One-Shots 2 (Teen Wolf)

106. Voiles (2/2)

Como varias personas me habéis pedido una segunda parte, además hace mucho tiempo que no os doy un poco de Smutt puro y duro, os he hecho esta pequeña continuación.

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La llegada al hotel había sido tranquila, para sorpresa de Stiles, el zorro oscuro se había mantenido tranquilo y había obedecido cuando Stiles le había dicho que parara o se callara. En la recepción el chico lo miró con el ceño fruncido, desviando su mirada al hombre que acompaña a Stiles. Este le dio las llaves de su habitación y se acercó un poco para hablar con el humano sin que el otro se enterara.

- Si necesitas ayuda el número de recepción es el 9.- Dijo antes de volver a su posición u sonreírles tenso ambos. Stiles asintió y caminó junto a Rhys hasta el ascensor, notando la sonrisa que Rhys intentaba retener.

- Si necesitas ayuda el número de recepción es el 9.- Repitió con un tono divertido Rhys cuando las puertas comenzaban a cerrarse.

- Es normal, tu presencia grita asesino por todos lados.- Dijo Stiles mirándose en el espejo, Rhys levantó su ceja acercándose y besando el cuello de Stiles. La mano de este se coló por debajo de la ropa del humano, consiguiendo que Stiles jadeaba al sentir el dedo del zorro acariciar sus pezones.

- No pretendo matarte.- Susurró contra el oído de este antes de morderle con suavidad el lóbulo.- Al menos no de la forma que piensa el chico de abajo.- Dijo con una sonrisa sintiendo el suave bote que el ascensor dio al pararse en su planta.

Rhys salió del ascensor con una sonrisa, esperando que Stiles se recuperara y saliera de allí. Stiles respiró hondo y se dio la vuelta para irse, dándose cuenta de un pequeño detalle que no se había dado cuenta, el ascensor tenía una cámara. Stiles maldijo saliendo y dirigiéndose a la puerta dónde el zorro lo esperaba. Él abrió la puerta y entró, encendió las luces caminando hacia el balcón para que le diera aire. Necesitaba serenarse un poco, había aceptado eso para demostrarse que lo de Rhys simplemente era esa necesidad de acabar lo que una vez empezaron. Cuando escuchó ruido dentro de la habitación decidió que ya había pasado demasiado tiempo perdido en sus pensamientos, así que entró encontrándose a Rhys sentado mientras bebía una botella pequeña de whisky. Stiles se acercó para sentarse en el sofá que había a su lado, pero un chistido hizo que se quedara quieto y tenso.

- Ven.- Ordenó Rhys viendo divertido como Stiles se movió tenso, quedando delante de él, mirándolo nervioso. El zorro mordió su labio abriendo las piernas y levantando la ceja.- Arrodíllate.- Dijo Rhys notando como Stiles tragaba saliva nervioso, este obedeció y se dejó caer de rodillas entre las piernas del zorro. Este se enderezó y tomó la barbilla del humano, abriendo la boca suavemente antes de dejar caer un poco de whisky en esta.

Stiles tragó el contenido haciendo una mueca al sentir el ardor del alcohol. Sin soltar la barbilla, Rhys se acercó y lo besó, mezclando los sabores de alcohol que ambos tenían, provocando que Stiles se intentará acercar más y llevará sus manos a los brazos de este. El zorro se separó y pasó su lengua por el labio, recogiendo un poco de la saliva de Stiles, viendo como este lo miraba con las pupilas dilatadas y la respiración pesada.

- Mírate, deseando que te folle.- Dijo Rhys divertido, levantándose y viendo como Stiles se mantenía en su posición, pero no le quitaba el ojo de encima.- Pídemelo.- Stiles hizo una mueca apartando la mirada avergonzada, nadie hasta el momento lo había tratado así. Y lo que más perturbado le tenía era la erección dolorosa que había en sus pantalones.

- Fóllame.- Pidió mirando de nuevo a Rhys, este sonrió mordiéndose el labio y ofreciéndole una mano para que se levantara.

- Será un placer.- Susurró acercándose completamente a él cuando se había levantado. Lo besó con agresividad, sintiendo como el cuerpo de este temblaba y buscaba más contacto con él.- Te voy a hacer sentir tan bien que me vas a pedir que no me vaya nunca de tu lado.- Susurró contra sus labios, Stiles lo miró sin acabarse de creer esas palabras, él tenía claro que después de esa noche le pediría que se fuera.