One-Shots 2 (Teen Wolf)

143. Thiam

El ambiente en el entrenamiento estaba haciendo que todos estuvieran tensos, sobre todo por la clara fijación del nuevo por quitarle el puesto a Scott. Theo había llegado hacía unas semanas, y desde el primer día había querido mostrado su ansia por joder a Scott. Stiles tuvo que agarrar la camiseta de Liam para evitar que este se lanzara a golpear al nuevo, aunque lo que tuviera ganas era soltar a Liam y dejar que este le partiera la cara.

- Es imbécil.- Se quejó Liam volviendo al lado del humano, pero sin apartar la mirada del chico que estaba corriendo a la par que Scott, y eso que este estaba utilizando su habilidad de hombre lobo.

- Es una quimera, pero si es un imbécil.- Dijo Stiles antes de beber agua, sin apartar la mirada de ese dúo. Scott le hizo la zancadilla y se acercó a ellos con una sonrisa cuando la nariz de Theo se rompió contra el suelo.- No te rebajes a su nivel.- Le pidió Stiles mirándolo obvio, el Alpha ignoró eso y se acercó a besarle. Ganándose una queja de Liam que negó separarse y dirigirse al vestuario.

El rubio entró y dejó su stick en el banco empezando a cambiarse, no tardó en sentir la oscura presencia de Theo en el vestuario, pero no se giró. No pensaba dejarse influenciar por esto. El silbido de este fue la prueba de que Theo había ido a buscar pelea, pero en la cabeza del beta rondaban las palabras de Stiles, y así mantener esa parte de él que explotaba, bastante controlada.

- Eres bueno.- La voz de Theo sonaba demasiado cercana para su gusto.- Solo te queda madurar.- Liam giró su mirada para verle con el ceño fruncido ante eso.

- Tú eres un gilipollas inútil, pero lo tuyo ni madurando se arregla.- La sonrisa fugaz de la cara de la quimera le hizo saber que había caído en su trampa, y es lo que había buscado.

- Uy si el niño se sabe defender sin sus papis.- Se burló Theo sentándose en el banco y comenzó a quitarse las deportivas.

- Pues sí, así lo hemos educado.- Dijo Stiles con una sonrisa llena de burla, consiguiendo que Liam se riera quitándose la camiseta.- No puedo decir lo mismo de ti.- El gruñido de Theo consiguió que Scott también le gruñera poniendo sus ojos de lobo.

- Sois una panda de niñatos.- Se quejó poniéndose de pie y quitándose la camiseta del equipo.

- Claro, porque tú eres mucho más maduro que nosotros.- Dijo Liam rodando los ojos y cruzando los brazos en su pecho.- Eres un niño malcriado, que no sabe lo que cuesta la vida. Adoras hacer rabiar porque tienes una falta de cariño dentro que no sabes cómo gestionarlo.- Theo lo miró sorprendido, antes de negar con suavidad, sintiendo como sus garras salían y ponían en alerta a los lobos.

- Vete a la mierda.- Finalizó la conversación con el rubio, girándose hacia su otro objetivo.- Ahora sé que tú eres la parte débil.- Dijo mirando a Stiles, que se rio ante las palabras.

- Te mataré si intentas hacerle algo.- Lo amenazó Liam con mucha seriedad, Theo ni siquiera lo miró.

- Acabaré con la manada a partir de ti, si tú caes, ese patético lobo no duraría ni diez segundos.- Siguió hablando, viendo como Stiles había detenido a Scott, evitando que se lanzara contra él.

- Voy a rajarte la garganta.- Lo amenazó de nuevo Liam, ganándose la mirada de Theo, llena de cansancio.

- ¿Siempre tienes que atacarme con palabras? ¿No sabes hacer nada más?- Preguntó divertido, Liam también sonrió acercándose un paso a esta.

- Podría partirte el stick en la cabeza, pero Stiles me ha enseñado que es de mala educación.- Se burló ganándose una risa del humano.- Ahora lárgate.- Pidió calmado, Theo los miró a los tres y negó yéndose de allí sin mirarlos.

Liam también se despidió de la pareja volviendo a casa. Había aprendido mucho de ellos, Stiles y Scott lo había guiado con mucho cariño durante el viaje de la licantropía. Les debía mucho y por eso los defendería ante cualquier persona. Subió a su moto y arrancó hacia su casa. La presencia de Theo era peligrosa, pero sobre todo se volvió muy peligroso que amenazaba a Stiles. Se detuvo en su casa y resopló al ver las luces apagadas, obviamente sus padres se habían apuntado al doble turno. Entró y se dirigió directamente a la cocina, tiró a la basura las dos notas que había ahí. Abrió la nevera y sacó la comida que le habían dejado sus padres. Un chirrido hizo que girara su cabeza, notando como la puerta del jardín trasero estaba abierta. Se acercó y miró fuera, al no ver nada cerró de nuevo.

Volvió a la cocina y sacó la comida del microondas. Notó el peligro al mismo tiempo que su cabeza se estrellaba contra la isla, se quejó intentando soltarse, pero el aroma de Theo hizo que se tensara más.

- ¿Qué haces aquí?- Gruñó intentando clavarle las garras en el brazo que mantenía los suyos inmovilizados en su espalda.

- Solo quiero hablar, pero para ello me debes prometer no atacarte cuando te sueltes.- Dijo Theo serio, Liam gruñó moviéndose, sin conseguir nada.- Promételo.- Gruñó Theo apretando el agarre.

- Lo prometo.- Dijo entre dientes notando como la quimera se separaba de él y lo miraba con seriedad con los brazos cruzados.- ¿Qué quieres?- Gruñó sentándose lo más alejado de este, justo delante del bloque de los cuchillos, así poder agarrarlo en caso de que este le hiciera algo.

- Necesito que me ayudes, estoy intentando entrar en la manada, pero no soy capaz de contenerme y sale esa parte de mí que tanto miedo os da.- Dijo sentándose en la silla, Liam lo miró sin entender nada. Hacía una hora había amenazado con matar a Stiles, y en ese momento estaba pidiendo ayuda.

- Eres un lunático.- Theo lo miró mal consiguiendo que Liam se tensara.- No me jodes Theo, has amenazado a Stiles.- Este suspiró llevando sus manos a la cabeza. Acarició el pelo intentando relajarse.

- Lo sé, pero no era mi intención, vosotros siempre me miréis mal y con desconfianza, erais tres y solo dejó salir mi instinto de supervivencia.- Se justificó volviendo a mirar al chico, Liam suspiró negando y mordiéndose el labio.

- No sé cómo quieres que te ayude.- Respondió con sinceridad, Theo se acercó a él, consiguiendo que Liam se tensara llevando su mano a la espalda.

Theo simplemente apoyó sus manos en las piernas del lobo, mirándolo fijamente. Respiró hondo intentando calmarse.

- Yo tampoco Liam, pero estoy solo, no tengo ni dónde dormir.- Dijo lleno de rabia. El lobo llevó su mano a la cabeza de este y la apoyó encima de las de la quimera, ganándose una sonrisa triste de este.- Ha sido una mala idea, siento haberte molestado.- Dijo separándose y caminando hacia la puerta del jardín.

- Theo, espera.- Dijo Liam bajando de la encimera y acercándose para detenerle.- No sé cómo ayudarte a entrar a la manada, pero esta noche si puedes dormir en una cama.- Dijo Liam con una sonrisa suave, Theo lo miró sorprendido, pero simplemente pudo agradecerle en un susurro.

Liam volvió a calentar la comida, repartiendo en dos platos. Theo no dijo nada más. Cosa que llamó mucho la atención de Liam, no apartó la mirada de este. Intentando descubrir qué pasaba por la cabeza de este. Ambos subieron en silencio, ni siquiera Theo dijo algo cuando vio a Liam abrir su cama convirtiéndola en una de matrimonio.

- ¿Quieres un pijama?- Preguntó rescatando el suyo de debajo de la almohada, Theo asintió ligeramente avergonzado. Liam se lo lanzó y vio como este entraba al baño de su habitación.

No estaba seguro de que eso fuera lo correcto, pero si Theo estaba durmiendo en la calle no podía simplemente ignorarlo y dejarlo ahí. Se tumbó y respondió algunos mensajes que tenía pendiente. Theo salió y apagó la luz, tomándose también, manteniendo la distancia entre él y Liam. El lobo sonrió apagando su teléfono y poniéndolo a cargar.

- Tengo que avisarte que me muevo mucho, si te molesto solo empújame.- Dijo el rubio dándose la vuelta.

Theo suspiró y se quedó mirando el techo, no sabía si podría dormir, pero no mentía que se sentía muy bien dormir en un lugar seguro. Sabía que si se dormía no había la opción de que al levantarse le hubieran robado y tuviera una navaja contra su cuello. Los ronquidos de Liam hizo que girara su cabeza para mirarle, sonrió simplemente cerrando los ojos, intentando dormir un poco. No tardó en sentir como el lobo se giraba y se acercaba a él, no se movió. Y solo abrió los ojos cuando sintió un brazo rodeando su pecho, miró como Liam se acomodaba en su pecho y se quedaba ahí. Él rodeó su espalda y acarició su costado, quizás se pudiera acostumbrar a eso. Cerró los ojos escondiendo la nariz en el pelo de este, y se sorprendió como el aroma dulce de Liam lo introdujo en un sueño profundo, un sueño que hacía años que no tenía.