Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 7

*Omniscente pov*

El profesor del príncipe Caspian y la princesa Taika regresaba a su estudio, cargando con algunos pergaminos. Vio que la puerta estaba entreabierta y entró con cierto temor, sabiendo que alguien le esperaba en el interior del estudio. Dentro se encontró con Lord Miraz mirando uno de sus libros.

-Una biblioteca impresionante profesor. -Le alagó el Lord al notar su presencia.

-¿Hay algo aquí en particular que estéis buscando? -Le preguntó el profesor, fingiendo que todo iba bien.

-Me parece que ya he encontrado lo que buscaba... -Dijo el Lord acercándose al profesor de sus sobrinos.- ¡...en uno de mis soldados!

El Lord clavó una flecha de la reina Aixa justo en el corazón de la ilustración de esta en el libro. El profesor miró la flecha con asombro, ignorando la ira del Lord.

-¿Que sabes del cuerno de la reina Aixa? -Le preguntó el Lord.

-Se decía que era mágico.

-¿Mágico?

-Los narnianos creían que podía convocar a los reyes y reinas de antaño. Al menos, esa era la superstición. -Explicó el profesor con una falsa tranquilidad.

-¿Y que saben Caspian y Taika de esta superstición?

-Milord, me prohibisteis que les mencionara las antiguas leyendas.

-Así es.

El General Glozelle y dos soldados más entraron en el estudio del profesor y se lo llevaron a las mazmorras, dejando el estudio hecho un verdadero caos.

-Solo sé, que si Caspian y Taika conocieran la Magia Insondable, mi Lord, tendría motivos para estar nervioso. -Añadió el profesor antes de ser arrastrado por los pasillos.

*Aixa pov*

Llevamos tiempo navegando y aún no hemos encontrado la zona que dice el enano.

-Están tan quietos... -Susurra Lu mirando los árboles.

-Son árboles, ¿qué esperabais?

Me estoy empezando a hartar del sarcasmo del enano y, al parecer, no soy la única ya que Ed rueda los ojos cada vez que el enano abre la boca.

-Antes bailaban. -Digo defendiendo a Lu.

-Después de vuestra partida, los telmarinos nos invadieron. Los supervivientes se retiraron a los bosques y los árboles...se escondieron de tal manera en si mismos que no se les ha vuelto a escuchar o ver bailar.

-No lo entiendo. ¿Cómo ha podido permitir Aslan que pasara esto? -Pregunta Lu con tristeza.

-¿Aslan? Nos abandonó a la vez que vuestras Majestades.

El recuerdo de Aslan caminando por la playa cerca de Cair Paravel viene a mi cabeza. Aquel día el se fue,  Narnia solo nos tenía a nosotros en aquel entonces...y nosotros nos fuimos...

-Yo...lo siento...no debí haberme ido. Tendría que haberos protegido con mi vida. -Digo con un nudo en la garganta.- No merezco ni mi nombre, ni mi título. Perdonadme, por favor.

-No fue vuestra culpa Majestad. -Dice el enano.

-Sí que lo fue, si no me hubiera ido nada de esto hubiera pasado.

-No queríamos marcharnos. -Dice Peter.

-Me temo que ahora ya da lo mismo.

-Llévanos hasta los narnianos... -Digo con seguridad.- Y todo cambiará.

El enano me mira con una mezcla de respeto y admiración y asiente. Seguimos por el río durante casi una hora y media más y entonces el enano nos hizo pararnos en una orilla, Bajamos de la barca y veo como Lu se acerca a un oso. Me quedo observándola por si acaso.

-¡Hola oso! -Le dice Lu feliz.

El oso se alza sobre sus patas traseras y mi mano se dirige inconscientemente a mi arco.

-Tranquilo, somos amigos.- El oso se prepara para correr y entonces lo entiendo.

Es un oso salvaje, lo único que hará será atacarla .

-No os mováis Majestad. -Dice el enano alarmado.

El oso corre hacia Lu, tanto Susan como yo y el enano cargamos nuestros arcos y yo, al ver la cercanía del oso hacia Lu y que nadie hace nada, suelo mi flecha, acabando con la vida del pobre animal. Todos me miran y yo me acerco al oso, clavándole la espada en la cabeza por si acaso.

-¿Porqué no se paraba? -Pregunta Susan.

-Será porqué tenía hambre. -Responde el enano encogiéndose de hombros.

Los Pevensie se acercan a Lu y ella se abraza a Peter.

-Gracias... -Me dice.

-Era salvaje... -Dice Ed al entender la situación.- No creo ni que hablara.

-Si te tratan siempre como a un animal, acabas siéndolo. Narnia es un sitio más salvaje de lo que recordáis. -Dice el enano.