¿Qué condena sería más dura que la impuesta por cada uno cuando la autojustificación ya no es posible?
Richard Matheson
Alma número dos
Marcus se ha tardado más de lo que imagine. Únicamente fue a buscar algo de beber para ambos, y no dejo de preguntarme si sucedió algún impedimento.
Una sensación rara me revuelve el estómago. Como si algo en mi interior quisiera manifestarse y revelar algo de suma importancia que está sucediendo justo en este instante. Es como si sufriera algún tipo de bloqueo mental. Mis visiones del futuro no logran resurgir y no puedo ver nada.
—¡Señorita Nahomi!
Al voltearme me encuentro con la persona menos esperada, se trata de la doctora Maru. Su rostro revela preocupación y su mente está perturbada por un hecho imprevisto para todos.
—¿Qué sucedió? —preguntó al ponerme de pie.
Ella aparece frente a mí en tan sólo un segundo. Y susurrando pregunta:
—¿Alguien nos está escuchando?
Analizó fugazmente el ambiente. No hay ni una mente a nuestra alrededor y las paredes del hospital están cubiertas con una protección que evita que los seres sobrenaturales escuchen a través de ellas.
—Nadie nos oye —aseguró.
—Se trata de... Anabella —murmura la doctora.
Ese nombre me causa un escalofrío. Anabella es el experimento confidencial que llevamos adelante el doctor Andreu, la mismísima doctora Maru y yo. Nuestro objetivo siempre ha sido resucitar su corazón teniendo como teoría que, si logramos hacer que vuelva a latir, su estado de inmovilidad se deshaga y pueda volver a ser como antes.
—¿Qué pasó? —preguntó ansiosa.
Pero la mente de la doctora lo dice absolutamente todo. Veo el laboratorio del doctor Andreu; los mismos tubos de ensayo que utilizamos en el último suero probado en Anabella la semana pasada; y una camilla carente del cuerpo paralizado de la joven.
—¡No está! —exclamó —No puede ser, ella no puede moverse. Eso quiere decir que alguien entró y...
—¡No! —niega rotundamente la doctora Maru —Observe cuidadosamente la escena. A pesar de que el lugar estaba desordenado, no hay ningún aroma extraño que delate la presencia de un intruso. Además, la cerradura de la puerta estaba destrozada por dentro. O sea que...
—¡Anabella escapó! —exclamó tanto asombrada cómo emocionada —Por favor, acérquese un momento, veré si puedo ver lo que sucedió.
La doctora Maru se agacha. Colocó la palma de mi mano sobre su cabeza y visualizo el laboratorio del doctor Andreu. Retrocedo en sus recuerdos hasta dar con el momento en el cual Maru llegó observando la escena. Y veo más allá.
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Lux: Hospital para monstruos ✔️
FantezieMarcus busca a la joven que fue su gran amor en su vida pasada. Axel busca amar y proteger a su prometida alma gemela. Nahomi puede representar a la mujer que ambos están buscando. *************************** ¿Qué harías si supieras que alguien cerc...