Epílogo

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Ella no podía parar de reír, por lo que él la silenció con un beso. Sus labios eran tibios y acogedores, y ella cedió a su beso como una auténtica ninfómana. Porque hay veces en la vida en que Ken no elige a Barbie. Y por ese motivo, Peter tenía que ser recompensado

Epílogo

Peter salió del ascensor al mirador del Hilton y miró a su izquierda. Una mujer vestida de rojo miraba hacia el brillante centro de Buenos Aires. El pelo, rizado y oscuro, le caía sobre los hombros y la cálida brisa había lanzado algunos mechones sobre su cara. Acababan de cenar en el restaurante que había debajo y, mientras él esperaba la cuenta, ella había subido hasta el mirador.

Mientras lo observaba caminar hacia ella, las comisuras de sus rojos labios se curvaron formando una seductora sonrisa.

-Bonita noche para mirar las estrellas -dijo él.

Ella se mordió el labio inferior, después susurró:

-¿Te gusta mirar?

-Soy más de los que les gusta hacer. -La rodeó con los brazos y la atrajo hacia su pecho-. Y justo ahora quiero hacerte mi esposa.

-Eso no estaba en el guión -dijo Lali.

Hacía cinco semanas que se habían casado. Cinco semanas de despertarse a su lado cada mañana. De mirarla al otro lado de la mesa del comedor, y de llevar juntos los platos al lavadero. De verla lavarse los dientes y ponerse calcetines. Nunca, ni en un millón de años, habría imaginado que todas esas actividades cotidianas podían resultar tan excitantes.

Y lo mejor de todo era que le gustaba verla trabajar. Imaginar todas esas historias eróticas, ver más allá de su cara sin maquillar, y ver a la auténtica mujer.

Desde su compromiso, dejó de escribir sobre el hecho de ser soltera en Buenos Aires. Y Jorge Domínguez regresó a su puesto tras el tratamiento médico. El Times la dejó ir y ella se convirtió en la nueva cronista deportiva del periódico rival: Clarín.

Tuvieron que planear el matrimonio durante los playoffs, y como Peter estuvo fuera de la ciudad la mitad de ese tiempo, Lali, Alelí y Candela tuvieron que hacer la mayor parte del trabajo. Lo cual a él le vino muy bien. Todo lo que tuvo que hacer fue decir: «Sí quiero.» Le resultó bastante fácil. Verla bailar con la mascota del equipo en la recepción no lo fue tanto.

Pocos meses antes de casarse, Alumni llegó a la final, pero se quedaron sin la copa porque perdieron ante Olivos en el tercer partido. Peter inclinó la cabeza y enterró la nariz en el pelo de Lali. Siempre podrían intentarlo el próximo año.

-¿Quieres ir a algún otro sitio? -preguntó Lali.

Habían pasado mucho tiempo recorriendo Buenos Aires juntos. Él, Lali y Alelí. Lali conocía todos los lugares destacados y los rincones que había que evitar.

-Quiero irme a casa -dijo. Alelí iba a pasar la noche en casa de Luz, y Peter quería aprovechar ese tiempo a solas con su esposa-. ¿Qué me dices?

Ella se giró y lo abrazó.

-Nuestra casa es mi lugar favorito.

También lo era para Peter. Pero su casa, para él, era Lali. Nunca en toda su vida había amado a nadie tanto como la amaba a ella. Tanto que a veces lo asustaba.

Él la apretó con fuerza y miró hacia la ciudad. Estaba enamorado de su mujer. Sí, sabía lo que eso significaba. Que se había retirado, cazado por una mujer bajita de carácter fuerte.

Sí, eso era lo que significaba, y no le importaba...

FIN
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Hola disculpenme por no avisarles que el capítulo anterior era el final y Hot subía el epílogo la verdad estoy en exámenes por eso es que subí rápido y no me di cuenta y espero que la hallan disfrutado recuerden está es una adptacion .
En otra entrada daré los agradecimientos
¿quieren que haga otra novela laliter ?
Respondan en los comentarios
Pdta: nos leemos de acá un rato
XOXOXO
Crystal

MAS QUE UN JUEGO-LALITERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora