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Queridos lectores, al final les ofrezco una disculpa.


«Los Primeros» fueron un grupo de seis familias de magos descendientes de las criaturas primigenias, aquellas que emergieron del océano de magia para encauzar el Río. A su vez, del Río surgieron los magos comunes. Los Primeros gobernaron Haneul desde antes de que se pactara la partición entre el mundo mágico y el mundo humano. Fueron ellos los pioneros en soñar con un reino poderoso que sólo conociera el esplendor, pero se convirtieron en tiranos y exterminadores. La magia evolucionó, las nuevas razas aparecieron, pero las mentes arcanas de los Primeros se quedaron atrás, incapaces de aceptar lo que era diferente a ellos. Fue por eso que los magos comunes se revelaron. Se alzaron contra sus malvados antecesores, y las demás razas sometidas no tardaron en unirse a la lucha.

Pero eso no bastó para derrocarlos. Aunque la magia de los Primeros se había debilitado con el paso del tiempo, seguían teniendo un poder exhuberante que imperaba sobre todo lo demás. Hizo falta un impulso extra, una fuerza que se equiparara a la del enemigo.

Esa fuerza fueron los Kim.

Cuando la familia Primera más poderosa le dio la espalda a las otras cinco, Haneul consiguió su ansiedad libertad de la dictadura, pero a los magos de hoy les encanta olvidar esa parte de la historia.

Antes de su caída, el Concejo mágico estuvo conformado por las cabezas de las familias Primeras. Después, el Concejo se mantuvo para el gremio mágico, pero pasaron a conformarlo aquellos magos comunes que por mérito se ganaron un lugar en él. También surgió lo que cambiaría radicalmente el destino del reino: se redactó el sagrado Acuerdo Civil, un decreto fundamental e inamovible con el que se dio fin a la cacería de razas y estableció el funcionamiento del reino. En el momento de su concepción sólo fue firmado por los magos y los celestiales, las dos razas mayoritarias, pero en esa versión temprana del acuerdo ya se estipulaba que todos los territorios que ya eran ocupados por las demás razas debían ser respetados tal y como estaban entonces. Las ciudades seguirían creciendo hacia las tierras de nadie, y dentro de ellas se respetarían las diferencias. Los ciudadanos tendrían tantos derechos como deberes, y, a través de una licencia otorgada por las autoridades, demostrarían que eran aptos para vivir en sociedad.

Poco a poco las demás razas empezaron a unirse, atraídas por las ventajas de una sociedad incluyente y próspera. Por eso se volvió imperioso el surgimiento de dos figuras más amparadas en el Acuerdo Civil: El Parlamento de Haneul, como máxima autoridad del reino en el que todas las razas tuvieran representación, y La Alianza, como ente protector y regulador del Acuerdo Civil.

Con esos organismos, Haneul empezó un lento camino hacia la paz. En ese nuevo panorama más o menos justo y respetuoso no había espacio para Los Primeros. Todas las familias Primigenias eran vistas como tiranos sin escrúpulos, y para el gremio mágico eran una verguenza tanto como una amenaza. Les temían. Se dictó pena de muerte a las cabezas de ese momento y a todos los adultos cuyos actos crueles pudieron comprobarse con evidencia, pero, ¿y el resto? ¿Iban a exterminar a los inocentes y a los niños? Desde luego que no. Además, el poder que tenían esos linajes no se podía desperdiciar, pero para conservarlo había que mantenerlos bajo control. Y eso también fue posible gracias a los Kim. Con el respaldo de los Kim, el Concejo de magos le pidió al Parlamento que le dejaran la custodia de los Primeros a los magos, aunque los crímenes de estos hubieran cometido fueran en contra de todas las razas. El Parlamento lo concedió con una condición: Los crímenes de los Primeros eran tan grandes que nunca debían ser olvidados. La condena sería perpetua y aplicaría para todo el que tuviera sangre primigenia en sus venas, incluso si dicha sangre se diluía. Los que ya habían nacido y los que estaban por nacer, todos tendrían que llevar el estigma de sus antepasados. Así, las familias Primeras vivirían alejados de las demás razas, siempre al servicio del Concejo y custodiados por los Kim, quienes, en un acto de entrega y buena fe, se confinaron a sí mismos dentro de un lugar mágico por encima de las demás familias para regirlas con mano de hierro.

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⏰ Última actualización: Jul 21 ⏰

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Don't Lose Your Grip on Love {Minjoong}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora