CAPITULO 60

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NARRATIVA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE JASON.

Trató de no pensar en Eris, es por eso que visitaba con frecuencia a Helena. Se sentía aliviado al ver esa hermosa sonrisa y a Helena que asentía mientras escuchaba sus historias sin ninguna señal de disgusto.

Como era de esperar, con Helena se sentía bien, con ella no pensó que tendría que volver a tener esas pesadillas. Pronto sucedería la ceremonia para el nombramiento de caballeros y Jason se dispuso a cumplir la promesa que se había hecho a sí mismo ese día. A ella, le haría el juramente que solo se puede hacer una vez en la vida.

Deseo hacer un juramento de caballero.

El día de la ceremonia de ordenación, fue deliberado el que no se detuviera a pesar de que sabía que Eris estaba escuchando en el jardín.

Él sabía que cuando eran niños, Eris acosaba en secreto a Helena, en el pasado lo había tolerado, pero ahora que estaba decidido a proteger a Helena no lo soportaría más.

—¡Jason! ¡Solo puedes hacer el juramento una vez en tu vida! ¿Por qué me lo dices?

—Quiero hacerlo porque solo tengo una vez y quiero que seas tú, Helena.

Tal vez sería bueno que se casaran, la vida en el palacio imperial es muy dura. Sería mucho más cómodo y agradable vivir como una Duquesa que vivir como una simple doncella y mientras pensaba en los niños que se parecería a Helena y corrían por el jardín, una sonrisa se dibujó en todo su rostro.

Helena lo necesitaría.

Jason se arrodillo, sacó la espada de su cintura y se la entregó a Helena diciendo con un susurro.

—Yo, Jason Kazar, prometo lealtad y obediencia hacia Helena Antlebloom frente a Dios, incluso si el camino es una sendero de dificultades y adversidades estoy dispuesto a seguirlo y no caeré ante ninguna tentación.

—...Jason.

—Helena, incluso si no puedo caminar por el mismo sendero que tú, quiero mantenerme a tu lado hasta el final, por favor permíteme hacer eso.

Sus delgadas manos eran vacilantes, poco a poco se acercaron a su cabeza y pudo escuchar que el número de espectadores aumento a uno, pero eso no le importo.

Alec que siempre estaba un paso atrás huiría de nuevo gracias a su miedo. Todo salió tal y como lo esperaba Jason, excepto por una persona.

Entonces apuñálame ahora.

—¿Qué?

—¿No estas sosteniendo una espada? Puedes apuñalarme con eso.

Eris Mizerian miró directamente a Jason, esos ojos verdes sin vida lo abrumaron y vacilante dio un paso atrás, pero Eris no se detuvo y avanzó hacia donde estaba.

Jason soltó instintivamente su espada, y sujeto las muñecas de Eris para defenderse. No era porque tuviera una actitud temerosa; Eris acercó su rostro con una mirada feroz.

Si vas a amenazar a alguien... para la próxima vez, asegúrate de apuñalarlo.

—Tú... ¿Quién eres?

Eris Mizerian no era ese tipo de chica.

Eris Mizerian no podía llegar a tener ese tipo de pensamientos ni de acciones, sin embargo, ella se rio del incrédulo Jason y cambio su tono de voz.

Sir Kazar nunca estuvo interesado en mí. Esa es una pregunta nueva.

Jason no pudo negarlo. Él casi se había olvidado de la existencia de Eris. En esos tiempos pasaban su tiempo juntos, pero su interacción se limitaba a los saludos cordiales y ni siquiera había tenido una charla adecuada.

Las extraordinarias aventuras de una dama suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora