134. Steter

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Después de la tercera vuelta en la cama se dio cuenta de que esa noche no dormiría más. Así que se levantó y se dirigió al baño de su habitación para refrescarse un poco la cara. Las noches como esas eran una mierda para él, aunque estaba acostumbrado a dormir poco, el solo dormir dos horas provocaba que todo su día se descuadrara. Encendió el teléfono y negó con cansancio al ver que únicamente eran las tres de la mañana.

Envió un mensaje a su pareja mientras salía de la habitación para ir al salón, allí podría avanzar un poco con sus diseños de base de datos, y así aprovechar esas horas muertas hasta la mañana. Ya que para su mala suerte, todos los cachorros se había ido de fiesta esa noche, y no quería despertar y molestar a Derek. Bajó disfrutando de la tranquilidad que había en el loft, ya que desde que los cachorros se habían mudado la tranquilidad era una cosa difícil de encontrar. Suspiró encendiendo el ordenador y dejando el teléfono ahí, fue hacia la cocina para preparar una taza de café y robarle unos dulces del escondite secreto de Isaac. 

Tarareó a la par que la cafetera empezaba a hacerse, se acercó a la ventana revisando el exterior y asegurándose de que no hubiera ninguna amenaza. Mudarse al loft había sido una de sus mejores ideas, allí lo tenía todo controlado, a los cachorros y a los Alphas. Se sentó en la silla mirando la pantalla del ordenador, comenzando a trabajar sin preocuparse de despertar a Derek, que dormía en la segunda planta. Los tintineos de los mensajes de los clientes comenzaron a ponerle nervioso, ese era el único aspecto que odiaba de su trabajo, la constante supervisión.

Los ojos comenzaron a picarle, así que decidió que era el momento de un descanso viendo que el reloj marcaba las cinco y media. Se levantó estirando su cuerpo, agarrando el teléfono viendo la respuesta de su pareja. Este llegaría esa noche, sonrió mientras salía a la terraza a tomar un poquito el aire. Se apoyó en la barandilla y miró el bosque, con el tiempo había aprendido a apreciar el silencio del bosque, y el olor a naturaleza que el aire siempre traía. Suspiró enderezándose y preparándose para volver al trabajo, cuando se dio la vuelta para entrar reparó en una cosa, había una cuerda atada en la baranda. Frunció el ceño y se acercó ahí, viendo que llegaba hasta el suelo.

- Mierda.- Murmuró entrando a la casa, se acercó al cajón de la entrada y agarró la pistola que Peter guardaba para emergencias. Caminó lo más silencioso posible, buscando a la persona que se había atrevido a entrar a robar a su casa. Se acercó a la cocina y pulsó el comunicador con la habitación de Derek.- Sourwolf, tenemos un intruso, ven al salón.- Pidió en un susurro, siguió caminando por el loft, en busca de este. Se acercó a la escalera para inspeccionar la planta de arriba.

Un chasquido hizo que se detuviera, miró hacia arriba viendo la silueta de Derek. Stiles le dijo que no bajará sin hablar, un ataque sorpresa contra un humano sería más fácil. Derek asintió con una sonrisa mientras intentaba captar los aromas, asegurándose que únicamente se enfrentaban a un humano. Stiles se giró y levantó las manos, sin soltar la pistola mirando al ladrón. Era un chico de su edad, pelirrojo, y muy nervioso.

- Tira la pistola.- Stiles sonrió haciendo una mueca, antes de negar con suavidad.

- Eso no va a ser posible, te has colado en mi casa, tengo mi derecho de defenderme.- Comentó sin moverse, el chico pareció asustarse un poco, pero ni con eso bajó el arma.- Por no contar, que te has metido en una casa llena de hombres lobos que no dudaran en arrancarte las extremidades.- Comentó con una sonrisa llena de burla, el chico dejó salir una risa nerviosa, mirando alrededor, intentando saber si lo que había dicho era real, o simplemente había ido a para a la casa de un esquizofrénico.

- No digas tonterías, suelta la puta pistola.- Stiles se rio soltando la pistola y sentándose en el primer escalón de las escaleras, mostrándose tranquilo a pesar de tener una pistola apuntándole a la cabeza. Levantó su mano ganándose la atención del chico.

- ¿Elige, por delante o por detrás?- preguntó Stiles dejando únicamente un dedo levantado.

- Estás loco.- Stiles se rio y encogió los hombros viendo los ojos rojos a la espalda del intruso.

