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“Me aterra. Me debilita. Me mata el saber que lo bonito no son tus ojos, es como me miras”.

-David Sant.

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Mi conciencia despierta, poco a poco, al mismo tiempo que la información toma lugar en mi cabeza, me vienen cosas previas a dormir.

¡Dios! ¿Cómo es que estoy dormida bajo las cobijas?

Realmente olvide todo, sé que estaba viendo la película con Aidan, luego, comíamos algunas golosinas, y al final sólo estoy dormida sintiendo las sábanas bajo mi pie que no tiene un calcetín.

¡Maldición, ni siquiera cepille mis dientes!

Abro un solo ojo, para comprobar que Aidan aún duerme, una vez comprobado, con cuidado de no despertarlo, alejo su cuerpo del mío, es tan cálido que su brazo que envuelve mi cintura, debió ser quien calentara mi vientre y evitara dolor.
Estoy sudando.

Una vez, retirado su brazo con éxito, me levanto de la cama, con precaución, levantó las sábanas y ¡bingo! Ahí está mi pequeño y escurridizo calcetín.

Suspiro con calma, antes de pobermelo tras una serie de malabares y demostración de mi equilibrio.
Le ruego a Robin que no ladre, el pequeño parece tan cansado que cabecea un par de veces, necesito ir al baño y lavarme los dientes.

Cuando me doy la vuelta, camino al baño con las sandalias de baño, y un cambio de ropa, me cepillo los dientes 2 veces, sintiendo una culpa grande para el informe la próxima cita dental.

Apenas me despojó de la ropa, la lluvia artificial cae en mi piel, haciendo que me sienta un poco más limpia, más libre. ¿En qué momento se me ocurrió tener mi periodo antes de la boda?

Paseo el jabón, por mi piel, dejando una línea blanca que luego hace burbujas, lavo mi cabello sintiendo el masaje de mis dedos en el cuero cabelludo, y escucho dentro de mi el golpeteo de las gotas de agua, mientras esos sonidos combinados con los aromas, hago una lista mental de lo que necesitamos para la pequeña boda, me pregunto si debemos llevar al pequeño Robin.

No tardo mucho tiempo en la ducha, pero uso la suficiente agua caliente para que el espejo del baño quede en un paño y pequeñas gotitas en fila, dibujo un corazón, y sonrió.
Me gusta mi aquí y ahora.

Con la toalla quito los residuos de agua, en mi cuerpo, y luego la enredo en mi cabello, sigo todo el protocolo de la pre-ducha, y me pongo protección femenina nocturna, no quiero accidentes, apenas pienso esto, mi vista cae en mi pantalón de pijama, y veo una horrible y redonda mancha.
¡Maldición, maldición, mil veces maldición!

Me quito la toalla de la cabeza y corro a la cama, estoy en un estado de locura desfilante, apenas mis dedos rozan la tela de las sábanas lilas, jalo con todas mis fuerzas para arrancarlas del colchón.

-¡Auch!
-¡oh por dios, Aidan! Lo siento, lo siento, enserio lo siento.

El hombre más guapo del mundo, el chico mas dulce de la galaxia, el amor de mi vida, está justo ahora en el suelo, con una mano en la cabeza y un ojo cerrado, mientras pinta una sonrisa de dolor en su rostro.

-¡Qué romántica manera de despertarme, mi vida!
-¡ay, no!- suelto a las culpables de aue el cuerpo de Aidan rodará y se impactará en el suelo- ¿Te encuentras bien?

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora