CAPITULO 63

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Las probabilidades es mitad y mitad, pero era mejor saber las cosas que tratar de adivinarlo y tener una nariz más grande.

Deseaba que fuera la Emperatriz, si es ella la que me esta traicionando pensaba en intentar aferrarme a una debilidad que podía intercambiar con ella después.

Sobre todo, necesitaba una excusa para no quedarme sola con el príncipe heredero esa noche.

Escuché un golpe en la puerta y me sobresalté. Medea abrió la puerta.

Era Anakin.

No me sentía familiarizada con ese semblante, así que lo observaba sin comprender. Medea me miró con preocupación cuando me despabile y parpadee.

—¿Te gustaría descansar un poco más?

Trate de sonreír a Medea que me miraba con ansiedad.

—De acuerdo.

Estaría mintiendo si dijera que todo esto no fue algo difícil. En mi cabeza, la situación reaparecía. No tenía ganas de vomitar, pero sentía nauseas. Mi estomago estaba vacío y mis piernas temblorosas.

Incluso si no estaba bien, tenía que fingir que lo estaba. Todavía tengo mucho trabajo por hacer y aun no es demasiado tarde, incluso si todo esto ha terminado, debo de ocultar mis manos temblorosas.

—Vámonos Anakin.

Todo se va a repetir una vez más.

Todo se repite de nuevo, pero esta vez no use el abrigo de color rosa fuerte.

La última vez se trataba de una cita con Anakin, así que pasé a la mansión para cambiarme y el mayordomo envió una carta a la academia y luego me dirigí con Anakin para intentar relajarme.

Ahora, no tenía tiempo para hacer eso. Si quiero atrapar al asesino antes de tiempo, debo de dar un paso primero. Debo de comenzar de inmediato.

Cuando me baje del carruaje, esta vez no había personal de la academia para recibirme, había venido sin avisar, así que valió la pena. Mire la puerta de hierro que estaba firmemente cerrada y le ordene a Anakin.

—Ve.

No importa que fuera una loca solicitud, Anakin nunca se negaba ni la rechazaba. Sacó su espada, observo la puerta por un rato, pensó en algo y luego cortó la gruesa puerta de hierro con una sola estocada.

La puerta de hierro hizo un fuerte ruido antes de caer hacia atrás. Junto con el sonido estrepitoso, la gente de la academia levanto la cabeza. Poco después un par de personas se apresuraron a llegar hasta nosotros. Se apresuraron hacia mi apuntando sus armas y luego de ver quien era, bajaron sus armas.

—¿Por qué diablos lo hicieron? ¿Cómo puedes abrir la puerta sagrada de la Academia de esa forma?

Observando a las personas que no escondían sus miradas vigilantes, levanté mi barbilla lo más arrogante que puede y dije con irritación.

—Reclama a la familia Mizerian.

—¿La fa-familia Mizerian?

Me miraron por un momento antes de intercambiar miradas, se disparó el impulso de actuar como una persona terriblemente mala.

—De seguro envié a alguien aquí para avisar que deseaba ver los fuegos artificiales esta noche con una hermosa vista.

—Discúlpenos Lady Mizerian, pero no nos informaron de eso.

—¿Estás diciendo que miento? ¿Puedes compensar esa ofensa?

Los estudiantes que estaba observando todo esto mantenían la boca cerrada, no importaba cuanto talento tuvieran, después de todo seguían siendo plebeyos.

Las extraordinarias aventuras de una dama suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora