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"Sólo llevaba dos días y aquel amor ponía en peligro mi universo mental."

-Amélie Nothomb

[Aidan]

Las gotas de agua provenientes de la regadera, habían dejado de caer hacía más de diez minutos.
Me había aburrido el teléfono, la televisión, pero me tenía intrigado saber que pasaba detrás de la puerta, había pensado en entrar más veces de las que una persona aceptaría, pero también sabía que:
1. No me había invitado a la ducha.
2. Era posible que quisiera disfrutar sola por primera vez de la nueva ducha.

Estudié la habitación entera, cada detalle descrito por ____ por teléfono fue captado e implementado perfectamente.

Cuando escuché que golpeaba la puerta como si peleará con algo, me dirigí rápidamente a la puerta del baño que abrí sin preguntar.

-¡Hey!- dice coqueta mientras sostiene en las manos su ropa que ha usado esta tarde. Sonriente me mira despreocupada, mientras yo recorro intensamente su bonito cuerpo enfundado en un conjunto de pantis hipsters de tiro alto blanco y top blanco con orejas de conejo colgando, además de unos prometedores ojos saltones sobre sus pechos.

Esto es sesualmente divertido.

El corazón se me iba a salir del pecho por la excitación. No podía evitar seguir cada movimiento que provocaba su respiración.
Mis ojos estaban tan fijos en su atuendo que al subir a su rostro detecté un brillo de fascinación.

-¿Me dejas pasar? Aquí aún no hay una cesta de ropa sucia, la llevaré al cuarto de lavado.
-Ó la puedes dejar aquí y venir a la cama ahora.
-¡Uhg! Que impaciente eres, Aidan. Primero vamos a cenar.
-Sí, tengo mucha hambre. Incluso rompería mis principios y me comería cierto conejo.
-¿Qué pediste para cenar?- ronroneo sensualmente, y paso de mi comentario triunfal.
-¿Pedir? Tenía otra cosa en mente.- pase mis manos por su cintura disfrutando su piel fresca por la ducha.
-¿De verdad no quieres comer primero?
-Oye, desde que conocí nuestra nueva cama, no dejo de pensar en ello- guiñé un ojo y amplíe mi sonrisa.
-Por si no lo sabes, eso es pervertido.
-Y te encanta.

Su exquisita sonrisa en sintonía con mis palabras dirigía mi sangre a partes de mi cuerpo preocupadas por tener cierta atención.

Me miro, y ¡Dios que mirada!

-No nos va a interrumpir el repartidor de comida?
-Ni siquiera la pedí- confesé con una chispa de entusiasmo para darle paso a su tan típica frase:
-¡Ay, Gallagher! ¿Qué voy a hacer contigo?

Repentinamente acarició sobre mi pantalón y luego me planto un enorme beso.
Houston tenemos un problema.
No voy a detenerme hasta llevarla a la luna.

Su ropa calló justo enmedio de nosotros por debajo de nuestros pies, la cual le hice saltar para caminar directo a la bonita cama.
Me miraba divertida y yo la miraba embelesado.
Poseía una mirada coqueta que sabía usar y desasmarme, sus ojos tenían un contorno violeta leve por las ojeras que informaban el poco descanso y el brusco cambio de horario al que nos sometimos.

Me siento en la cama tras su leve empujón que de alguna forma dice "siéntate y observa" y ella mueve sus caderas de un lado a otro, modelando su conjunto de conejos, me da gracia que en su trasero tenga una motita pintada simulando la colita del conejo.

-¿A qué es monisimo? Mi conjunto de conejita Playboy.

Me da gracia.

-Te ves fabulosa, mi amor. Pero dudo mucho que una conejita play boy tenga algo así en su armario.
-¿Ves muchas chicas Playboy?
-No, que va. Te digo que ninguna tiene algo semejante, tu atuendo es excitante y único. - le digo, y es verdad.
-¡Uf- dice fingiendo un alivio exagerado- menos mal, porque aunque tengo un par de conjuntos sexys, también tengo pantis con detalles estampados de caricatura.
-Muero por verlos todos.
-Más te vale.
-Amor, estoy consciente que no me casé con un ángel de victoria secret que tiene el armario lleno de conjuntos y modelos de encaje de miles de pesos, me casé con una chica real, y eso me pone loco.
-Loco te van a poner mis favoritos, son de un rosa precioso y tienen un unicornio con gafas obscuras, un día me los he mirado en el espejo y dije: 'Madre mía'- intenta hacer un chiflido pero nunca ha sido buena con eso.- 'me veo realmente sexy' 'seguro que a Aidan le ponen'
-Tu ropa interior no me espanta, ____. Te he visto en las mejores piezas de la colección "Rabit 2021".
-¿y podemos hacer el amor ahora?- pregunta con cierta curiosidad.

