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"Uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida"

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Mi corazón parace unas increíbles alas de colibrí ¿qué tan rápido puede latir un corazón, antes de sufrir un paro?

Mi lengua está inmóvil, y no se que decir...
Mis impulsos me piden que le responda aquello que ha dicho honestamente, su cara me dice que cree que fue un error decirlo, y eso, no, definitivamente no.

Respiró y cuando noto que va a pararse del sofá, me acercó a él, y sin esperar nada, junto mis labios a los suyos.

Son suaves, carnosos, cálidos y con un efecto de calma que hace que olvidé lo malo y me imagine lo bueno, son como lo imagine.

¡Sí! Si lo imaginé, si me gustaba esté chico, pero... ¡Esto no puede pasar!

Me separó de él, y sólo dios sabe cuanto tiempo he pasado saboreando su boca, su gesto está relajado, y sus ojos están ligeramente cerrados, todo el es perfecto, pero esto ha sido un error.

Admiro su tan natural encanto, su belleza, su alma, ¿por qué simplemente no fue así desde el principio? ¿Qué hice mal para no merecer un Gallagher en mi vida?

-Yo...
-No, tú nada. Ni se te ocurra decir que fue por impulso, o algún premio de consolación para mi.

Me da gracia su modo a la defensiva, y como simplemente fue un error que yo deseaba, procuro no arruinar el momento con palabras.

-¿Miedo al Rechazo Aidan? No estás acostumbrado ¿He?

Unos hermosos oyuelos adornan sus mejillas y siente que ganó.

-No, la verdad, nunca he sufrido de ese mal, hasta que te conocí.

Un nudo de emociones fugaces explontan en mi ser, haciendome sentir hormigas marchando en algún desfile por todo mi cuerpo.

-Escucha, es encantador tenerte de vuelta en mi vida, que el pasado este  tomando ventaja con lo que ya conoce de la historia hasta mi presente, pero no creo que eso implique que sea correcto.
-____, creo que no hay nada de malo en que dos personas se gusten e intenten algo, no le veo lo malo en no perder el tiempo.
-De verdad me encantaría intentar que todo fuera fácil, pero por favor, no me hagas pensar en el pasado.
-Ya comenzamos de nuevo.

Me quedo callada, la verdad no hay más nada que pueda decir si no quiero arrepentirme en algún momento.

Lo pienso un poco, ¡que dios perdone mis malas decisiones! Que la vida las tome como un nuevo camino.

-El fin de semana habrá una reunión en casa de mis tíos, ¿Vendrías conmigo?

Su cara parece confundida, pero la sonrisa que brota de él, me dice que le ha gustado oír eso.

-¿Es una cita ____?- su sonrisa siniestra me provoca un escalofrío enorme, vaya que está acostumbrado a ser el centro de atención.

-Si digo que sí, ¿aceptarías?
-Aunque digas que no, yo aceptaría.
-Entonces no te emociones, no es una cita, es...- lo pienso pero no tengo otra palabra en mente más que "cita"- es una reunión de personas importantes.

En segundos su ceja se levanta seductora y con voz baja me dice:
-reunión de personas importantes ¿Soy importante en tu vida?

La risa me gana, de verdad es como lo recuerdo, este hombre tiene un ego insufrible.

-Yo diría joven Gallagher que a usted es al que la idea de tenerme en su vida le parece- busco las palabras- relevante.
-Bien, tu ganas.
-paso por ti, a las 3.- digo con una sonrisa boba.
-¿tú vas a ir por mi?
-¿Sabes donde vive mi tío? Vamos pequeñín, podrás conducir el auto de regreso si así lo deseas.
-¿Piensas beber? Es tu plan, llevar chofer para emborracharte.
-No, no soy Isha Wayland.

Su boca se aprieta en una graciosa mueca, creo que está aguantando la risa, eso hasta que su fuerte risa resuena en toda la sala de mi apartamento.

-Es un punto válido, lo has jugado bien.

Apuesto que recuerda muy bien aquella bochornosa situación cuando en un cumpleaños de él, termino llevando a los dos Waylad a casa, apenas podían mantenerse de pie, y su nombre, bueno, al parecer las letras desaparecieron de sus identificaciones, estaban muy, muy ebrios.

-Me alegra darte risa.
-No me da risa, me da alegría tenerte aquí en este momento.
-Bueno, pues, gracias.
-a ti.

La semana paso volando, y el trabajo paso pesado.
Estuve muy movida esta semana, ¡necesito un respiro!

Miro mi reloj y el tiempo me ha ganado de nuevo, estoy contra reloj y aún debo ir al departamento por unas cosas y pasar por Gallagher.

-¿En apuros, damisela?
-¡Dios! Me espantaste- un gesto de disgusto brota de mi, no puedo evitarlo. Esas palabras las ha dicho un montón está semana Aidan y ahora viene Íker y pretende hacerse el gracioso y el interesante con lo mismo. ¡Idiota, odioso!
-perdón no creí que fuera tan malo.
-sólo Olvidalo ¿sí? Nos vemos luego para firmar unos documentos
-¿Tienes tiempo?- ¿Tiempo? Tiempo es lo que me falta amigo.
-Lo siento, tengo lo justo ¿pasa algo?
-No, en realidad quería pasar la tarde contigo, ir a cenar, al cine, ya sabes.
-¡oh! Bueno, hoy tengo una comida familiar
-¿mañana?
-no estoy segura si regreso a casa Hoy, pero agradezco mucho tu invitación.
-¿El próximo fin de semana?

¡Este hombre no se rinde! Y es por eso que le di el puesto, pero eso no implicaba salir a cenar conmigo.

Respiro y sonando amable le cortó el rollo lo más rápido que puedo.

-De verdad suena genial, te aviso ¿Ok? Cuidate y nos vemos el lunes.

Camino haciendo malabares con mis cosas, y veo en el estacionamiento a Aidan recargado en la puerta de mi coche.

-Hola
-Hola
-¿saliste antes?
-salí a mi hora, te esperé, pero estabas muy a gusto hablando con Íker.

Ahora entiendo si punto, no digo nada y camino con mis cosas en las manos para guardarlas en la cajuela.

Suspiró y divertida prosigo- Ese tipo puede ser muy persistente y pesado cuando se lo propone.
-¿Te hizo algo?
-No, sólo quería salir a cenar conmigo.
-pues, que triste, tu familia nos espera.
-¿Dejarás aquí tu auto?
-Sí, bueno ¿pensabas hacer algo más?
-Compraré unas cosas para llevar
-Bueno vamos entonces.

Sonrió como una cría enamorada en los tiempos de los 15 años, mi Príncipe de brillante armadura azul.

Le lanzo las llaves y subo al copiloto.

-Bien, entonces tú conduces.
-Bien- sonríe complacido.

Después de conducir en silencio unos minutos, entre las calles verdes y tranquilas, la radio baja su volumen y prestó atención a la acción de Aidan.

-____, yo... Lo que dije antes, quiero que me perdones.
-¿Enserio me vas a recordar eso? ¿Quieres bajar del auto ahora? No te queda tan lejos la parada del bus.

Su gesto esta helado, y no sabe que decir, sus nervios explotan, y mi sonorosa carcajada no tarda en confundirlo más.

-Relájate Gallagher, es un chiste, ríete. Todo lo anterior esta olvidado.

Entonces dirige la vista a la carretera y sonrie con autosuficiencia.

--*--

Hola chicas.

Listas para lo que sigue?

-SHS_

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora