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"La magia de conectar, y la suerte de coincidir."

-Desconocido.

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PARTE 1

-Eso es... Interesante...- dije de la forma más honesta que Bred merecía escuchar.
-¿Te lo parece?
-Mucho, Bred. Lo digo de verdad.

Su sonrisa se expandió de forma inmediata iluminando su rostro haciendolo uno de sus más grandes atractivos.

Que cabrones resultaban los jodidos Gallagher's.

-Gracias, ____.
-Un placer poder ser honesta- contesté al mismo tono dulzón que ocupó él.
-¿Puedo hacer otra pregunta?
-Bueno, claro... Ese fue nuestro trato.

Dije extendiendo mi mano para pedir mi recompensa.

Bred y yo habíamos cerrado un trato, él podría hacerme todas las preguntas que quisiera, siempre y cuando terminará de desgranar por mi la granada. Resultaba una delicia comer esa infrutecensia, pero a mi me parecía un jodido lío quitar toda la cáscara color escarlata a fin de un par de semillas jugosas que se parecían mucho a pequeños rubis, siempre terminaba por dejar enormes manchas carmesí y explotar esas semillas, pero a Bred no.

Le parecía muy cómodo retirar la cáscara y separar la semilla sin complicación, así que el negocio no fue difícil, y terminó por parecerme mucho más justo después de verlo echar la bronca a Cam por no querer lavarse las manos antes de tocar la fruta.

Lo hizo repetir el lavado de manos dos veces por no hacerlo bien, y hasta le entonó una canción en su alucinante voz gruesa que explicaba el proceso correcto de lavado.

Me había reído como jodida loca, y Cam parecía no tan alegre con ello, su hermano menor le había humillado.

Bred me dio por lo menos 15 pequeñas semillas las cuales dirigí a mi boca sin pensarlo. Las masticaba deleitando a mi paladar mientras el se decidía por su sifuente pregunta, parecía dudoso, y volteo constantemente a la cocina donde Aidan y Cam se encargaban de la sangría de Granada, los demás estaban en la sala y nosotros en el comedor, lo bastante lejos de todo...

Ahí supe que su pregunta era bastante personal.

-¿Bred?
-Lo siento...
-Dame 6 semillas más y puedes preguntar lo que sea, te lo digo de verdad.

Contó con cuidado los granitos y me los dio, pero entonces su cabeza se inclinó a mi rostro y luego susurró...

-¿De verdad ibas a casarte con Gerald Lambord?

El solo nombre me erizo la piel.
Carajo.

Le mire con curiosidad y su expresión cambio por pánico.

-Me he pasado, ¿verdad? Lo siento...
-No, no- le interrumpí.- ¿de dónde sacaste eso?
-De un hilo de Twitter.

¿Mi nombre rodaba por ahí en un chisme de redes sociales?

-Ah...
-Perdón, yo no debí preguntar eso, fue un error.
-¿Era un hilo muy popular?

Me miró con curiosidad, intentando descifrar si era una broma, pero estaba muy lejos de serlo.

-Amh...
-Vamos, Bred, cuéntamelo- pedí de forma amable.
-En realidad no, era muy poco popular de hecho, yo sólo buscaba...

Mi boca estaba abierta de forma ligera y él cerró la suya de forma inmediata. Lo pensó y luego hablo de prisa.

-No vayas a creer que te estuve investigando o algo así, yo no lo haría, lo que dije antes sobre que te he googleado si paso, pero no por lo que crees... - respiro pesadamente- ¡demonios!
-Bred, tranquilo- acaricie su mejilla con un gesto maternal que mamá solía tener conmigo al alterarme, parecía funcionar hasta que ambos miramos a la cocina y Aidan parecía muy curioso con nosotros. Le sonreí de lado y acepte un par de semillas carmín más.

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora