One-Shots 2 (Teen Wolf)

51. Sterek (2/2)

La noche se ciñó en ese pequeño pueblo de México. Desde la muerte de su pareja, Stiles había sido incapaz de mantenerse más de dos días seguidos en su casa. Había viajado mucho, por todos Estados Unidos, hasta que llegó a la conclusión que debía mudarse de ciudad. Esperó hasta que sus dos últimos amigos dejaron ese mundo para hacer las maletas y dejar a su hijo a cargo de la manada.

Desde hacía ya veinte años, Stiles había decidido establecerse en México, alejado de California, pero lo suficiente cerca para ir en caso de que la que manda lo necesitara. El idioma no fue un problema para él, Derek mientras estuvo vivo, le enseñó un poco de español y allí lo perfeccionó. Aunque su convivencia con la gente de ese pueblo era escasa, ya que se remitía a la noche o algunas mañas que Stiles salía tan tapado que apenas era posible reconocerlo, pero sin importar ese inconveniente se había conseguido integrar bien en el pueblo.

Stiles salió a caminar cuando la luz del sol había desaparecido, le sonrió a su vecina antes de caminar con las manos en su bolsillo. Su apariencia y ser extranjero le ayudaba mucho a encontrar las víctimas perfectas para alimentarse. Al volver alimentarse de sangre humana, cosa que había dejado de lado mientras mantenía una relación con Derek alimentándose únicamente de sangre animal, intentaba dejar varios días entre una comida y la siguiente, para levantar menos sospechas. Esa noche necesitaba alimentarse, si no no estaba seguro de no comerse al gato de la vecina. Caminó por los suburbios de este, buscando al pedazo de mierda más despreciable que se cruzara con él para beber un poco de su sangre. Pasó por delante de un grupo de cinco hombres que parecían estar consumiendo algún tipo de drogas.

- Mirad a ese gringo, yo creo que se ha perdido.- Dijo uno de ellos haciendo que Stiles sonriera levemente al escucharlo.- Podría ser un buen pasatiempo, wacha ese culo.- Dijo el mismo ganándose quejas de los otros que estaban con él.

- No manches, es un hombre.- Stiles se detuvo en una esquina mientras miraba el móvil, esperando que alguno de ellos se acercara a él.

- Voy a ir a por ese gringo.- Dijo ignorando las quejas de sus compañeros, Stiles puso su cara de perdido y guardó el teléfono antes de mirar alrededor.- ¿Te has perdido?- Preguntó este en inglés dejando sorprendido a Stiles, este sonrió avergonzado.

- Si, no sé llegar a la estación de tren.- Le contestó en español, el hombre sonrió dándole una mirada rápida antes de cruzar los brazos en su pecho.

- Te puedo llevar ¿Me sigues?- Stiles asintió emocionado y se dejó guiar por ese hombre, sabía que lo llevaría a algún sitio donde no les vieran, así que aprovecharía para alimentarse.

El hombre giró en un callejón sin salida antes de empujarlo contra la pared. Stiles lo miró con una sonrisa llena de malicia que dejó descolocado al hombre. En un movimiento rápido tenía al hombre contra la pared de espaldas a él. Stiles se acercó y separó la camiseta de este, dejando el cuello de este al descubierto, notando como el hombre temblaba entre sus brazos.

- Te equivocaste de gringo.- Susurró antes de clavar sus colmillos en el cuello de este y empezar alimentarse.

Le tapó la boca, aun sabiendo que allí nadie saldría a ver qué pasaba si escuchaban gritos. Se aseguró de no dejarle ni una gota de sangre en el cuerpo antes de dejarlo tirado en el suelo. Miró las heridas que este había dejado en su mano al morderle y negó con cansancio viendo cómo se curaban a los segundos. Pasó la lengua por su labio cogiendo los últimos rastros de sangre, dejó salir un gemido satisfecho al sentirse lleno. Un ruido al principio del callejón hizo que girara su cabeza y todo su cuerpo flaqueo al ver una copia de Derek de apenas unos diecisiete años. El chico al verse descubierto salió corriendo, Stiles corrió en su dirección atrapándolo a los segundos de girar la esquina, le tapó la boca y lo metió en otro callejón antes de estamparlo contra una pared. El chico lo vio aterrorizado mientras Stiles se perdía en los ojos verdes de este.