en mi vida.
Su corazón se hundió. No la creía.
Capítulo 80:
-He estado dándole muchas vueltas a lo largo de la semana, y me he dado cuenta de que en todas mis relaciones con hombres siempre he dejado una vía de escape por miedo a que me hirieran. La historia de Bomboncito de Miel era mi vía de escape. El problema fue que no pude salir todo lo deprisa que quería. -Respiró hondo y añadió-: Te amo, Peter. Me enamoré de ti, y tenía miedo de que nunca me amaras. En lugar de pensar que una relación contigo no tenía ningún futuro debería haber luchado por lograr que funcionara. Debería... No sé qué. Pero ahora sé que lo he echado todo a perder. Sé que la culpa es mía, y te pido disculpas. -Al ver que no decía nada, su corazón cayó en picada. No tenía nada más que decir, excepto-: Esperaba que pudiéramos seguir siendo amigos.
Él enarcó una ceja con expresión de duda.
-¿Quieres que seamos amigos?
-Sí.
-NO-. Nunca había imaginado que una sola palabra pudiese herir de aquel modo. -No quiero ser tu amigo, Lali.
-Te entiendo. -Lali inclinó la cabeza y caminó hacia la puerta. No creía tener más lágrimas que llorar. Creía que ya había llorado todo posible, pero estaba equivocada. No le importaba si el resto del equipo de Alumni estaba en el túnel; tenía que salir de allí y alejarse. Agarró la chapa de la puerta y tiró, pero no pasó nada. Tiró con más fuerza, pero la puerta no se movió. Quitó el cerrojo, pero aun así no se abrió. Vio entonces que la mano de Peter, apoyada en la parte de arriba de la puerta, impedía que se abriera.
-¿Qué estás haciendo? -le preguntó Lali volteándose para mirarlo de frente. Estaba tan cerca, que su nariz quedó a escasos centímetros de su pecho y pudo oler el aroma del algodón limpio de la camisa mezclado con el del desodorante.
-No juegues conmigo, Lali.
-No estoy jugando.
-Entonces, ¿por qué me dices que estás enamorada de mí y al instante siguiente quieres que seamos amigos? -Peter colocó los dedos bajo la barbilla de Lali y la obligó a mirarlo-. Ya tengo amigos. Yo quiero algo más que eso. Soy un tipo egoísta, Lali. Si no puedo ser a quien esté a tu lado, tu amante; si no puedo tenerlo todo de ti, entonces no quiero nada.
Inclinó la cabeza y la besó, fue una ligera presión en sus labios, y las lágrimas que ella había estado intentando contener le llenaron los ojos. Agarró entonces la camisa de Peter y apretó fuerte. Quería ser su amante, y en esta ocasión no inventaría razones para acabar con todo. Lo amaba con todas sus fuerzas.
Él deslizó su boca por la mejilla de Lali y le susurró al oído:
-Te amo, Lali. Y te he extrañado. Mi vida es una mierda sin ti.
Ella le empujó y le miró a la cara.
-Dilo otra vez.
Él alzó las manos hasta su cara y le acarició las mejillas con los pulgares.
-Te amo, y quiero estar contigo porque a tu lado me siento mejor. -Le colocó el pelo detrás de la oreja-. Una vez me preguntaste qué era lo que veía cuando miraba hacia mi futuro. -La tomó de la mano-. Te veo a ti -agregó, y le besó los nudillos.
-¿No estás enojado conmigo? -preguntó Lali.
Él negó con la cabeza y sus labios rozaron el reverso de su mano.
-Creí que lo estaba. Creí que iba a estar enfadado contigo para siempre, pero no lo estoy. No entiendo realmente tus razones para mandar la historia de Bomboncito de Miel, pero ya no me importa. Creo que me molestó más el hecho de sentirme engañado que la historia en sí. -Apoyó la mano en su pecho-. Cuando te vi esperándome, mi rabia se evaporó y supe que sería el hombre más tonto del mundo si te dejaba ir. Quiero pasar el resto de mi vida conociendo tus secretos.
-No tengo más secretos.
-¿Estás segura de que no hay otro más? -Pasó un brazo por su espalda y la besó en el cuello.
-¿A qué te refieres?
-¿No serás ninfómana?
-¿Hablas en serio?
-Bueno...
Lali negó con la cabeza y dijo en voz baja:
-No -antes de echarse a reír.
-Shhh. -Peter la apartó de sí y la miró a la cara-. Alguien podría oírte, y sería nuestro fin.
Ella no podía parar de reír, por lo que él la silenció con un beso. Sus labios eran tibios y acogedores, y ella cedió a su beso como una auténtica ninfómana. Porque hay veces en la vida en que Ken no elige a Barbie. Y por ese motivo, Peter tenía que ser recompensado
Continuará...