Estoy enamorado.

Jalo su brazo para atraer su cuerpo cerca al mío, respiro con fuerza el aroma que emana el jabón de arroz y coco que hay en el baño, y sonrió. Le doy un beso corto en su estómago que está a buena altura de un Aidan sentado y luego la guió para acostarnos en la cama.

La miro acostada aún lado de mi. Le miro atentamente los labios, no había ningún obstáculo entre estos y los míos, mi mano pasea por su tan conocido mapa de anatomía, qur la hace soltar un fuerte respiro y cerrar sus ojos,  entonces le toco suavemente los párpados con la punta  de mis dedos que enseguida note que temblaban. No quería hacerle daño. Quería sin embargo ser egoísta un segundo, sentirme poderoso por ser el único que tocará su tibia y fresca piel cada facción después de una ducha.

Acaricie sus párpados, sus labios, su nariz, sus pómulos, sus mejillas, su cuello, su pecho y así fui recorriendo sin ninguna prisa in sueño que tenía el colgante de real.

-Me encantas- digo sin ningún motivo. Lo digo porque así es. Ella era como mi ambrosía.
Según digo esto, siento como su piel se eriza y, enseguida la mía surge el mismo efecto. Paseo mis manos por sus muslos notando como se intensifica su respiración entre mis susurros bonitos/ atrevidos y mis caricias.

-Quiero que sepas, que tienes todo el control sobre mi. Así que puedes pedirme lo que tu quieras, y yo seré feliz en el reto de darte lo imposible.
-Dame un beso, Aidan.

Obedesco, y le regaló en un beso mi alma. Exploró como un chamaco inexperto su boca torpemente, estoy nervioso y fascinado como si se tratara de alguna primera vez.
Me desabrocho el pantalón despues de una guerra con el patético e inofensivo botón, y lo bajo con una mano, me separo de ella sólo para quitarlo por completo, y luego me quito la camiseta.
Acaricio las orejitas del conejo, seguidas de sus pechos, me encanta cada centímetro, cada célula que la hace ella. Cada pensamiento, cada sentimiento.

Un par de besos me hacen reaccionar y saber que sigue algo más, y así lo hago, separo sus piernas con delicadeza para bajar y depositar un par de besos en la cara interna de sus muslos, tocó su feminidad por la ropa interior y siento su calor.
Lo uno lleva a lo otro, hasta que entró en ella extasiado mi necesidad y escuchandola jadear con placer, me muevo sobre ella con delirio, soy lo más suave que puedo, tengo cuidado en mis movimientos para que disfrute tanto como yo del cielo en sus ojos, nos javemos el amor.
Entonces ella murmura:

-Eres lo más precioso que me ha regalado la vida.

Estoy feliz, muy feliz. Tiemblo, vibró y, la siento disfrutar. Enloquecido doy un poco más de fuerza a mis movimientos, me introduzco por completo en ella, estamos hechos a la medida, ella es lo que más deseo, deseo una vida con ella, cantarle, contarle, decirle, abrazarle, besarle, sentir, ser de ella y para ella.
Veo la vida de mil colores, de los azules más bonitos que el cielo posee, del verde de un enorme bosque romántico, del rojo más rojo de las rosas, es enloquecedor.
Un par de movimientos más, me hacen escucharla jadear de plecer, apretar mis brazos y besar con fuerza mis labios que ahogan sus gemidos.
Le regaló mi extasis, mi punto máximo y los latidos de mi corazón que se han disparado.

Abrazados en la cama, pienso que podríamos dormir, pero dudo que quiera dormir sin comer algo.

-¿Me vas a querer siempre?- preguntó de pronto, ella sabía mi respuesta. Pero entiendo el placer que es escuchar al amor de tu vida decirlo.
-Te voy a amar toda mi vida.
-¿Aunqué se me ocurra dormir con una camiseta vieja?
-Aunque se te ocurra dormir disfrazada de la niña del aro.
-¿Aunqué suba veinte kilos en invierno?
-Sí, aunque subas veinte kilos. Te amo, y te voy a amar todas las fascetas incluso esas que no conozco. Ya te dije que me enamoré de una chica real, estoy consciente que nuestra vida no es una película adornada de detalles perfectos, somos normales, tienes ropa interior sexy pero también divertida. Y debo confesar que tengo un par de boxers de Súper héroes.
-Eso es sexy.
-Lo sé.

Digo con cierto aire egocéntrico.

-Yo también te voy a querer y amar siempre. - dice de pronto dejando su mano en mi pecho, se que los latidos van a llegar ahí.
-Estoy seguro de ello.

Digo siendo consiente que "no hay más vivo, que aquel que muere de amor"

**-**

Holaaaa! 💕
Buenas madrugadas.
Sueñen bonito.

-SHS

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora