One-Shots 2 (Teen Wolf)

148. Sterek (1/2)

Las risas de la manada le hicieron sentir un poco más sucio de lo que ya se sentía, por eso simplemente se despidió con la mano de todos sus lobos y bajó al camaro. No había necesitado buscar su objetivo, sabía que se encontraba encima del regazo de su tío, cosa que odiaba muchísimo y que lo había empujado a ir al sitio al que iba. Nunca había sido un tío que necesitará hacer eso, gracias a su físico tenía a todas las personas que quería dispuesta a darles todo, pero en ese momento había una persona que se había convertido en su obsesión y no estaba disponible. Así que no dudó de que era el momento perfecto para conocer el local que había escuchado que era una maravilla.

Aparcó delante de un local, a dos pueblos de distancia, por fuera no parecía mucho más que un edificio de oficinas, cosa que agradeció. Se bajó y entró ligeramente inseguro, pero esa era una decisión que había meditado un poco, con unas cuantas cervezas adulteradas en su cuerpo. La sonrisa de la recepcionista no le ayudó a sentirse menos sucio, pero aun así se detuvo y carraspeó mirando alrededor.

- ¿Quiere contratar un servicio?- Preguntó interesada, dando suaves golpes con la uña en la mesa.

- El especial.- La sonrisa de esta se volvió sucia mientras comenzaba a teclear, Derek sintió rechazo al segundo, casi al mismo tiempo que el olor a darach llegaba a su nariz.

- Tenemos disponible a una en la planta tres. Al fondo a la izquierda está el ascensor, después busca la puerta cuatro y pon el código 1456. Te espera.- Derek asintió siguiendo las indicaciones de esta.

Limpió las manos en su pantalón mientras ascendía, quizás se estaba equivocando, quizás esa era la peor idea que se le había pasado por la cabeza. Pero no aguantaba más, ver a esa pareja día tras día le estaba haciendo odiarlos ambos, estaba haciendo que su atracción hacia él fuera enfermiza. Quería creer que después de hoy eso menguaría, que sería capaz de ser feliz por ellos.

Tecleó el código y entró en la habitación, una mujer lo miró desde la cama con una sonrisa mucho más suave que la de la recepcionista. Esta se acercó observándolo captando todos los detalles que pudiera.

- ¿Lobo?- Preguntó curiosa, Derek asintió ganándose una mueca.- Hay algunas normas, nada de dolor, nada de marcas.- Derek volvió a asentir consiguiendo que la chica alarga la mano.- También hay limitaciones, no puedo imitar voces. Ahora dame un vídeo de la persona.- Derek sacó el teléfono y buscó rápidamente un vídeo dónde salía entrenando sin camiseta, se le veía completamente así que la chica no tendría detalles vacíos.

Cuando esta se lo vio dos veces se lo devolvió y se encerró en el baño. Derek se sentó en la cama moviendo la pierna nervioso, nunca había visto a una de su especie en persona, así que no sabía qué tan igual sería. Cuando la puerta se abrió Derek retuvo un jadeo, la persona que estaba delante era Stiles. Si no fuera por qué sabía dónde estaba y con quién, se lo hubiera creído. Se acercó unos pasos y acunó la mejilla de este, girando levemente la cabeza para ver cómo había conseguido replicar todos sus lunares.

- Puedo aguantar más o menos dos horas en esta forma, así que si quieres aprovechar el servicio no tardes mucho.- Tal y como abrió la boca y la voz de la chica se filtró por los labios de Stiles, se dio cuenta de lo absurdo y perturbador que era eso.

- Vale, pero no hables, por favor.- La chica asintió ofreciéndole una sonrisa, acostumbrada a recibir esa petición.

Derek bajó su mano quitándole el tirante del camisón, dándose cuenta de la increíble habilidad de las de su especie. Cuando este cayó al suelo Derek tragó saliva contemplando todo el cuerpo del Stiles que tenía delante. Gruñó acercándose y besándolo, notando como esa lujuria enfermiza iba en aumento.

El sonido de su teléfono hizo que se separara, viendo como Stiles jadeaba con los labios rojos y brillantes. Negó intentando centrarse y miró el teléfono para ponerlo en silencio, no iban a molestarle en ese momento. Pero se quedó quieto, viendo cómo en el identificador de llamadas aparecía el nombre de Stiles.