Marcus busca a la joven que fue su gran amor en su vida pasada.
Axel busca amar y proteger a su prometida alma gemela.
Nahomi puede representar a la mujer que ambos están buscando.
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¿Qué harías si supieras que alguien cerc...
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El hospital se viste de todo tipo de colores para la noche de Halloween. Una celebración que, ante las circunstancias trágicas ya vividas en el Mundo Oscuro, es de disfrute y paz para toda la comunidad sobrenatural.
El ambiente se ha decorado de manera tétrica para la ocasión; los pasillos blanquecinos se han cubierto de murciélagos que revolotean por los aires; decenas de velas desfilan mágicamente en lo alto de los techos, y las calabazas, exhibidoras de tenebrosas sonrisas macabras talladas en sus cáscaras, decoran cada habitación blanca del establecimiento sanitario; resplandeciendo luces rojas y naranjas.
A diferencia de la humanidad, Halloween es más que una celebración para contar historias de miedo y pedir dulces. Aquí, en el Mundo Oscuro, se honra a los antepasados. Cada ser sobrenatural se viste de forma clásica de acuerdo a su raza; honrando su legado con respeto. Eso no significa que sea un evento formal, al contrario, sigue siendo una fiesta imperdible y perfecta para tomar un respiro.
Teniendo en cuenta la cantidad de personas internadas en el hospital, las cuales naturalmente no pondrán un pie afuera por su propia salud, el equipo médico y parte del administrativo han decidido pasar la noche de Halloween en este mismo lugar.
El entusiasmo es evidente y, por primera vez en mucho tiempo, los ánimos suben y la gente ha dejado de angustiarse por las enfermedades y han reemplazado dicha preocupación por la vestimenta que cada quien usará para la celebración.
Mery, al enterarse de que no saldré del hospital, vendrá a pasar Halloween conmigo. Erick también se ha unido a la idea y esperamos pasarlo muy bien. Al menos, desde mis confiables presentimientos, no pienso que haya algún acontecimiento del cual preocuparse.
El sonido de la puerta, ante la concentración que he estado utilizando todo el día con esperanzas de predecir cualquier infortunio, me sobresalta sorpresivamente. Aunque me recupero de inmediato al saber quiénes están del otro lado.
Al abrir la puerta me encuentro con Erick y Mery ya vestidos para la noche; la bruja pelirroja exhibe un vestido corto, color naranja, con hombros desnudos y mangas abullonadas; Erick viste pantalones de un morado tirando a negro, botas con suelas track y una camisa morada por debajo de una chaqueta del mismo color pero en tono distinto. Y ambos traen sombreros de copa flexionada terminada en punta de un color de acuerdo a su ropa.
—Más te vale que estés lista porque no pienso esperar tanto —amenaza Erick con diversión mientras entra al pequeño recibidor. Puedo ver con claridad a un gato trepado cómodamente en su hombro izquierdo; es el gato de Mery, que tiene por nombre: el Señor tenebroso.
—Ya casi estoy lista —aseguro —. Solo me falta...
—Tu corona de laureles —acierta Mery. Mientras no deja de fruncir el ceño cada que intenta tomar a su gato y este se enseña en no dejarse agarrar por su dueña.
—¡No hagas eso! —protesta Erick —El señor tenebroso me clava sus uñas cada que intentas agarrarlo —alega mientras despega las uñas del gato de su chaqueta.
