One-Shots 2 (Teen Wolf)

62. Disaac

Las rutinas en casa de Derek estaban muy marcadas, ya que un pequeño descuadre podía provocar un episodio de agresividad y descontrol en Eli. Después de saber que una de las personas que más daño le había hecho, mientras salía con un miembro de la manada, había quedado embarazada, había decidido hacerse totalmente cargo de su hijo. Su sorpresa fue, cuando la mujer simplemente le dio al bebe y se largó. Derek se replanteó volver a casa con la manada y pedir su ayuda, pero si aparecía con ese niño rompería un corazón que no estaba dispuesto a romper. Así que simplemente se compró una casa y crio a Elías él solo.

Conforme fue creciendo, Derek se dio cuenta de dos cosas, Elías no era un lobo y había algo extraño en sus conductas e intereses repetitivos. Por eso mismo fue a consultar con el pediatra del niño. Después de unas pruebas le dijeron que Elías tenía un trastorno de espectro autista. Eso fue un poco chocante para él, ya que al haberse criado, mayoritariamente, con niños licántropos nunca había tenido que interesarse o saber cómo relacionarse con ese tipo de personas. El médico le recomendó un grupo de ayuda para padres y una serie de terapias para Elías.

Así había hecho Derek, y quince años más tarde Elías iría por primera vez a un centro educativo especializado, aunque solo le quedaban tres años para acabar la educación secundaria, no podía continuar en el centro ordinario, ya que le había dicho que no como no podía ir universidad no tenía sentido. Derek quiso rajar la garganta del director, pero simplemente se fue de allí y puso una denuncia al colegio antes de buscar la mejor escuela especializada del estado de Pensilvania.

Así que ahí estaban con todo listo para ir a esa escuela, Derek se puso sus gafas falsas antes de ponerse la chaqueta. Miró a Elías que estaba esperándolo mientras ponía bien sus cascos de cancelación de ruido y se balanceaba suavemente sobre sus pies. Derek sonrió cogiendo sus llaves del coche y abriendo la puerta para dejar que Elías saliera el primero, como cada mañana. Desbloqueó las puertas del coche y mientras él cerraba la puerta, Eli subía y se quitaba los cascos. Derek entró al coche antes de arrancar y conducir hasta el nuevo instituto.

- Me han dicho que el insti nuevo, te dejarán llevar tus cascos y cualquier cosa te haga sentir seguro.- Eli asintió tres veces antes de desviar la mirada a la ventanilla.- Si te pasa cualquier cosa quiero que me lo digas.- Eli rascó su cara antes de mirar rápidamente a Derek y apartar la mirada.

- ¿Esta noche puedes convertirte en el lobo?- Preguntó Elías mientras abrazaba un peluche que Derek consiguió para él en una feria.

- Claro, ¿Quieres que cenemos pizza y nachos?- Eli sonrió asintiendo antes de reírse sin apartar la mirada del paisaje.- Te quiero mucho mi niño.- Este llevó su mano a la de Derek en el cambio de marcha y le dio un suave apretón antes de volver abrazar el peluche.

- ¿Cuándo veremos a los chicos de la foto?- Preguntó moviendo su pierna nerviosa, Derek respiró hondo antes de morder su labio indeciso.

- Puede que pronto, cuando la Doctora Harper te dé el visto bueno para coger un avión.- Dijo Derek para pasar del tema por ahora, no sabía que tan bien le iría a su hijo conocer a la manada de California. Por eso estaba alargando el máximo posible esa visita. Derek detuvo el coche y se bajó a la par que Eli, Derek se acercó a él y se agachó un poco para quedar cara a cara, aunque este no le mantuviera la mirada.- Pásatelo bien, aquí no habrá niños que se reían de ti.- Dijo Derek sonriendo y acariciando la mejilla de este, Eli se tensó un momento antes de reclinarse al tacto de su padre. Derek tomó los cascos con cancelación de ruido y se los puso con suavidad.

Derek acompañó a Elías hasta la puerta dónde una de las profesoras les daba la bienvenida a los alumnos, el lobo simplemente se quedó mirando como su hijo entraba a ese instituto. Sonrió con tranquilidad mientras buscaba la fuerza para irse, nunca se había sentido tan tranquilo al dejar a su hijo en una escuela o instituto. Una mano en su brazo le hizo girar encontrándose a una mujer de pelo castaño recogido con una coleta y un abrigo blanco.