One-Shots 2 (Teen Wolf)

18. Sterek (2/2)

La citación al juicio llegó a casa de su padre una mañana que solamente estaba él en casa. Quiso ilusionarse, pero sabía que a partir de ese momento sería una cuenta atrás para dejar a Derek peor que mal. Lo único que le dolía era que Liam fuera testigo de como sus padres se sacaban la mierda mutuamente. Pero el lobo lo había querido así, negó con cansancio poniéndose el traje delante del espejo. Esta sería la última vez que tuviera que ver a Derek, esperaba que también, la última vez que el lobo tuviera a Liam. La puerta se abrió dejando a la vista a Jackson peinándose el cabello rubio oscuro con la mano. Stiles sonrió mientras dejaba salir el aire de sus pulmones.

Desde que la manada se había enterado de lo que había pasado se había dividido en dos bandos muy pronunciados. Con él solamente se había quedado Jackson, Scott y Lydia. En cambio Derek contaba con Boyd, Isaac, Erika, Malia y Peter. Y aunque a Stiles le dolía haber perdido la amistad con Isaac, nunca se arrastró por ellos. Para su suerte Jackson, gran abogado, le había dado la razón sin ni siquiera tener que oír la parte de Derek. Porque aunque Jackson fuera un narcisista, tenía claro que la confianza en la pareja era clave, y las deslealtades no le gustaban nada. Por ese motivo se había convertido en su abogado, asegurando que consiguieron la custodia de Liam.

Stiles bajó junto a Jackson ignorando lo solitaria que se sentía la casa del abogado. Por temas del juicio había hecho un último ensayo el día anterior, provocando que Stiles se quedara en casa de este a dormir. El kanima lo detuvo, antes de que entrara al Porsche, mirándolo muy seriamente.

- Stiles nos conocemos muy bien.- Stiles asintió de acuerdo con esa afirmación presintiendo que venía un reproche después.- Así que no te dejes llevar por tus emociones, Derek es un capullo y es lo que vamos a demostrar, no te dejes pisar y no te contradigas.- Stiles asintió con seguridad consiguiendo que Jackson sonrió orgulloso.

Ambos hombres entraron al coche conduciendo hasta el juzgado de Beacon Hills, donde ese día sería escenario del primer divorcio y pelea por la custodia desde hacía diez años en el pueblo. Stiles estaba nervioso, no solo por la posibilidad de perder la custodia de su hijo, sino el como podría afectar eso a su trabajo o al de su padre, odiaría que la reputación de su padre se viera manchada por él.

Los dos bajaron entrando a ese edificio de piedra gris. Stiles no tardó en divisar a Derek con el abogado de la última vez y con su hijo. Liam al verlo intentó liberarse del agarre de Derek, pero el lobo no le dejó antes de girarse y caminar a la sala.

- No te desesperes, pronto lo podrás abrazar todo lo que quieras.- Susurró Jackson a su oído consiguiendo que un escalofrío recorriera su espalda.- Mantente tranquilo.- Dijo antes de sonreír con arrogancia y caminar también a la sala. Stiles lo siguió unos pasos por detrás, entró y se quedó parado en la puerta, viendo los dos bandos. Tragó saliva y caminó por el pasillo del medio hasta la silla al lado de Jackson.

- ¿Es necesario que Liam esté aquí?- Preguntó en susurro Stiles viendo lo incómodo que se sentía su hijo sentado entre Derek y el abogado. Jackson miró ahí también y suspiró triste antes de asentir.

- Por desgracia sí, seguramente le pregunten con quién prefiere irse, para tenerlo en cuenta.- Stiles lo miró sorprendido antes de negar con suavidad. Sintió una mano en su hombro y giró su cabeza encontrándose a Scott sonriéndole con la calidez que su mejor amigo siempre le proporcionaba.

- Todo irá bien, tú no tienes delitos en tu expediente. Él sí.- Stiles lo miró con una ceja alzada antes de acercarse al oído de este para susurrarle.

- Sabes el motivo de que ninguno de ellos conste, créeme saldrán a la luz hoy.- Dijo antes de volver a sentarse bien con una mueca de pena.

Porque era cierto, en su expediente si había delitos, pequeños e insignificantes, como hurto o invasión de la propiedad privada, que si no fueran por su padre estaría brillando en su expediente. La jueza entró sentándose delante de ellos, los miró ambos antes de que su mirada se quedará en el niño y negara con suavidad cogiendo los papeles.