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"Nuestra preciosa y caótica regla del amor"

-SHS

[ ____]

-Quiero que te conozca mamá y papá.
-¿Este es un buen momento? Es decir, Aidan; no estoy lista para conocer a tus padres.

Su mirada me recorre de arriba abajo, en busca de alguna conceptualización que le responda el "por qué"

Me mira la mano con un gesto de dolor, la lleva cerca de su cara, siento el aire que sus pulmones sueltan de manera bruta, es cálido, y delicado.

-¿Te duele mucho? ¿Quieres ir al médico?
-No, estoy bien. Sólo se pasará en un par de días.
-¿De verdad le rompiste la nariz a esa chica?

Sonrió con el propósito de que mi sonrisa le comunique el desastre que viví, y por supuesto , me ha encantado.

-Deberías irte con cuidado, Rob.
-Lo voy a tomar de verdad, muy en cuenta.

Me río tratando de sonar elegante y no como foca retrasada.

La yema de su pulgar pasea por debajo de mi ojo, el resto de su mano, envuelve mi mejilla.

-No dormiste. - afirma.
-Con un poco de calorías y un baño, estaré bien, tú tampoco dormiste, Rob.
-No podía, igual si hubiera estado contigo, no hubiera dormido.
-¡Qué tonto!
-No, no, muy listo.
-Listillo.

Sus labios estampan en la comisura de mis labios.
Pero antes de bajar, impido que abra la puerta, mis dedos pasean con descaro por su chaqueta, y las costuras de su polera.

-Así que... ¿Tu mamá y tu papá?
-Sí, y ¿Recuerdas a la tía Anne?
-¡Sin duda! Era la tía en México con la que vivías, platique con ella, por mucho tiempo, tú y Alexander se olvidaron de mi ¿Recuerdas?

Sonríe tras el flash de brillo en su mirada.

-Lo recuerdo.
-Tu tía Anne, hace un flan riquísimo, pero, nunca recordé toda la receta.
-Pues, podrás preguntarle.
-¿Ella está aquí?- no puedo ocultar mi asombro, la verdad no me lo esperaba.
-Sí.

Por un instante corto, lo razonó bien, le hago un gesto con ayuda de un respingo.

-¿Una reunión familiar?
-No, es sólo una reunión de personas importantes.

El corazón me da un brinco bravío.  La adrenalina hace que apenas mantenga mi propio control.

-Aidan- suelta mi lengua envolviendo cada letra con una perturbante preocupación.
-____- dice imitando mi voz, con una sonrisa fugaz.
-No puedo ir a conocer a tu familia, acabo de salir de una detención preventiva, tengo unas ojeras de infierno, apesto a alcohol, tabaco, nicotina.
-Eso es verdad- me roba un beso con una rapidez que apenas me hace reaccionar, y continúa:- Sabes a whisky, a un whisky muy caro, para ser honesto. Y sí, hueles a alcohólica.

Me llevo la mano para acariciar mis labios y soplar discretamente, ¡voy a parecer una loca, maniática y alcohólica!

-¿De verdad?

Su risa explota tras un par de segundos de seriedad.
Me acaricia un mechón de cabello, me regala un beso en la mejilla.

-Solo juego, tranquila. Vamos a que comas algo.

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora