One-Shots 2 (Teen Wolf)

117. Stheo - Diablo

Y no tenía que hacerse y se hizo la dura
Yo nadaba por verla a pesar de la bruma
Con una copa en la mano, le iluminaba la luna
Por fuera siempre reía, por dentro gritaba ayuda

Ella parece el diablo cada vez que me mira
Yo solo el condenado a vivir siempre en su mentira
Me agarra fuerte la mano y cuando ella quiere me tira
Y me hace sentir el malo porque me arrastra a su vida

No sé de que manera voy hacer pa' que me quieras
Si tienes en tu puño apretando mi corazón
Tú pa' mí eres perfecta, yo para ti soy cualquiera
Cualquiera que se arrastra, el que te da sin condición

Tú fuiste la de siempre, eclipsabas la luna

Generabas corriente, no había ninguna duda
Tú me diste la mano, yo giré tu cintura
Y los dos nos leímos como literatura

Desde la nueva incorporación a la manada esta estaba un poco tensa, se habían formado dos claros bandos dentro de la propia. Los miembros se habían acabado posicionando, o en caso de otros obligados a inclinarse por uno de ellos. Theo tenía poco a su favor, y, por una parte, lo entendía, ni él mismo confiaría en que venía en son de paz después de todas las putadas que les había hecho, pero esa era la realidad. Solo quería una manada en la que estar y sentirse seguro. Se había sorprendido al ver a Mason, Liam e Isaac ponerse de su lado. Por otra parte, no le había sorprendido que el otro bando, que quería mandarlo a la mierda, lo encabezaran Scott y Derek, pero había algo que le chirriaba. Había visto la duda en la mirada de Stiles, como su primera intención había sido seguir a Liam para defenderle, pero como el agarre de Scott en su muñeca lo había detenido y conseguido que el humano tragara saliva, quedándose en un segundo plano detrás de los Alphas. Y cada vez que lo miraba en los ojos podía leer un poco más de Stiles, podía leer los miedos o la tensión que había en su cuerpo cada vez que Scott se movía. Pudo imaginar lo que había pasado ahí, no tardó mucho en entender y apartar la bruma que impedía que se viera la realidad, y estaba seguro de que eso había surgido a partir de su aparición y la del nogitsune. Haciéndole sentir el malo de nuevo. 

Por eso, cuando Scott se acercó a Liam para hablar con él, dándole la oportunidad a Stiles de irse, él lo siguió intentando que nadie más los viera. Cuando entró en el ascensor antes de que la puerta se cerrará, el humano lo miró sorprendido, pero no dijo nada.

- Eres fácil de leer.- Susurró la quimera apoyándose en la pared y mirando al frente.- ¿Cuánto llevas así?- Stiles carraspeó y mordió su labio indeciso.

- Desde la jugada maestra con el nogitsune.- Susurró viendo como Theo detenía el ascensor.- Pero no es lo que crees, estamos bien, ahora sí.- Dijo haciéndose el duro, poniendo la coraza que había tenido que crear para no preocupar a los demás.

- Sí, ya lo veo.- Dijo la quimera al ver lo que parecía un morado en la muñeca de este. Stiles dirigió su mirada ahí y bajó su camiseta con una sonrisa.- No tienes que hacerte el duro conmigo, sé que es sufrir maltrato.- Stiles negó apartando la mirada y apoyándose también en la pared del ascensor.

- No, no lo sabes.- Dijo con dureza cerrando los ojos.- Nadie me maltrata, estoy bien.- Volvió a decir consiguiendo que Theo rodará sus ojos cansado. Al parecer la bruma tapaba mucho más ojos de lo que pensaba.

Stiles se quedó en silencio, esperando que la quimera pusiera en marcha de nuevo el ascensor, pero este simplemente alargó su mano y tocó el brazo de este para que lo mirara. Sin decir nada, lo atrajo a él y lo abrazó, notando la resistencia que puso el humano, pero como en segundos se relajaba y se lo devolvía, temblando suavemente como si quisiera llorar y no se lo permitiera.

- He venido a esta manada y no a otra por ti, sabía que tú me entenderías, pero vi el miedo en tu mirada cuando Scott no te permitió ponerte de mi bando.- Susurró contra el pelo de este.- Quiero que sepas que puedo vivir una mentira si con eso tú estás a salvo, pero puedo ser el malo si con eso te pongo a salvo.- Dijo apartándose para poder verle a la cara, Stiles sonrió con vergüenza notando como el ascensor se ponía de nuevo en marcha, ambos se separaron quedándose a tres palmos de distancia.