One-Shots 2 (Teen Wolf)

63. Jisaac

Desde que Jackson llegó a Estados Unidos, de nuevo, todo se había vuelto extraño. Al haberse ido a Londres sin contar con la manada, le dio un poco de miedo ir a California, así que se decantó por mudarse al otro lado del país. Jackson se había adaptado bien a la ciudad de Starling, era tranquila y había algo en el ambiente que evitaba que su Kanima llamara la atención.

Pero últimamente evitaba el máximo posible mostrar su apariencia sobrenatural, ya que las noticias sobre un justiciero enmascarado que rondaba las calles de su ciudad cada vez eran más frecuentes. Sabía que para alguien que no estuviera relacionado con lo sobrenatural él sería un enemigo al que erradicar. Así que estaba limitando lo máximo posible sus muestras.

Esa noche Jackson había salido a una cita, era la tercera con ese hombre, pero aún había algo que no le convencía. Él quería darle una oportunidad, se portaba superbién con él y lo escuchaba, pero su instinto le decía que no. Ambos se detuvieron delante de la parada de taxis mientras Hans sonreía tenso.

- ¿Hoy me vas a dejar besarte?- Preguntó el hombre mirando los labios de Jackson, este sonrió con superioridad riendo y acercándose un poco a él.

- Aún no te lo has ganado.- Susurró divertido, separándose y mirando a ver si venía algún taxi. El hombre se puso serio y agarró el cuello de Jackson empujándolo al callejón.

El Kanima lo miró sorprendido antes de que el hombre lo besara, Jacks siseó enfadado mordiéndole el labio al hombre antes de que este se separará con una sonrisa llena de maldad. Limpió la sangre de su labio con la lengua antes de golpear la mejilla de Jackson, dejándolo levemente aturdido.

- Si vas de calientapollas, te trataré como uno.- Dijo el hombre, obligando a Jackson a darse la vuelta y dejándolo acorralado contra la pared. Jackson se rio girando su cabeza con los ojos de Kanima, el hombre lo miró sorprendido, alejándose de él y tragando asustado.

- No, no, no, te estás equivocando Hans.- Dijo Jackson sacando su cola y sonriendo con superioridad.- Si te dicen que no, es que no.- Dijo antes de hacer un corte en la mejilla de este, vio con gozo como el hombre se quedaba en el suelo mirándolo todo asustado. El Kanima se agachó para quedar a su altura mientras se reía pasando sus garras por el torso de este rompiendo la ropa de marca.- ¿Debería cortarte la polla para que aprendas?- Preguntó divertido viendo la mirada llena de terror que este le mandaba, algunas lágrimas cayeron haciendo reír a Jackson.- Cobarde.- Susurró levantándose y pisándole la polla para vengarse un poco.

Dos golpes secos se escucharon al otro lado del callejón, Jackson se quedó congelado al ver dos encapuchados ahí. Uno de ellos iba de verde y le estaba apuntando con un arco, por el ruido de la cuerda no le quedaba mucho para disparar. Detrás de este había otro que iba de rojo granate, ligeramente más alto que él de verde, este no le apuntaba, pero tenía un olor conocido.

- ¿Jackson?- Preguntó el de rojo poniendo una mano en el brazo del de verde, este destenso la cuerda del arco mirando a su compañero.- ¿Jackson, eres tú? ¿Qué haces aquí?- Preguntó el de rojo quitándose la capucha, Jackson lo miró sorprendido antes de reírse con suavidad.

- Ricitos.- Dijo antes de acercarse, ocultando su apariencia sobrenatural, y abrazando al hombre.- ¿Qué haces aquí, Isaac? ¿Y la manada?- Preguntó separándose de este, él de rizos sonrió culpable rascándose el cuello.

- Me mudé a Francia con Argent cuando Allison murió, no me atreví a volver con la manada.- Jackson se rio por la ironía de la vida. Jackson desvió su mirada al hombre que aún tenía la capucha verde puesta.- Oh, es un amigo y mentor, mis capacidades de lobo ayudan más aquí que en el pueblo.- Dijo Isaac con una sonrisa avergonzada.- Oliver, él es Jackson, un miembro de mi antigua manada.- Dijo con una sonrisa sincera. El hombre se bajó la capucha dejando ver a un hombre mayor que ellos, con una mirada fría y mirándolos serios.