Incluso si no la volvía a ver, solo necesitaba saber que estaba con vida. Si estamos vivos, quizás se vuelvan a encontrar algún día. Mientras Alecto estaba contemplando, Heebris habló con Jason.
— Te acompañaré hasta que salga con de Lady Mizerian.
—Si hay mucha gente no debería llamar la atención.
—Solo hay una teoría que sostiene a los muertos. De hecho, no hay un solo sacerdote que lo haya puesto en práctica... Incluso si tengo éxito en este momento debo de ver que no haya nada incompleto.
Cuando Heebris terminó de hablar, Jason le estrecho la mano como si no deseara que continuara.
—Luego, una vez que hayamos escapado al extranjero enviaremos a alguien para que le de la dirección oficial. Debe saber que escapar es la prioridad.
Heebris no tuvo más remedio que cerrar la boca y asentir porque no podía decir esas palabras.
Antes de irse y separarse los dos fijaron una hora reunirse nuevamente la noche siguiente al día de la ejecución, frente a Alecto.
*** ** ***
Dia de la ejecución.
Jason silenciosamente sacó la espada de su cintura. Cuando Heebris preguntó con una mirada, Jason dijo en voz baja.
—Ya hay alguien adentro.
—De ninguna manera, no hay nadie que pueda venir ¿verdad?
—No, hay un perro que perdió a su dueño.
Jason afiló los dientes y corrió hacia dentro. En un abrir y cerrar de ojos, Heebris también se apresuró, de alguna manera tenía un muy mal presentimiento.
Los dos hombres que saltaron se enfrentaron con un cuerpo en llamas y un hombre de cabello castaño parado frente a ella.
—¡Bastardo!... ¡De ninguna manera!...
—Mi maestra ya había anticipado que vendrían. Me perdí en el segundo sótano del Palacio Imperial, pero afortunadamente parece que salí por poco.
—¡No! — Heebris gritó al darse cuenta de quién era el dueño del cuerpo en llamas.
Se quitó la capa que llevaba y trató de apagar el fuego a toda prisa, pero Anakin lo detuvo y le dio vueltas. Anakin sacó una espada y apuntó al cuello de Heebris que comenzó a gritar con los ojos ensangrentados.
—¿Tienes idea de lo que has hecho ahora? Pude salvarla ¡Podría haberla salvada!
—Estoy siguiendo la orden de mi maestra.
Tan pronto como Anakin terminó de hablar, Jason se apresuró.
Anakin de manera instintiva se giró y se defendió. El sonido de las espadas chocando entre sí resonó en el sótano vacío y Jason rápidamente le grito a Heebris.
—¡Lo detendré! ¡Apaga el fuego y salva a Lady Mizerian!
—¡Esta bien!
Anakin clavo un puñal en el muslo de Heebris que estaba a punto de ponerse de pie y mientras él se tragaba el dolor, Jason cortó la espalda a Anakin.
Anakin no pudo soportar la estocada. Se tragó un gemido y miró a Jason con furia.
Jason que vio el movimiento de Anakin hablo.
—... eres un medio maestro de la espada. Has leído los ataques de manera hábil pero tu manejo de la espada está incompleto. Alcance el verdadero nivel de maestro de la espada a una edad mucho más joven que tu ¿crees que puedes vencerme?
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Las extraordinarias aventuras de una dama suicida.
RomanceReencarne en el cuerpo de Eris Mizerian, la villana de una novela que enveneno a la protagonista, cuando su prometido el príncipe Heredero se casó con Helena, su amiga de infancia y doncella. Desde que me di cuenta de la situación. Solo tengo un o...