One-Shots 2 (Teen Wolf)

26. Steter

La lluvia despertó a Stiles de su larga noche llena de pesadillas. No había dormido mucho, ya que cada vez que cerraba los ojos las imágenes de Peter siendo devorado por las llamas se repetían en su cabeza. Habían pasado ya tres meses desde que mataron al lobo fuera de control, pero esos recuerdos volvían, una y otra vez. Se despertó y le envió un mensaje a su padre avisando que no iría a clase. Había perdido cualquier motivación para seguir con una vida normal. No hacía caso a los mensajes de Scott, había recibido incluso de Derek, que habían sido ignorados de igual manera. Stiles leyó el mensaje de Lydia quedándose helado, nadie sabía de su pequeña obsesión con Peter, por eso que Lydia le pidiera hablar del lobo loco le había pillado desprevenido.

Stiles le dijo que se acercara a su casa, ambos podrían hablar tranquilamente. El chico se levantó y se vistió antes de bajar a preparar algo para desayunar. La puerta sonó y Stiles abrió dejando pasar, le ofreció un café antes de mirarla esperando que Lydia hablara primero. La pelirroja suspiró mirando el líquido oscuro de la taza. Lydia le explicó todos sus sueños, todos esos trances que tenía y que le aterraba tanto. Stiles suspiró antes de coger la mano de la chica y darle un suave apoyo, calmándola. Analizó lo que Lydia le había dicho, si lo que él entendía era cierto Peter estaba buscando la forma de revivir, y si eso era cierto él no iba a impedirlo. Dejó irse a Lydia prometiéndole que estaría vigilando.

Esa noche recibió una llamada de Lydia muy asustada, esta le había dicho que estaba aterrada y que su instinto de Banshee le estaba llevando a la casa abandonada de los Hale. Stiles la siguió viendo como hacía el ritual, Stiles se quedó oculto en la sombra, preparado para socorrer a la chica si hiciera falta. Pero su verdadero interés estaba en el centro del ritual, cuando la persona cubierta de barro se levantó abriendo los ojos Stiles sonrió respirando más tranquilo. Se acercó a él y se arrodilló al lado de Lydia que aún seguía en trance.

- ¿Tú?- Preguntó Peter viendo como el humano cogía a la banshee que se había desmayado, Stiles sonrió con suavidad dejando a Lydia tumbada en el suelo.

- Sí, necesitaba comprobar que todo estaba bien, por eso la he dejado seguir haciendo.- Peter sonrió antes de reírse con suavidad acercándose a Stiles e inhalando su aroma, había algo en él que le parecía atrayente.

Peter salió sin avergonzarse ni un ápice de su desnudez, Stiles apartó la mirada ligeramente avergonzado antes de escuchar la risa de Peter saliendo de la casa. Stiles meditó lo que podía hacer, decidiendo coger a Lydia y dejarla dentro del jeep mientras él iba detrás de Peter. Caminó por el bosque siguiendo a Peter mientras se replantea si realmente estaba bien lo que estaba haciendo. Pero cuando vio a Peter detenerse antes de salir al pueblo dejó de pensar. Corrió poniéndose más cerca del lobo evitando que alguien lo pudiera ver, pero también era cierto que a media noche en ese pueblo no había mucha gente por las calles. Peter se detuvo en un bloque de apartamentos antes de girarse para ver a Stiles.

- Ya he llegado a casa sano y salvo.- Dijo con un tono divertido que hizo que las mejillas de Stiles adquirieron un tono sonrojado.- ¿Quieres subir conmigo también?- Stiles lo miró unos segundos antes de morder su labio indeciso.

- Sí.- Dijo simplemente. Peter sonrió de forma lobuna antes de abrir la puerta dejando pasar. Había estado pendiente de los cambios en el aroma del chico, este había cambiado varias veces, sin embargo, el olor picante no se había ido en ningún momento.

El lobo lo dejó pasar y entró detrás del chico que se quedó mirando sorprendido el piso. Peter rodó los ojos antes de encerrarse en el baño para ducharse y ponerse ropa cómoda. No entendía muy bien el interés repentino del chico en él, ya que había sido uno de los que había hecho el plan para matarle. Pero no se iba a quejar, le había ofrecido la mordida, estaba convencido de que Stiles sería un buen beta, y aún lo estaba. Salió vestido encontrándose a Stiles sentado en el sofá leyendo uno de sus bestiarios.

- Pensé que vivirías en un túnel de cuevas subterráneas, como buen malvado cutre de película.- Peter se rio sentándose a su lado mirando con curiosidad el apartado que Stiles estaba leyendo.- ¿Son reales?- Preguntó señalando el apartado de hombres lobos donde hablaban de los compañeros de vida de estos. Peter hizo una mueca mientras encogía los hombros.

- Depende a quien se lo preguntes.- Dijo Peter cerrando los ojos y apoyando su cabeza en el respaldo del sofá.- Para mí no, no veo viable que alguien esté destinado a ti antes de morir. Mi hermana, en cambio, era una fiel creyente de eso.- Dijo Peter notando un olor desagradable a confusión o miedo, miró a Stiles que leía atentamente otro apartado.

- Esto me ha pasado a mí.- Susurró señalando un párrafo, Peter se inclinó ligeramente leyendo lo que le pasaba a los compañeros cuando uno de ellos moría.- Llevó mucho tiempo sin dormir bien, cada vez que cerraba los ojos veía tu muerte en bucle, había perdido las ganas de seguir.- Susurró Stiles mirando el perfil del lobo, este se quedó inmóvil antes de tragar saliva y mirarlo curioso.

Él nunca se había creído las historias esas, los compañeros era como la tontería que le contaban a los niños para dormir. Pero tampoco podía obviar que mientras estaba muerto había revivido su muerte en muchas ocasiones, y en varias de ellas había visto a Stiles quemarse en vez de él, sintiendo un dolor en el pecho insoportable. Peter miró a Stiles que volvía a estar leyendo, suspiró antes de negar con suavidad, quizás lo de los compañeros no era tanta tontería después de todo.

Peter notó un peso en su hombro, giró su cabeza encontrándose a Stiles totalmente dormido. Sonrió con suavidad quitándole el libro de las manos y llevándolo a su cama. Lo tumbó ahí antes de taparlo para que no pasara frío. Peter acarició la mejilla de Stiles con delicadeza antes de deslizar los dedos a los labios de este que estaban increíblemente rosados. Respiró hondo antes de separarse y caminar de vuelta al salón. Debía pensarse mucho si enredarse con el humano sería una buena decisión o no.