Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 3

*Lucy pov*

Estoy cruzando la calle en busca de Susan y Aixa. Un coche frena justo a tiempo como para no atropellarme.

-Ten cuidado. -Me dice el conductor con cierto reproche.

-Lo siento. -Digo cruzando rápidamente.

-¡Mira antes de cruzar! -Me vuelve a decir el conductor antes de irse con su coche.

Llego al quiosco y las veo intentando alejar a un chico, como cuando estábamos en Narnia.

Flashback

Estaba buscando a Aixa para ir a plantar un manzano en el patio interior de Cair Paravel. La encontré en su estudio, hablando con el gobernador de las Islas Solitarias (un antiguo sirviente de Peter que fue escogido por ella misma para tener un poco de orden en sus Islas). Había que admitir que él era un joven bastante atractivo.

-Ya te lo he dicho mil veces, no voy a aceptarte una cita. -Dijo ella un poco enfadada.

-Pero...¿Por qué no? Dame al menos una razón. -Suplicó él.

-¿Una razón?... -Ella oprimió una carcajada de fastidio.- Bien...

-De acuerdo. -Dijo él esperanzado.

-¡¡NO QUIERO PAREJA!! -Le gritó furiosa.- Te lo dije ayer, antes de ayer y te lo repito hoy otra vez a ver si te queda claro. NO quiero tener novio, estoy bien así.

-Pero si me dieras una oportunidad... -No pudo terminar por que Aixa le interrumpió.

-¡¡TE HE DICHO QUE NO!!¡¡LARGO!!

El gobernador salió de el estudio y entonces entré yo.

Fin del Flashback.

*Aixa pov*

Estoy en el quiosco con Susan. Las dos llevamos el horroroso uniforme de la escuela.

Estamos mirando unas revistas y un periódico cuando llega un chico. Más bien dicho: el niñato acosador. Le llamo así porque...

-¿Vais al Saint Finbar? -Pregunta.

-Así es. -Contestamos a la vez sin prestarle mucha atención.

-Yo voy al Hendon House. Está en frente.

"No me digas." -Pienso irritada mientras ruedo los ojos. Las dos asentimos sin interés. Y entonces me giro y le digo:

-Mira, a nosotras déjanos en paz, ¿vale? No te conocemos de nada y solo areces un acosador siguiéndonos a todas partes, espiándonos e intentando iniciar una conversación con nosotras cada vez que nos ves.

-He visto que estáis...siempre muy solas. -Dice ignorándome.

Dirijo mi mirada llena de incredulidad a Susan, quien deja de leer con fastidio.

-Sí, porque...nos gusta mucho estar solas. -Susan le lanza la indirecta que habría sido perfecta para sacarnos al chico de encima si la hubiera captado.

-A mi también. -Dice él.

-Pues vete y así volverás a estar solo. -Susurro para que solo lo oiga Susan, quien sonríe de lado asintiendo.

Ruedo los ojos de nuevo, harta del chico, viendo sus intenciones de volver a hablar.

-¿Cómo os llamáis? -Pregunta.

-Euphemia. -Digo aguantándome las ganas de reírme por el nombre. Susan hace lo mismo que yo al responderle al chico.

-Phyllis.

-¡Susan, Aixa! -Dice Lu llegando, cosa que agradezco mucho.- Tenéis que venir, deprisa.

Las tres salimos corriendo, dejando plantado al chico. Susan y yo sonreímos triunfantes.

-Lu, te amo. -Le digo para luego las tres reír como locas.

Llegamos a la estación del tren y nos encontramos con gente animando una pelea. Al momento sé de quien se trata. Me abro paso entre la gente, le doy mi mochila a Susan y me acerco al círculo de la pelea.

-¡Aixa no! -Dice Lu preocupada tratando de pararme.

-¡Tranquila! -Le digo en medio del alboroto.

Entro en el círculo de la pelea y hago que suelten a Peter. Todos empiezan a hacer exclamaciones de sorpresa al ver a una chica ayudando en una pelea. Peter esquiva un golpe y entonces lo recibo yo. Mi ira se descontrola y le rompo la nariz a uno. Peter se abalanza sobre otro y el que queda acaba en manos de Ed, quien acude a ayudarnos. Llegan los vigilantes y nos separan y hacen que la gente se vaya. Nos vamos a un banco y nos sentamos.

-De nada, ¿Eh? -Decimos Ed y yo a la vez mientras nos giramos a mirar a Peter.

-Lo tenía controlado. -Dice Peter.

-Si, claro, como la otra vez, ¿no? -Le digo con sarcasmo.

-¿Por qué ha sido esta vez? -Pregunta Susan, cansada de las constantes peleas de Peter.

-Me ha empujado.

-¿Y le pegaste por eso? -Digo hecha una furia.- ¿Por eso he recibido un golpe?

-No. Después de empujarme, me ha pedido que me disculpara. Y si no te hubieras metido en la pelea, no te habrían pegado. -Dice él respondiendo a mis preguntas.

Le miro con furia, últimamente Peter se comportaba como un auténtico idiota.

-¡Eh! -Exclama Ed.- ¡Gracias a ella no tienes moratones, cosa que ella si tiene! ¡Así que al menos, se más agradecido.

Empiezo a notar algo líquido recorrer mis labios, llevo mi mano hacia ellos y al retirarla veo que está manchada de sangre.

-Mierda... -Murmuro enfadada y frustrada.

Ninguno de los Pevensie se da cuenta, cosa que agradezco.

-¿No estáis hartos de que os traten como a niños? -Pregunta Peter con indignación.

-Es que somos niños. -Contesta Ed con obviedad.

-Pues yo no siempre lo he sido. -Dice Peter.- Ya ha pasado un año...

Esa es la gota que colmó el vaso...

-¿¡Crees que no lo sabemos!?- Le digo hecha una furia.- ¿¡Te piensas que eres el único que hecha de menos Narnia!? ¡Porqué si no te acuerdas, yo tengo a mi padre allí, a la mayoría de mis amigos! ¡Tu vida aquí está completa, para ti solo son excursiones! ¡En cambio la mía está toda allí! ¡¡Renuncié a vivir con mi familia por el hecho de no abandonaros!! ¡Vete a la mierda Peter!

Me levanto y me voy al final de la estación, con lágrimas de rabia e impotencia en los ojos. Escucho la conversación entre los Pevensie y noto que alguien se sienta a mi lado y me abraza por los hombros.

-Tranquila, llora todo lo que necesites, no lo guardes esta vez. -Dice una voz que conozco a la perfección, se trata de Ed, consolándome como cada vez que me voy llorando al discutir con Peter.

Me abrazo a él y lloro en su hombro, él acaricia mi espalda, intentando consolarme. De un momento a otro vemos que en la estación todo empieza a pasa rápido. Ed y yo nos levantamos y vemos que Peter, Susan y Lu se cogen de las manos. Cerramos los ojos con una sonrisa en la cara y al abrirlos nos damos cuenta de que la estación de tren ha desaparecido y que en su lugar está una playa de Narnia.