CAPITULO 42

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De todos modos, incluso en la historia original, Helena no comenzaba a recibir su educación formal hasta después de convertirse en la Emperatriz. Era natural que ella no supiera nada ahora.

Como era una plebeya, no habría sido educada como la familia Imperial. Le pedí a la doncella que trajera a Helena, papel, un bolígrafo y ella asintió.

Los libros de gramática y algunos libros infantiles que los niños de este mundo suelen usar cuando aprender a leer por primera vez se colocaron uno tras otro.

—Llévate esto a casa.

—¡Espera! ¿Cuál es la razón?... quiero saber la razón ¿Por qué su majestad la Emperatriz quiere que sea educada?

—Pregunta eso después de las clases. Lady Antlebloom está tomando de mi tiempo ¿Alguna pregunta más?

Cuando respondí mirando el reloj sin rodeos a propósito, Helena no pudo decir nada más y retrocedió. Por lo que veo, ella necesitaba arreglar eso primero. Su postura era muy mala para una dama que creció escuchando que era muy bonita.

Golpeé el escritorio y le grité.

—¡Endereza la espalda! ¡Endereza tus hombros!

—¡Ek! ¡Sí, sí!

—Una de las cosas más importantes es la primera impresión de una persona es su postura. Una postura erguida en lugar de una postura encorvada no solo es buena externamente, sino que también es beneficiosa para la salud ¡Y tu mirada!

Extendí mi dedo índice frente a ella.

Los ojos de Helena se centraron reflexivamente en él. Me incliné hacia delante y me encontré directamente con los ojos de Helena. La retuve de tratar de mirar mis manos y luego agregué.

—De ahora en adelante, no apartes los ojos de la mirada de los demás. Miré directamente a cualquiera, incluso si se trata de su alteza o la Emperatriz.

—Como me atrevería a...

—En el Palacio Imperial, los sirvientes son más como muebles. Tienen que fingir que no escuchar, que no ven. Hasta ahora, estaba bien que Lady Antleblom se mantuviera alejada de los nobles porque no tenían nada de qué hablar contigo y eso es porque nadie quiere hablar con los mubles.

En otras palabras, si quieres ser tratado como una persona de la familia Imperial y en la sociedad aristocrática, no debes de encogerte de esa forma. Los humanos poseen la mala costumbre de intimidar o presionar a aquellos que consideran más débiles o pequeños.

No importa cuánto la proteja el príncipe heredero, quería que ella supiera al menos una cosa.

—Si quieres ser tratado como una persona, inculca en la otra persona que ambos son iguales. Para hacer eso, lo primero que necesita es arreglar su mirada y postura.

Ante eso, Helena parpadeo un poco, luego levantó su mirada lentamente y se encontró como mis ojos. Al ver a Helena con la espalda y sus hombros rectos, pude ver su belleza.

Su postura para caminar no era tan mala, así que por ahora era suficiente.

—Muy bien, comencemos con la clase.

Por fortuna, Helena era más inteligente de lo que pensaba.

Yo no era una maestra experimentada, así que tuve que comenzar con lo básico, pero sinceramente parecía que estaba aprendiendo más rápido que yo.

Al principio parecía que la cabeza de esta protagonista femenina estaba atascada. La niña que apenas podía leer los libros para niños, podía incluso leer las colecciones más difíciles con los poemas clásicos sin interrupción.

Las extraordinarias aventuras de una dama suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora