Capítulo 9. Juguemos un poco

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Nahomi

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Nahomi

Un golpe.

Una caída, y la tierra golpeando y raspando mi piel es lo que recibo de una manera abrupta e imprevista.

Con que a esto se refería Michael cuando dijo que volar no sería tan sencillo.

Me pongo de pie de inmediato e intentó elevarme nuevamente. Pero algo me detiene, no son mis alas y tampoco mi casi nula experiencia en esto, sino una mano que ha sujetado fuertemente mi tobillo provocándome una caída.

—¡No irás a ninguna parte, niña!

Michel Omet. Parece furioso. Y eso me causa cierto temor teniendo en cuenta que no es alguien que muestre sus emociones.

—¡Tengo que ir! —declaró al tambalear debido al peso de mis alas —Marcus no puede morir así, no ahora, ¡no de esta manera!

—Marcus Solluna enfrentará el destino que se merece y que ha sido sellado para él. ¡Eres una oráculo! Tu deber no es intervenir en el destino de las personas. Tienes que dejar que estas cosas sucedan.

—¡Mira quién habla de deberes! Tú eres la hipocresía en persona, Michael Omet. Has intervenido en mi futuro muchas veces.

—Eres mi hija —sentencia él con una firmeza inquebrantable en su voz —. Así que es diferente.

No sé qué hacer. Elevar la voz o seguir protestando provocará que me encierre nuevamente en un sitio donde no podré ver o sentir absolutamente nada. Seré mucho menos útil de esa manera y ni siquiera podré enterarme de que ha sucedido con Marcus o mis amigos más cercanos. Michael Omet es un obstáculo imposible para mí en este momento.

Entonces lo veo. Marcus, está tendido en el suelo escupiendo sangre mientras su cuerpo lucha por regenerarse antes de que su corazón de su último latido.

Los Elites discuten entre sí. La transmisión ha sido cortada pero ya millones han sido testigos tanto de la revelación de Marcus cómo la agresión del Elite contra él.

Alguien llega, una mujer alta vestida de blanco da asistencia médica a Marcus. Le suministra inyecciones que ayudan a restablecer el proceso de regeneración en los tejidos de Marcus. La persona en cuestión resulta ser la doctora Maru.

Ella ha estado al tanto de lo sucedido. Y, al instante en que Marcus fue atacado de una manera tan cruel por parte de un ser superior, ha intervenido sin importar todos los rumores y cuestionamientos que caerán sobre ella de ahora en adelante.

La respiración de Marcus se normaliza, se calma. Y pronto su corazón recupera sus fuerzas habituales.

Inhaló y exhaló repetidas veces. Y, recién en este instante, noto lo nerviosa y sumamente preocupada que estoy. Mis manos sudan frío, mi corazón late tan rápido como nunca y mi control sobre mis impulsos se ve afectado de una manera descomunal. Esto... es por él.

Lux: Hospital para monstruos ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora