—¿El padre de Reese te ha pedido que vayas a cenar a su casa para que conozcas a su esposa? —preguntó Wooyoung con una mueca ácida que consistía en la nariz arrugada y la boca muy abierta—. De raros se han pasado tres pueblos.
Abrazaba a Mingi desde atrás y miraba por encima de su hombro a los extraños visitantes. Habían aparecido frente a la cabaña Song la mañana siguiente a la cita de Mingi con Azrael. Eran dos, un hombre y una mujer. El hombre tenía el cabello negro, peinado de forma prolija hacia atrás, y ella tenía una trenza rubia que le caía por la espalda. Los dos llevaban trajes muy parecidos y miradas despectivas. Habían paseado alrededor de la cabaña durante largos minutos, ojeando con menosprecio cada viga, cada tablón, cada ventana.
—Ya. Todos están putos locos en Yunara —masculló Mingi de mal humor.
—¿Y si quieren que te cases con Reese? O peor: te van a proponer un trío porque son una pareja abierta. No sé, puede que la obsesión contigo sea un tema hereditario.
Mingi soltó una risa grave y corta. Las boberías de Wooyoung lo ayudaron a relajarse, pero sabía que detrás de esas bromas y esos brazos apretandolo con fuerza constrictora estaba un lobo que hacía todo lo que podía por no desbordarse. Acarició sus brazos con suavidad.
—¿Cómo ha estado Yeosang hoy? —preguntó en voz baja.
Los dos magos se juntaron y algo se dijeron entre ellos.
—No sé, no habla mucho, y cuando lo hace balbucea cosas que nadie entiende. Honan dice que está empeorando. Seonghwa no se separa de él —Wooyoung miró el perfil del alfa con cautela, quien solo emitió un parco "mh". Era imposible saber lo que estaba pensando, por eso Wooyoung no podía decir hacia quién o hacia qué iba dirigido el enfado que percibió de Mingi a través del quorum—. Mingi, te voy a hacer una pregunta. Respóndeme con la verdad —Mingi volvió a emitir un "mh"—. ¿Estás enfadado con Yeosang?
—No, ¿por qué?
—Él le dijo a Seonghwa dónde habías guardado la rama.
Mingi bufó. Se pasó una mano por los cabellos argentos sin ganas de revivir lo que había pasado dos días atrás.
—Ni siquiera yo recordaba dónde la había puesto. No sé qué pensar sorbe eso —admitió—. Pero entiendo por qué lo hizo. Entiendo que no confíe en mí.
—¿Entonces estás molesto con Hongjoong? —preguntó el beta pronunciando ese nombre con mucho cuidado.
El alfa vio cómo la pareja de magos seguía discutiendo algo entre los dos. Intentó oir lo que decían agudizando su oído animal. Hablaban sobre magia residual y un conjuro que no los convencía. O eso logró entender.
—Tampoco —dijo sin más.
—Pero tenías esa rama por algo —insistió el beta.
—Joder, olvidémonos ya de la puta rama.
—Mingi, estoy preocupado por San. Él...
—Song Mingi —interrumpió la maga acercándose a ellos—. Estamos listos para alzar la barrera. ¿Toda tu manada se encuentra en casa?
—¿Por qué? —preguntó el alfa que no se confiaba.
—La barrera sólo evitará el paso de ataques mágicos dirigidos a quienes estén presentes en el momento de su formación.
—No, Mingi, diles que así no. San no está y cuando vuelva no estará protegido —dijo Wooyoung a su oído. Su vocecita sonó angustiada.
—Así no funciona la barrera de Yunara —recalcó el alfa con una arruga acentuada en su frente.
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Don't Lose Your Grip on Love {Minjoong}
RomanceYunara es la única universidad del reino que admite a todas las razas sobrenaturales que se han sumado al acuerdo civil. En su campus los aburridos y estudiosos magos, futuros eruditos, conforman la base de la pirámide de popularidad, mientras que l...