Marcus busca a la joven que fue su gran amor en su vida pasada.
Axel busca amar y proteger a su prometida alma gemela.
Nahomi puede representar a la mujer que ambos están buscando.
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¿Qué harías si supieras que alguien cerc...
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Si hay algo que Erick Anderson detesta con cierta bipolaridad es el hecho de estar en cama. Si es bajo su propia voluntad, por pereza o cansancio, podría pasar días en una cama si no tuviera la dificultad más común en la mayoría de los adultos; un trabajo. Pero cuando estar en cama se convierte en una obligación, a causa de estar internado y en recuperación, el reposo se vuelve aburrido e insoportable.
El doctor Diego se mantiene lúcido a pesar de llevar de guardia más de cuarenta y ocho horas. Su resistencia de agni le es de mucha utilidad. Aunque hacer chequeo médico en los pacientes no resulta su actividad favorita, mucho menos si se trata de un brujo mestizo que mantiene amistad con el doctor Marcus.
—Tú eres el doctor Diego, ¿no es así? —Habla Erick con cierto entusiasmo plasmado en su voz. El aburrimiento de estar acostado por tanto tiempo ha dado sus frutos en forma de una conversación con un propósito definido.
Diego se extraña de que este le dirija palabra. Pero no le da importancia.
—Sí —responde mediante lee el expediente de Erick —. ¿Cómo lo sabes? Oíste mi nombre entre el caos de anteayer.
—No, por supuesto que no —niega Erick y una sonrisa curva se expande en sus labios —. Eres fácil de identificar. Diego Hell, cirujano, agni de sangre pura y además atractivo. Eres como un modelo ideal, superficialmente.
Diego frunce el ceño y forza una sonrisa como única respuesta.
—¿Cual es su objetivo en la vida? —pregunta el brujo con cierto interés teatral.
—¿Disculpa?
—Lo que oyó, doctor Diego, ¿cual es su objetivo en la vida?
—Es una pregunta bastante difícil. ¿No te parece? —Resopla con cierta molestia hacia la sonrisa de Erick.
—¡Es sencilla! Todos tenemos nuestros objetivos, decirlos en voz alta es otra historia, pero están ahí. Por ejemplo, mi objetivo en la vida es ser feliz y divertirme.
—¿Ser feliz?
—¡Claro! —exclama Erick con obviedad —La vida es para vivirla. No me gusta pensar a futuro, soy fiel creyente de que lo que tenga que pasar, pasará. Así que simplemente disfruto los pequeños momentos. ¿Y tú? ¿Cuál es tu objetivo en la vida?
Diego no puede adivinar a qué va exactamente la encuesta propuesta por el brujo. No le es agradable su carácter impulsivo. Pero aún así decide responder, por no dejarle el mérito de callarlo con preguntas tan descaradas.
—Ser el mejor en lo que hago —responde Diego y corresponde la sonrisa de Erick —. Así de simple.
Erick baja la cabeza por un momento y en sus ojos se percibe una chispa de satisfacción inmediata. Ha respondido exactamente como él esperaba.
—Ser el mejor, vaya, es un objetivo bastante codicioso. ¿Harías lo que fuera por obtener lo que quieres? —interpela Erick comenzando una averiguación más detallada.
