One-Shots 2 (Teen Wolf)

132. Disaac

El teléfono sonó interrumpiendo el sueño de Derek, dejó salir un gruñido girando y contestando sin ni siquiera mirar quién le estaba llamando en plena noche. Abrió un ojo y miró el reloj de su mesilla que brillaba anunciando las tres de la mañana, así que si estaba molesto, ahora lo estaba más.

- Buenas noches, disculpe las horas de llamarle, somos la compañía de seguridad TER ¿Es usted Derek Hale, el propietario del almacén trece de la calle Ronder en Beacon Hills?- Derek se sentó extrañado, si no recordaba mal ese era una de las propiedades que sus padres tenían comprado, pero en desuso. Tanto que ni se había acordado que estaban en herencia.

- Sí, así es.- Contestó con la voz ronca mientras frotaba su cara.- ¿Hay algún problema?- Preguntó sentándose y frotando su nuca intentando acabar de despertarse.

- Me temo que sí, nos han avisado que han visto como alguien se colaba en su propiedad. Hemos enviado una patrulla, pero sería necesario su presencia.- Le avisó el hombre del otro lado, Derek suspiró asintiendo y levantándose para ponerse una camiseta.

- Vale, avise a la patrulla que voy para allí.- Dijo antes de colgar, se puso los tejanos que había dejado encima de la silla apenas hacía una hora y las botas antes de salir con las llaves del camaro en su mano.

Esperaba que no fuera algún drogadicto puesto a las cejas, porque lo que menos tenía era pelearse con un humano. Disminuyó el ritmo conforme se acercaba, se fijó que la puerta principal parecía estar intacta, así que aprovechó para dar un vistazo con el coche, intentando captar cualquier aroma, detectando el aroma de lobo en la única ventana abierta.

- Joder, lo que me faltaba.- Murmuró antes de aparcar en la parte delantera y acercarse a la puerta, se dio cuenta de que no era necesario una llave, simplemente un código numérico, que obviamente no tenía.

Tiró de lógica, y empezó por los años de nacimiento de él y sus dos hermanas 838893. Se rio al ver como la luz verde le daba el permiso para abrir la puerta. Negó con suavidad y entró dejando la puerta abierta para la policía. Caminó de forma lenta, casi sin hacer ruido, queriendo pillar al lobo lo más desprevenido posible. Por eso se detuvo en la puerta dónde el ruido de la ropa siendo movida con suavidad sonaba. Se asomó viendo únicamente la espalda de un chico, que estaba rebuscando algo en una maleta a sus pies. Derek se apoyó en el marco de la única puerta que tenía esa sala.

- ¿Sabes que esto es propiedad privada?- Dijo sin necesidad de gritar, vio como el chico se detuvo y movía levemente su cabeza, buscando su aroma.- Y ni se te ocurra correr hacia la ventana, soy un Alpha, te destrozaría antes de llegar.- Dijo Derek al notar cómo tensaba los músculos de sus hombros.

- Perdón, me iré ahora mismo a otro sitio que sí que está abandonado.- Dijo levantándose y girándose, dejando ver a Derek al chico de pelos rizados que parecía estar agotado.

Las bolsas debajo de sus ojos eran preocupantes para un lobo, estaba lleno de suciedad y algunas heridas se estaban curando muy lentamente, por lo tanto, otro Alpha se las había hecho y hacía poco. Este se acercó a él, pero las sirenas de la policía hicieron que el chico se tensara y lo miraba con rabia. Derek levantó sus manos y siguió avanzando con cuidado.

- Es el protocolo, si dejas que hable yo no pasarás la noche en el calabozo ¿De acuerdo?- El chico asintió con reticencia.- ¿Cómo te llamas?- Preguntó deteniéndose delante de este. El lobo murmuró su nombre haciendo que Derek asintió.- Bien Isaac ¿Tu Alpha es quien te ha herido?- Preguntó con la mirada fija en el brazo, esté bajo su camiseta negando con suavidad.

- Otro Alpha, no tengo Alpha.- Murmuró volviéndose arrodillar para seguir la búsqueda que la presencia de Derek había interrumpido. Derek también se agachó y lo miró esperando que este hablara.