El mago y el alfa compraron un six pack y se sentaron a beberlo en el estacionamiento más cercano a los dormitorios de Yunara. No había ningún otro lugar al que ir porque no valía la pena conducir lejos solo por un par de horas. El ambiente era extraño, como si los dos supieran que se avecinaba un vacío, un final.
Una enorme camioneta blindada les daba algo de privacidad, aunque sin un alma cerca no la necesitaban. Esa noche estaba desolada como si quisiera reflejar sus almas. Fue idea de Hongjoong poner música desde su teléfono. Últimamente de los silencios con Mingi no salía nada bueno y en esos momentos no tenía su habitual chispa para conversar. Tampoco tenía nada que decir. No había nada que arreglar, nada que negociar. Nada que contar.
La canción deprimente que sonaba le calaba hasta los huesos.
Oh, my precious ember burning
My sweet glowing light
From the moment I first saw you
I was yours and you were mine
Deep down we both knew
You were trouble by design
And the echo of my mother's words
Baby, don't you play with fireEl mago sintió que se dejaba caer en la desesperación de sus notas y empezó a besar a Mingi sin pensar en nada más. El sentimiento lo sobrecogió y erizó su piel mientras el alfa correspondía su morreo. Mingi pareció dudarlo al principio, Hongjoong fue consciente de cómo apretó su botella antes de dejarla abandonada para apretar su cintura en su lugar. Sus jadeos se entremezclaron como no supieron hacerlo sus palabras. Mingi sabía a esa cerveza barata que Hongjoong todavía no aprendía a disfrutar salvo si era de esa forma, a través de esas almohadillas carnosas. Desde el inicio del verano hasta ese momento nunca le dijo al alfa que él en realidad prefería tomar té. Pero el té no venía en botellas con tapas de lata, así que se habría perdido de ver a Mingi abriéndolas con sus colmillos. A esos colmillos que aprendió a provocar despegándose a mitad del beso. Mingi los hincaba en sus labios para castigarlo, pero en ellos no dejaba muesca alguna.
En algún momento, Hongjoong se separó de verdad. Bajó la cabeza huyendo de los ojos azules. Un sonido metálico acompañó uno de los trágicos versos de la canción que seguía sonando. La cremallera de Mingi cayó por obra de sus propios dedos.
—Espera —jadeó el alfa, pero el mago no hizo caso. Metió la mano en el espacio abierto de la cremallera y sobó el bulto que se asomaba. Sonrió complacido por encontrarlo tan despierto y quiso acercar la boca—. Joder, que esperes —gruñó el alfa.
Hongjoong alzó los ojos para encontrarse con una mirada de enfado y calentura, y unos labios enrojecidos por todos los besos que él mismo había buscado. La mano áspera del lobo lo tomó por la quijada, hundiendo su pulgar en una mejilla, el resto de dedos en la otra, y tapándole la boca con la palma de la mano.
—¿No quieres? —suspiró Hongjoong con impaciencia, con la voz ahogada en esa mano. Su aliento chocó contra la palma del lobo, y con sus dedos fríos acarició el dorso de la misma con cariño, buscando convencer.
—Joder, no voy a querer —gruñó apretando los cachetes del mago. Le dio un tirón para atraerlo a la par que se inclinaba hacia él—. Pero no creo que sea el momento, algo te pasa.
El anaranjado jadeó con una mueca impaciente. ¿Qué más podía importar en un instante dónde solo eran ellos dos? De todas formas ninguno de sus problemas se solucionaría hablando. Por eso negó con la cabeza y tiró de la pretina abierta de los pantalones ajenos, pero antes de que pudiera liberar el final de aquel caminito de pelos plateados, Mingi se desesperó. Súbitamente lo tomó por los hombros y lo hizo levantarse, levantándose él también. Arremetió hasta estamparlo contra la camioneta blindada, que, por pura suerte no tenía alarma. El lobo le rugió en la cara, enseñando sus colmillos. Le metió el pulgar en la boca y presionó su lengua.
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Don't Lose Your Grip on Love {Minjoong}
RomanceYunara es la única universidad del reino que admite a todas las razas sobrenaturales que se han sumado al acuerdo civil. En su campus los aburridos y estudiosos magos, futuros eruditos, conforman la base de la pirámide de popularidad, mientras que l...