- Date la vuelta.- Susurró bajando la mano, el chico miró por encima de su hombro quedando helado al ver la figura humanoide con los ojos rojos y colmillos, su aura demostraba una ferocidad digna de un lobo salvaje.

El chico gritó cuando Peter se acercó a él agarrándolo del cuello, su agarre fue lo suficiente fuerte para cortarle la respiración, pero antes de que se desmayara lo soltó dejándolo caer al suelo. Este tosió frotándose el cuello, miró a los dos hombres asustado, pero se asustó mucho más al ver como un tercero bajaba y se sentaba al lado del chico pálido.

- Lo siento, no volveré a intentarlo.- Lloriqueó el chico totalmente acobardado desde el suelo. Stiles se rio mirando a Peter, dándole a él la última palabra. El lobo miró al chico que lloraba en el suelo y resopló.

- Lárgate, antes de que cambie de idea.- El chico no tardó en levantarse y salir corriendo del loft.

Stiles se levantó del escalón y se acercó a Peter mientras sonreía divertido, le encantaba ver a su pareja siendo tan protector y salvaje. Se acercó a él y dejó un beso en los labios de este, acarició el cuello de este, notando como el agarre del mayor se hacía más fuerte en su cintura. Stiles se separó para apagar el ordenador y subir junto a este a su habitación. Peter dejó las cosas en el suelo y se quitó la ropa quedando únicamente con la ropa interior. Se dejó caer en la cama tirando de Stiles, ganándose una risa de este mientras se acurrucaba a su lado.

- ¿Qué tal ha ido él caso?- Preguntó Stiles acariciando el cuello de este para que lo mirara, Peter se acercó y lo beso atrayendo el cuerpo de Stiles más cerca.

- Estás hablando con el mejor agente del estado, perfectamente. Le he pegado un tiro entre ceja y ceja a ese pederasta.- Stiles sonrió divertido entrelazando las piernas con las del lobo.

- Creo que eso no le va a gustar a mi padre.- Comentó notando la sonrisa de Peter contra su cuello, seguido de unos mordiscos suaves.

- Él me ordenó que disparara, así que no creo que me regañe.- Stiles se rio empujándolo y sentándose en la cadera del lobo, este llevó sus manos a los muslos del humano acariciándolos con devoción.

- Estás llevando a mi padre por el mal camino.- Dijo inclinándose sobre el lobo que se estaba riendo. Los labios del humano cortaron la risa de este, provocando que Peter gruñera llevara sus manos al culo del chico.

El humano jadeó mientras se enderezaba con una sonrisa y se quitaba la camiseta, lamiendo su labio movió su cadera haciendo que ambos miembros se rozaran y que Peter gruñera, dejando a la vista sus ojos de lobo.

Los golpes en la puerta hicieron que Stiles se detuviera y respirara hondo. No quería matar al cachorro que había interrumpido lo que estaba a punto de empezar. Se bajó de Peter y rescató la camiseta que se había quitado antes de abrir un poco la puerta. Isaac lo miró sorprendido y se mostró avergonzado por saber lo que había pasado.

- Lo siento, como tenemos las habitaciones insonorizadas no sabía...

- ¿Qué quieres Issy?- Preguntó con una sonrisa para hacerle saber que no pasaba nada, el lobo asintió y mordió su labio nervioso.

- Derek quiere que bajéis, acabamos de llegar de la discoteca y quiere un desayuno de manada antes de que nos vayamos a dormir.- Stiles asintió abriendo la puerta totalmente sabiendo que Peter se había vestido ya.

- Ahora bajamos.- Isaac volvió a disculparse antes de irse, Stiles miró sobre su hombro viendo a Peter acercándose mientras bostezaba.

- ¿Cuánto has dormido hoy?- Preguntó preocupado Peter al notar las ojeras en la cara de su novio.- ¿Cuánto has dormido en estos cuatro días?- Stiles suspiró bajando al lado del lobo.

- Una media de tres horas por noche.- Dijo ganándose una mirada preocupada de Peter.- Tranquilo, sabes que cuando no estas me pasa más, esta noche volveré a la medicación.- Peter asintió rodeando los hombros de estos y saludando a los cachorros.

Todos tenían cara de querer ir a la cama, pero sabían que cuando el sargento Derek pedía algo, nadie podía negarse. Se sentó frente a Jackson que apenas podía mantener los ojos abiertos y se rio cuando dio un bote al escuchar el ruido de la taza siendo dejada delante de él. Derek se sentó mirándolo a todos con una sonrisa intentando entablar conversación con los cachorros, ganándose únicamente bostezos y monosílabos.

One-Shots 2 (Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora