One-Shots 2 (Teen Wolf)

129. Stackson

La invitación del capitán de Lacrosse le había sorprendido, Jackson había empezado por poca cosa. Le dejaba notas en la taquilla, cuando se cansó de ese juego, lo invitó a un partido de Lacrosse (Sobre todo cuando el entrenador lo hizo por no poder una carrera completa). Y en esos momentos se sentía extraño, sentado al lado de Lydia, viendo como Jackson le dedicaba los tantos. Y comenzó a entender el porqué de la atención extra del capitán. Todo se comenzó a confirmar en su cabeza cuando este le pidió que llevara su camiseta, símbolo inequívoco que eran algo para todos los demás. Así que la invitación para ir a casa de Jackson se lo confirmó completamente. Notó como tartamudeaba a la hora de aceptar la invitación, sobre todo la mirada seria de Scott en su nuca.

- ¿Estás seguro de que no es una broma?- Preguntó este cuando el chico se había ido, Stiles lo miró con el ceño fruncido antes de asentir.

- ¿Crees que llevaba un año entero cortejando para gastarme una broma?- Contraatacó este, Scott levantó sus manos queriendo paz entre ambos.

- Si a ti te gusta y estás seguro, tienes totalmente mi apoyo.- Aseguró Scott abrazando los hombros de este y caminando hasta la clase.

***

Stiles bajó del Jeep y se alisó la camisa antes de ir hasta la puerta. Tocó el timbre notando como su corazón latía con fuerza, tragó saliva y miró alrededor. No quería pensar como Scott, pero en algunos momentos esa idea se le pasaba por la cabeza. No podía obviar los años que él y Jackson habían mantenido una rivalidad, un odio mutuo sin precedentes. Y ahora estaba a punto de tener una cita con él, en su casa. La puerta se abrió y el rubio le sonrió mientras se hacía a un lado para dejarle pasar.

- Llegas justo a tiempo.- Le dijo mientras cerraba la puerta. El olor a pasta llegó sorprendiéndole, así que miró impresionado a Jackson.

- ¿Has cocinado para mí?- Jackson se rio avergonzado y señaló el salón caminando a su lado.

- No, lo he pedido en el mejor italiano del pueblo.- Stiles se rio viendo como eso le encajaba un poco más, no veía a Jackson pasándose horas en la cocina para preparar la cena. Stiles se sentó y miró curioso el vino.- Es bueno, mi padre no notará que le falta una de las cincuenta mil que tiene.- Comentó sentándose y bajando un poco la intensidad de las luces, creando un ambiente mucho más íntimo.

Stiles aceptó la copa de vino, lo probó sin apartar la mirada de Jackson, que esperaba expectante a que le dijera alguna cosa. Dio el primer sorbo y, no era un experto en vinos, pero podía asegurar que esa botella costaba más que el sueldo de su padre.

- Está delicioso.- Jackson sonrió como si acabaran de halagarle y se sirvió él una copa antes de que ambos empezaran a comer.

Al principio lo hicieron en silencio, pero Stiles no tardó en sacar tema de conversación, al principio del instituto, luego de Lacrosse, de Scott y finalmente de ellos. Jackson se sinceró en aspectos que Stiles ni sospechaba, sabía que era adoptado, pero no que se sintiera tan solo. O que sus padres se negaban a darle información de los biológicos, ya que según ellos era lo mejor para él. Stiles tampoco se quedó atrás, le explicó la muerte de su madre y todo lo que llevó eso. La cena se alargó más de dos horas, incluso con los platos vacíos y la botella siguiendo el mismo camino.

- ¿Quieres el helado que he comprado para él postre?- Cortó la conversación Jackson mientras recogía los platos. Stiles apuro el vino que quedaba en su copa antes de llevarlas al fregadero. Se apoyó al lado de Jackson viendo como ponía en remojo los platos.

- Creo que me apetece algo más dulce.- Jackson se giró mirándolo con el ceño fruncido, sin entender a qué se refería. Pero se sorprendió cuando los labios de Stiles se posaron encima de los suyos. Jackson sonrió cerrando los ojos y rodeando la cintura de Stiles, atrayéndolo más cerca.- Lo que yo pensaba, más dulce que el helado.- Susurró haciendo reír a Jackson, metió las manos por debajo de la camiseta del castaño, acariciando la piel que tenía a su abasto.

- No pensé que fueras tan atrevido.- Susurró sintiendo como las manos del otro subían por su pecho y se entrelazaron en su nuca.- Es más, pensé que debería confesar expresamente lo que siento.- Comentó riendo, Stiles se acercó y dejó un beso en los labios de este.

- Me empezó a quedar claro cuando me pediste que llevara tu camiseta, y me metieron en el grupo de las novias del equipo.- Comentó divertido acariciando el pelo de la nuca de este, Jackson asintió con una sonrisa. Tenía mucho sentido, sabía cómo se vería que Stiles llevará su camiseta, que comunica, y esa idea le volvía loco.

Jackson se quedó mirándolo, sabía que parecía un tonto enamorado, pero no le importaba. Lo que había empezado a sentir por este era muy fuerte. No sabía exactamente cómo comenzó, solo se dio cuenta de que estar con Lydia ya no le hacía sentir bien, se dio cuenta de que se quedaba mirando demasiado tiempo a Stiles. Que se había aprendido sus manías y que se reía cuando Stiles soltaba alguna de sus verborreas en clase. Por eso había comenzado a dejarle notas, al principio anónimas, después empezó a firmarlas. Solo para ver como Stiles reaccionaba, y había sido una reacción positiva.

- ¿Sabes que he descubierto que soy totalmente gay gracias a ti?- Comentó Jackson con una sonrisa divertida en su cara, Stiles se rio acercándose y besándole.

- A mí me has confirmado mis sospechas de bisexualidad.- Jackson volvió a reírse dejándose abrazar por Stiles.- ¿Quieres ir a algún lado?- Preguntó Stiles contra su cuello, él otro hizo una mueca antes de asentir con suavidad.

- Estoy seguro de que conoces algún lugar apartado al que podemos escaparnos.- Aseguró notando como Stiles se separaba y lo miraba con una sonrisa ladeada.

- Pues tienes razón, Derek me ha enseñado un sitio que te gustara.- Dijo tirando de la mano del chico hacia la puerta, frunció el ceño mientras salían hacia el coche. Jackson esperó a que Stiles subiera para seguir la conversación. No tenía ganas de que medio vecindario se entera de lo que decían.

- ¿Derek?- Preguntó confuso, mientras Stiles arrancaba el Jeep.- No hay ningún Derek en nuestro curso.- El castaño se rio sin apartar la mirada de la carretera.

- Derek Hale, un amigo que hemos hecho Scott y yo, da grandes consejos cuando no tiene la actitud de perro rabioso.- Comentó mientras giraba el volante y entraba en un camino de tierra.

Su apellido le sonaba, había escuchado a sus padres hablar de los Hale durante los tres días que estuvieron en casa. Creía recordar que fue una familia que murió en un accidente relacionado con fuego, y si no recordaba mal, solo habían sobrevivido dos de los hijos. Jackson miró curioso a Stiles, no conseguía entender de qué manera había llegado al Hale.

- ¿Y cómo lo conociste?- Notó la tensión en el cuerpo de Stiles, lo vio tragar antes de que una sonrisa tensa se plantara en su cara.

- Nos metimos en la propiedad de su familia sin querer.- Mintió mientras detenía el coche delante de uno de los miradores que usaban Derek y Scott para entrenar sin que nadie les molestara.- Se mostró arisco al principio, pero como está solo aceptó pronto nuestra amistad.- Siguió explicando mientras quitaba las llaves del contacto.

Jackson se dio por satisfecho, aunque no había pasado por alto la incomodidad de Stiles para tratar ese tema. Al bajar el rubio no pudo evitar soltar una exclamación de asombro. Él conocía casi todos los miradores públicos del pueblo, pero ese era muchísimo mejor. Podía verse hasta las luces del siguiente pueblo. Se acercó a la barandilla y se apoyó allí mirándolo todo impresionado.

- Sería muchísimo más bonito si el pueblo se quedará sin luz y se aprecian las estrellas.- Comentó Stiles abrazándolo por la espalda y apoyando su barbilla en el hombro de Jackson.

- Sí, pero aun así es precioso.- Murmuró Jackson girando su cara levemente y dejando un beso en los labios de este.- ¿Entonces, aceptarías ser mi novio oficialmente?- Preguntó con una sonrisa temblorosa, notó el sonrojo de Stiles y como este aceptaba acercándose para besarlo, el rubio se giró y lo atrajo más a él, quedando totalmente pegados.

A Jackson le hubiera gustado hacer alguna promesa, pero no quería pecar del mismo optimismo vacío que tuvo con su relación con Lydia. Quería ir día a día, no prometer futuros inciertos.