-¿Dónde quieres que lo hagamos? -preguntó.
-Bueno, ésa es la cuestión -respondió él con una sonrisa cálida y sexy.
Capítulo 55:
-¿Vas a acosarme sexualmente?
Peter se cruzó de brazos y la miró a los ojos.
-¿Sería un problema para ti?
-Sí. Estoy aquí para entrevistarte.
Maldición, pensó Peter. Tenía los hombros erguidos, su mirada era directa, estaba concentrada por completo. Eso no era nada bueno. Quería acosarla.
-Siéntate.
Hacía mucho tiempo que Peter no veía a una mujer en su propia casa aparte de Felicitas. Desde que Alelí se había ido a vivir con él.
Horas antes, cuando llegó Lali y estuvieron en la sala, le había resultado extraño verla, rodeada de sus cosas. Como le sucedió poco después de conocerla, cuando miraba alrededor y la veía sentada en el avión en que viajaba el equipo o en el bus, le parecía fuera de lugar. Esta vez, sin embargo, encajaba a la perfección con el entorno. Como si siempre hubiese estado ahí.
Peter se sentó en un extremo del sofá y Lali se sentó en el medio. Varios mechones de pelo le caían por las sienes y las mejillas mientras miraba el bloc de notas y la grabadora que tenía en el regazo. Vestía un pantalón negro y blusa blanca, y Peter sabía que su piel era tan suave como parecía.
-¿Hay algún aspecto de tu pasado del que quieras hablar? -preguntó Lali, manteniendo la cabeza inclinada sobre el bloc de notas mientras lo hacía.
-No.
-Se ha escrito mucho sobre ti. Podrías aclarar algunas cosas.
-Cuanto menos diga sobre el pasado, mejor.
-¿Qué es lo que más te molesta de lo que se ha escrito sobre ti? ¿Las verdades? -Lo miró de reojo-. ¿O los inventos?
Nunca nadie le había hecho esa pregunta, y pensó la respuesta durante un segundo.
-Probablemente lo que no es cierto.
-¿Aunque resulte halagador?
-¿A qué te refieres?
-No sé. -Lali respiró hondo-. Las mujeres. Las noches enteras de sexo.
Estaba un poco decepcionado por la forma en que Lali llevaba la entrevista. Como no había puesto en marcha la grabadora, dijo:
-Nunca ha habido noches enteras de sexo. Si permanecí alguna noche despierto fue porque estaba desvelado.
Ella bajó la mirada de nuevo y se mordió el labio inferior.
-La mayoría de los hombres se sentirían halagados si se hablara de ellos como atletas del sexo.
Peter pensó que debía confiar en ella, o no le habría dicho lo que acababa de decirle. Y tampoco lo que iba a añadir:
-Si me pasaba toda la noche desvelado, no era por el sexo. No sé entiendes lo que quiero decir.
-¿O sea que no te resultan halagadores todos esos comentarios sobre ti y las mujeres con las que has estado?
Peter supuso que le hacía aquella pregunta porque era un poco mojigata y se sentía intrigada por esa clase de cosas.
-En realidad, no. Estoy intentando rehacer mi carrera y todos esos chismes enturbian lo verdaderamente importante.
-Ah. -Lali puso en marcha la grabadora-. En el ranking de los cincuenta mejores jugadores de esta temporada, ocupas el sexto puesto, el segundo entre los fullbacks -dijo cambiando de tema-. El año pasado no aparecías en la lista. ¿Qué crees que ha contribuido a esa brillante mejora respecto de la temporada pasada?
Debía de estar bromeando.
-No he mejorado nada. El año pasado apenas jugué.
-Se han dicho muchas cosas este año respecto a tu recuperación. -Parecía tensa, como si estuviera nerviosa, lo cual no dejaba de ser sorprendente. Peter no creía que hubiera muchas cosas capaces de ponerla nerviosa-. ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que has tenido que superar? -preguntó.
-Conseguir que me dieran otra oportunidad para jugar.
-¿Cómo están tus rodillas?
-Al ciento por ciento -mintió él. Sus rodillas nunca volverían a estar como antes de la lesión. Mientras siguiera jugando tendría que convivir con el dolor y la preocupación.
-He leído que cuando empezaste a jugar en la liga infantil lo hacías en segunda línea. ¿Qué te llevó a convertirte en portero?
Aparentemente, su investigación había ido más allá de su vida sexual. Por alguna extraña razón, eso no lo irritó como solía irritarlo.
-Jugué de lock desde los cinco años hasta los doce. El fullback de nuestro equipo nos dejó a media temporada y el entrenador nos miró a todos y dijo: «Peter, ponte cerca de los palos. Eres el fullback.»
Ella rió, aparentemente más relajada.
-¿En serio? ¿No naciste con el ferviente deseo de atacar a todos?
A Peter le gustaba su risa. Era sincera, y hacía que sus ojos brillaran.
-No, pero pronto me convertí en un buen fullback.
Ella anotó algo en el bloc de notas.
-¿Alguna vez has tenido la tentación de volver a tu posición original?
Él negó con la cabeza.
-No, no. En cuanto me cambiaron de posición, ya no quise salir de allí. Nunca me lo he planteado siquiera.
Ella volvió a mirarlo.
-¿Te has dado cuenta de que a veces tienes un acento del interior?
-¿Todavía? He trabajado mucho para evitarlo.
-No lo hagas. A mí me gusta.
Y a él le gustaba ella. Quería dar respuestas inteligentes, pero al mirarla, con su brillante pelo y sus labios rosados, de repente no le importó mostrarse inteligente.
-Entonces, supongo que no seguiré trabajando en ello...
Lali sonrió, y volvió a centrar su atención en el bloc de notas.
-Algunas personas dicen que los fullbacks son diferentes del resto de jugadores, que son totalmente diferentes. ¿Estás de acuerdo?
-Seguramente es verdad, hasta cierto punto. -Peter apoyó la espalda en el sofá y estiró los brazos sobre el respaldo-. Jugamos un partido diferente del que juegan los demás jugadores. El rugby es un deporte de equipo, salvo para nosotros. Un fullback siempre juega, por decirlo de algún modo, un uno contra uno. Si se equivoca, se perjudican todos.
-No se disparan los flashes ni grita la multitud cuando a uno el contrario hace tries o anotaciones, ¿no es eso? -preguntó ella.
-Exacto.
-¿Cuánto te cuesta superar una derrota?
-Eso depende del tipo de derrota. Estudio la grabación del partido intento comprender cómo podría hacerlo mejor en el próximo y, por lo general, al día siguiente ya lo he superado.
-¿Cuáles son tus rituales anteriores a los partidos?
Permaneció en silencio hasta que, finalmente, ella giró la cabeza hacia él, entonces preguntó:
-¿Aparte de que me llames pedazo de tonto?
Continuará...