. Será un combate a muerte. La recompensa a ganador será la rendición total." -Al acabar de leer enrollo  de nuevo el pergamino para poder guardarlo.

-Dime, príncipe Edmund... -Dice Miraz.

-Rey. -Le corrijo inmediatamente.

-¿Perdona? -Dice confuso ante mis palabras.

-Es "Rey Edmund" en realidad. Solo rey, Aixa es la suma monarca. -Explico.- Lo sé, es confuso.

-¿Por qué iba a enfrentarme con una persona que está muerta? -Pregunta riéndose.

-No lo está. Ella está viva y completamente recuperada. -Digo yo alzando la cabeza con aires de superioridad.

-Entonces...¿Por qué íbamos a aceptar tal propuesta cuando nuestros hombres pueden venceros sin esfuerzo? -Pregunta visiblemente nervioso.

-¿No nos habéis subestimado ya bastante? -Pregunto con cierta burla y cierto sarcasmo.- Os recuerdo que hasta hace solo una semana los narnianos no existían.

-Y van a dejar de existir. -Dice entonces decidido.

-Entonces, ¿qué es lo que teme?

Miraz se echa a reír, aunque en su risa puedo encontrar cierto matiz de nerviosismo y, quizá, hasta de desespero.

-No es una cuestión de valentía.

-¿Se niega a batirse en duelo con una mujer a la que dobla en edad y experiencia seguramente? -Pregunto con burla, tratando de hacer que acepte solo por no herir su orgullo o al menos su reputación ante la gente que lo rodea en la mesa. Veo a algunos miembros del consejo aguantando la risa y oprimo mi sonrisa de triunfo al saber lo que venía.

-Yo no he dicho que me niegue.

-Estaremos de su lado, Majestad. Decida lo que decida. -Dice uno de los hombres que está situado cerca de él.

-Señor, la enorme ventaja militar es la excusa perfecta para evitar lo que podría ser... -Empieza a decir otro al lado contrario del rey telmarino.

Miraz se levanta de su asiento rebosando de ira y rojo hasta las orejas.

-¡No estoy evitando nada! -Dice con su espada desenfundada apuntando al cuello del que había hablado a su derecha.

-Solo pretendía puntualizar que, milord, tiene derecho a negarse si ese es su deseo. -Dice intentando explicar mejor sus palabras o, más bien, salvar su vida.

-Su Majestad jamás se negaría. -Dice el general de al lado de la entrada a la carpa o cómo se le pueda llamar a esta zona.- Disfruta pudiendo demostrar a todos el...valor de su nuevo rey.

-Tú. -Dice señalándome con la espada. -Reza para que la espada de tu amada reina sea certera.

Sonrío y bajo la cabeza para que no lo vea. Ha caído en nuestra trampa de cabeza.