42. El vacío

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En algún momento fue un amor de cuento
Yo ya no lo encuentro, siento que te pierdo
Hagamos el intento de volvernos a escuchar.

Jesse & Joy

Una vez que el juicio termina, las polémicas no cesan en lo absoluto

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Una vez que el juicio termina, las polémicas no cesan en lo absoluto. Es más, se agravan al siguiente día con la columna principal del Diario la Iluminada; el cual llega a todas partes del Mundo Oscuro. Esta publicación es casi un desafío público al haber sido enviada directamente al susodicho diario por alguien que es declarada abiertamente como una fugitiva.

Esto es lo que dice la controversial columna: 


Diario La Iluminada

Los fríos diferentes.

Escrito por: Amy Hernández.


Hablemos de Marcus Cris Solluna.

Nació el 21 de junio de 1912. Y tenía diecisiete años cuando fue apresado por una patrulla Elite que lo convirtió en Silenc.

Marcus fue sometido a duros entrenamientos que lo torturaron e hirieron tanto físico como psicológicamente. Heridas que perduran en su ser hasta hoy en día.

Marcus solo era un niño.

Fue una víctima más de un sistema clasista que se preocupa más por sus habitantes de clase superior que por los seres vulnerables. Él fue un ser vulnerable, y nadie fue a salvarlo.

Marcus vivió treinta años de agonía y pena en los cuales no fue consciente de sus acciones. Él mataba, sí, pero no tenía opción alguna de negarse; la mayor parte del tiempo estaba inconsciente. Ni siquiera podía pensar por sí mismo.

Todos conocemos la historia de los Silenc, la forma en que son clasificados: asesinos, impíos, monstruos, seres sin alma y la peor escoria del Mundo Oscuro.

Pero pocos conocemos la verdad detrás de esas mascarillas faciales negruzcas.

Los Silenc fueron niños vendidos; arrebatados de los brazos de sus padres como tributo a las razas superiores.

Esos infantes, en lugar de aprender a jugar, aprendieron a matar. Porque si no lo hacían, porque si se negaban, los torturaban. Los golpeaban, los dejaban sin dormir o comer hasta que su espíritu se rendía.

Eran obligados a guardar silencio. Silencio, silencio, silencio. No importa si abusan de ti, no importa si tus puños sangran, si tus costillas están rotas por el esfuerzo y los golpes, no importa si tus piernas están quebradas y tu alma comienza a morir en tu interior a causa de las atrocidades que te obligaron a cometer. Porque todo es culpa tuya.

Los Silenc olvidaron lo que significa ser una persona consciente. Creyeron que eran solo armas. Y nunca pudieron luchar contra eso.

Todos culpamos a los monstruos que asesinaron a nuestros semejantes. Pero nadie culpa a la persona que los mandó a cometer ese crimen.

Lux: Hospital para monstruos ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora