CAPITULO 77

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—Es la basura que se deposita en los vertederos cercanos.

—Mmm, abran para ver.

Me estremecí ante la situación tan inesperada, sin embargo, el conductor no bajo en bajarse para abrí la parte trasera del carruaje.

El hedor que estaba atrapado en la caja se extendió.

—¿Debo abrí otro más?

—No, huele mal.

—Es correcto.

Cerró la caja con fuerza y me aferre a mi corazón palpitante hasta que el conductor se subió y comenzó a andar de nuevo.

No podía ver el exterior y no tenía un reloj, por lo que no sabía el tiempo que había pasado.

El carruaje comenzó a detener su velocidad y al final se detuvo por completo. Después de que el cochero me sacó, comenzó a aflojar lentamente el enlace entre las riendas de la caja y los caballos.

—Esto es todo en lo que ayudare.

En pocas palabras, nos estaba diciendo que a partir de ese punto nosotros dos iríamos solos.

Después de cargar nuestro equipaje al caballo, continuamos corriendo hacia otro pueblo cercano, bajo la multitud que caminaba, se podía ver dos sombras que revoloteaban.

Tan pronto como dejamos la capital, una persona contratada para rastrearnos nos alcanzó de inmediato. Es posible que haya sido enviado por el Marques. Anakin contó el número de perseguidores y me preguntó si debía de matarlos ya que solo eran dos.

—Aun no. Como estamos cerca de la capital el marques enviara a nuevas personas.

Si los iba a matar, tenía que ser en un lugar más lejano, de esa forma, puede pensar que el retraso en el contacto se debe a la distancia.

De todos modos, si me aferraba a eso, tendría que disfrazarme de una mujer rica y para confundirlo aún más, tratar de cambiar mi apariencia cambiándome de ropa cada vez que iba a un pueblo.

A veces éramos hermanos, en otras ocasiones recién casados o Anakin se vestía de mujer y yo usaba las ropas de un hombre.

Anakin le sentaba bastante bien esas ropas.

No era porque fuera extraordinariamente hermoso, sino porque su impresión original era confusa a pesar de que era alto, no había ninguna sensación de incongruencia con la ropa que usaba.

Anakin estaba feliz de ser tratado como una muñeca enorme después de todo se lo tomo bastante bien y no le importaba con que lo vistiera.

No importa cuánto no podamos ignorar la diferencia entre nuestra apariencia, para superarla tanto como sea posible, tuve que fingir ser el hermano menor de Anakin en lugar de usar un bigote endeble.

La mujer grande y el hombre pequeño atrajeron más la atención de los demás, pero las búsquedas eran menos sospechosas que si pensaban que nos esconderíamos por completo.

Incluso recorrieron posadas baratas a propósito. Hubo algunos ahorros en los gastos de viaje, pero fue porque las rejillas juzgaron que la feroz hija del Marqués estaría en un buena posada por lo que primero buscaron minuciosamente el mejor alojamiento.

La cama crujió y las cortinas olían a polvo. Además, comparado con lo que tenía en el trabajo del marqués, la comida estaba en un nivel pobre, pero estaba bien. No es necesario imitar a Eris. Ahora, ya no tengo que voltear la cabeza, en tener que actuar como Eris, su forma de hablar, de mirar y caminar.

Las extraordinarias aventuras de una dama suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora