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"No logró entender por qué el pasado tiene que ser tan importante."

-Cassandra Clare

[ _____ ]

-Hann, necesito que me pases una copia de los 3 documentos que ayer metí al archivo 2. ¡Buenos días!
-¡Buenos días, ____! Te están esperando ya en la oficina.

Miro mi reloj en mi muñeca y gruño, ¡odio llegar tan tarde!
Mi respiración aún no se acopla a su ritmo normal por subir corriendo escaleras, ¡lo sé! Estaba ahorrando el tiempo de los asesores.

Entro a la oficina percatando que el traje con tenis amarillos, aún que convienen con el saco, se ve pésimo.

-Te veo en un momento.

Mis pasos apresurados se encaminan a mi escritorio en donde la computadora ya está encendida, y una botella de agua está junto a ella.
Nota mental: subirle el sueldo a mi genial asistente.

En mi campo de visión también aparece una espalda fornida cubierta con un saco negro.
Cabello perfectamente arreglado y mirando una hojas.

-De verdad lamento mucho el retraso.- intento no mirar a la cara al chico, es vergonzoso tener un puesto tan importante y traer traje con tenis.

Quito mis tenis amarillos, reemplazando éstos, con unos tacones del mismo color.

-Disculpa el atuendo, pero mis tacones y los escalones son enemigos íntimos.

Una risa nerviosa brota de mi, y estoy lista para verlo a la cara.

Cuando lo hago mi cuerpo se pone rígido, mi respiración es pesada, el nudo de emociones se aloha en mi pecho, tiemblo, mi lengua impide cualquier sonido  y estoy segura que desapareció hasta el color de mi piel.

-Nos... Nos conocemos, ¿verdad?

Recuperó la postura lo más rápido que puedo y no dejo que responda...

No se si pienso en alto, pero lo escupe mi corazón y lo repito para mi.

-Te perdono pasado, eres libre.

Y más fuerte continuó:
-Buenos días, ¿traes tu currículum?

Sus movimientos titubeantes me hacen creer, que tampoco esperaba verme. Me entrega un par de papeles sueltos.

-Así que tú eres el embajador con el que trabajaremos.

Abren la boca para decir algo, pero la cierra de golpe, analiza un par de veces y decide permanecer en silencio.

Esto no es fácil para ninguno, así que mejor continuó...

-¡Amé el proyecto! De verdad, es estupendo.

Y entonces, por fin habla, por fin recuerdo esa voz tan varonil y calmante.

-Gracias.- no hay más, es todo.
-Puedo mostrarte tu lugar de trabajo ahora mismo, para que hagas lo que debas hacer desde hoy.
Duda.- bueno, claro, eso estaría bien.
-¡genial! Iré por el contrato de trabajo.

Me paro y entonces me doy cuenta que mis piernas han estado temblando, que mi estómago es un nudo, y sigo como un témpano de hielo.

Entonces escucho de nuevo esa voz, pero está vez es diferente a todas, es pausada, baja, y llena de emociones, en primera; arrepentimiento.

-____, espera, yo de verdad lamento mucho lo que pasó.

Mi piel se eriza, y el nudo de mi estómago se hace cada vez mayor, no puedo hablar y me cuesta mucho trabajo tomar una buena postura para hablar.

Con toda la naturalidad que puedo y la explosión de los fuegos artificiales dentro de mi piel, añado; -Ha sido un gusto conocerlo joven Gallagher, de verdad me emocionaba la idea de conocerlo.

Entiende mi punto, su incomodidad, vergüenza, y arrepentimiento recorre sus facciones.

-Un... Un placer conocerla señorita Ferrer.
-Lo mismo digo.

Término de recorrer mi camino fuera de la oficina, y miro a mi bella asistente.

-¿Te encuentras bien ____?
-¡Oh! Hann, claro que me siento bien. Sólo regreso el pasado de golpe, un pasado que me jodio la vida.

Me mira con curiosidad e interés, y mucha confusión.

-¿me puedes dar el contrato?
-¿no vas a esperar al Lic.?
Niego- No, Hann, confío en Aidan.

Tomo el papel entre mis dedos y ahora soy consciente de que estoy sudando. Hacía mucho tiempo que yo no me sentía como una cría.

A pasos torpes regreso a donde está Aidan y le extiendo el papel, con una pluma que sólo uso en casos especiales.

Lo veo firmar con tranquilidad y seguridad, despreocupado y a la vez nervioso.

-pues, ¡felicitaciones joven Gallagher! Ya es parte formal de la empresa, es usted Bienvenido.

Una sonrisa a media Luna brota de sus labios, recuerdo ese tan perfecto hoyuelo, y su ceja levantada levemente, recuerdo muchas cosas de él ahora, sus tan siniestras sonrisas, y tan formales guiones al hablar.

Definitivamente no creí que este pasado regresaría, no creí que todo lo fácil que fue que se fuera; sería lo mismo que regresará.

-¿Me acompañas a tu nueva oficina?
-Claro.

Tomo mi teléfono celular y camino a pasos torpes fuera de este lugar, sin duda me encantaría huir, pero no puedo ser tan cobarde, ya estoy aquí, ya soy quien debía y él ya forma parte de las lecciones del pasado.

-¿Esto va a ser recurrente?

Su voz me saca de mi ensimismamiento y no logró entender.

-¿El qué?
-El que finjamos que no paso nada, yo de verdad lo siento.

Mi corazón otra vez toma la batuta de mis emociones y late a un ritmo que no entiendo si es muy rápido o ya logró detenerse.

-Tú no tienes la culpa.
-¿Por qué simplemente te fuiste?
-Porque no podía soportar toda esa mierda... - mi voz empieza a desmoronarse
-Pero el error no fue tuyo
-Mi error fue confiar Aidan Yo confiaba con los ojos cerrados y me destruyeron.
-____, él nunca te mereció.
-Lo sé, lo supe desde mucho antes.
-¿Y entonces?
-Yo de verdad aprecie que hubiera dado lo mejor de él por mi, en aquellos días de sufrimiento.
-¿Te enamoraste de los instantes?
-así es, pero eso lo supe apenas.
-Yo de verdad...- pero no lo dejo hablar.
-Tienes razón aidan, tu no tienes la culpa Y no debes disculparte, nadie la tiene de hecho. Simplemente así debían ser las cosas, y así fueron.
-¿podemos empezar ahora si desde cero?
-Claro, podemos.
-Hola, buenos días, me llamó Aidan Gallagher, soy embajador de la ONU y me encanta poder trabajar con usted.
-Por favor joven Gallagher, me hace sentir mayor, soy ____ Ferrer. Y el honor es mío por escoger esta empresa para su proyecto.
-Gracias.
-Gracias a ti.
-¿podríamos, no se, está noche salir a tomar algo?
-quizás...

Quizás en otra vida...
Mi cabeza piensa en lo bonito que fue conocerlo hace algunos años, en aprender cosas de él, y que él se sintiera aprendiz de mi, todo hubiera sido más fácil si su amigo no me hubiera enamorado y luego jodido el corazón...

--**--

Hola, ¿les gusta?
Les mando una abrazo.

-SHS

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora