Algunos dicen que es doloroso esperar a alguien. Otros dicen que es doloroso olvidar a alguien. Pero el peor dolor que se produce cuando no se sabe si esperar u olvidar.
Jules
En muchas ocasiones las cosas sobrenaturales se esconden a simple vista. Y, afortunadamente para los que quieren ocultarlas, en los lugares menos esperados.
Así mismo es en el caso de Alba; un pequeño pueblo ubicado en el norte de Argentina. A ojos distraídos, un lugar con muchas casas ordinarias y pintorescas, sin edificios o concurridas tiendas. Donde únicamente hay un cine poco actualizado a las novedades.
Sin embargo, Alba a sido desde siempre un lugar que alberga a los seres sobrenaturales. No únicamente a la familia Solluna, que en la actualidad se encuentra de viaje para no levantar sospechas sobre la extraña juventud inmutable de sus integrantes, sino que a la vez posee a una de las manadas de agnis más antiguas de Sudamérica.
Hoy, como casi todos los días, una fina llovizna humedece todo a su paso. El otoño es aquí únicamente una versión del invierno con lluvia helada en lugar de nieve. Y los pueblerinos se mantienen dentro de sus propiedades lamentando que el verano haya acabado.
Alguien camina lentamente por la carretera aislada. El sonido de sus botas al andar se oye a largas distancias, teniendo como compañía el murmullo de su voz al susurrar una suave melodía que aprendió en su niñez. El frío, a pesar de estar a dos grados, no le afecta en lo absoluto; su cuerpo está preparado para soportar las bajas temperaturas. Viste pantalones vaqueros y en su torso una sudadera seguida de una campera roja.
Él dobla en una esquina y camina a paso lento en dirección a la primera casa que te encuentras al ingresar al pueblo ubicado sobre la carretera. La casa posee grandes ventanales con vista a la calle, donde un diminuto niño con la nariz pegada al cristal es el primero en percatarse de la presencia del recién llegado que camina sin problemas bajo la lluvia.
El niño estira su brazo y saluda agitando su manita al visitante, quien le corresponde el saludo con el mismo gesto y una sonrisa de lado.El pequeño corre hacia la casa, vociferando con mucha emoción:
—¡Mamá, Papá, es Axel! ¡Axel ya llegó!
Los padres de Bruno, alertados por los gritos de su hijo, se apresuran a recibir a Axel Aidan, quien espera pacientemente apoyado en el pórtico. Trae su cabello, negro como la tinta, empapado completamente tras horas de caminatas por el bosque oscuro y azotado por las lluvias torrenciales que se han hecho presentes a diario en estos parajes.
—¡Hola, Axel! —exclama Bruno al abrir la puerta y observarlo con una sonrisa que desborda alegría.
—Bruno, te he dicho que no lo llames por su nombre —replica la madre cariñosamente a su hijo —. Se dice señor.
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Lux: Hospital para monstruos ✔️
FantasyMarcus busca a la joven que fue su gran amor en su vida pasada. Axel busca amar y proteger a su prometida alma gemela. Nahomi puede representar a la mujer que ambos están buscando. *************************** ¿Qué harías si supieras que alguien cerc...