Al comienzo del cuarto acto, varios nobles se sentaron alrededor de una mesa mientras hablaban con bebidas en sus manos.
—Es motivo de gran preocupación que el príncipe sea indebidamente recto y muestre una voluntad tan fuerte para fortalecer su autoridad real.
—Ahora que todavía es un príncipe, podemos estar bien ¡pero pensar en lo que haría una vez que sea Rey hará que nuestro futuro sea más oscuro que las nubes negras en el cielo nocturno.
—¿Qué quieres decir?
—Si no podemos ponerlo de nuestro lado, tendremos que matarlo.
Todos se sorprendieron cuando el conde habló con una expresión sombría.
—¡Matarlo! ¿Enviar a un asesino?
—tsk, tsk. Eso es muy aburrido ¡Si usamos nuestras manos será considerado cómo traición! Es el Rey mismo quien debe de destruir a su hijo para que no haya consecuencias para nosotros.
—¡Todos por favor cállense! Parece que nuestro Conde tiene un plan secreto.
Cuando la conmoción amainó y los ojos de todos se volvieron hacia él, el Conde se encogió de hombros y continuo.
—Por lo general, está interesado en salvar a los pobres, es por eso que ofrece dinero y contratan a personas para que ayuden a los pobres, dicen que necesitan salvar a las personas ¡Cambiemos los fondos para contratar soldados en secreto porque desea derrocar al Rey! ¡Será acusado de traición!
—¡Así es!
—¡El Rey es un hombre si corazón y no le importa cuánto ame al príncipe, si va tras su vida, el príncipe será cortado en pedazos!
—¡Vamos a deshacernos de todos los que son leales y no queramos ver!
—¡Vamos a hacerlo!
La risa de los nobles y el tintineo de los vasos se hicieron más fuertes.
Comienza el quinto acto.
A diferencia del entorno anterior, el nuevo ambiente es tranquilo y suave. El Rey, la Reina y el Príncipe están reunidos en un solo lugar.
—Es un día brillante y soleado.
—Ha pasado un tiempo desde que vimos un día tan grandioso. Parece bendecir nuestra comida armoniosa.
—Dado que es un buen día, no podemos dejar de lado las buenas noticias.
—¿Qué es lo que te hace tan feliz Madre?
—¿Te gustaría adivina mi hijo? Piensa bien tu respuesta.
El Rey y el Príncipe pensaron durante mucho tiempo.
—Perdóname por estar perdido mi Reina.
—No tengo ni idea Madre.
¿Cómo se puede dirigir tan bien un país si no se tiene paciencia para ese tipo de cosas? Eso no se va a resolver de una vez y hay que esperar, ver cómo va la situación...
El Rey y el Príncipe sonreían de manera tímida, mientras miraban a la Reina que ella sonreía mientras se tocaba el vientre.
—¿Tendré a un hermano?
—¡Ven aquí mi amor! ¡Mi lluvia! ¡Debajo de tu ropa gruesa, hay algo más bonito que la luna en el cielo! Déjame abrazar al futuro niño ¿Podré oír los latidos de su corazón si acercó mi oreja? ¿No tienes nada malo en tus pies? ¡Estás embarazada! ¡Los médicos me han engañado!
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Las extraordinarias aventuras de una dama suicida.
RomanceReencarne en el cuerpo de Eris Mizerian, la villana de una novela que enveneno a la protagonista, cuando su prometido el príncipe Heredero se casó con Helena, su amiga de infancia y doncella. Desde que me di cuenta de la situación. Solo tengo un o...