🔸12🔸

1.7K 177 77
                                    

"No se lo que siento por ti, pero si tú lo sabes, ayúdame a volar."

-Ulises Sánchez.

[AIDAN]

Es el intento número 30 del día, y nada.
Nadie sabe nada de ____. No se si estoy enojado o preocupado, pero estoy algo.

-Gallagher.

Volteo al escuchar mi apellido, es Hann, tiene una cara de pánico horrible, creo que ayer no fui la mejor versión de mi.

-Joven Gallagher, Isha Wayland está en espera de usted para comenzar la sesión de fotos de su proyecto.

Joven Gallagher... Creo que está bastante apenada por lo de ayer.

-Gracias Hanna- digo con un tono frío y profundo, su cuerpo se estremece al contacto con mi respuesta, respiro resignado.
-¿Puedes firmar esto?
-¡Claro! Y otra cosa.
-Sí, señor.
-Soy Aidan, ¿sí?
-Mmhh, Bien, si Aidan.

Ladea una sonrisa apenada, le cuesta aceptar mis palabras pero le gusta.

-oye y tú, ¿de casualidad sabes algo de ____?
-Lo siento, de verdad, esperaba que supieras algo, no contesta el teléfono.
-y no estaba en su apartamento- concluyó.
-Sí- responde con pena.
-Nos vemos en un rato, ¿Sí?

Camino por el pasillo largo y limpio con aroma a mar fresco, aspiro esperando que eso ayude a las abejas asesinas que llevo dentro.
Entonces estoy a pocos metros de su oficina, me quedo parado como si eso ayudará a algo.

He estado tanto tiempo sólo esperando a que ella acepte que seamos un "nosotros" que me cuesta entender que tan rápido fue ese flash y quien de los dos se equivocó.

La veo llegar, corriendo en tenis color blanco y destellos dorados, pero antes de abrir la puerta se agacha para tomar entre sus manos una rosa color lila palido, su sonrisa hace estallar los bombeos de mi corazón de forma exagerada, están pulsando mis oídos ¿por qué no vi esa flor antes?

Camino con la esperanza de que me vea y me diga quien es el destinatario de la flor, ¿por qué su sonrisa era tan grande, tan conforme?

Abre de nuevo la puerta para salir en sus tacones altos, y los papeles en mano... Entonces me ve, y creo que no era la persona que deseaba ver.

-La sesión empieza en unos minutos.
-lo sé- susurro- ¿Necesitas algo?- sus ojos me muestran que no sabe que decir.
-No, bueno sí- entonces nace un destello de esperanza- Si no te importa, quiero caminar sola hacía allá.

Da un paso decidida hacia mi, pero sólo es para que yo le ceda el paso, así que lo hago.

¡Reacciona Rob!

Y lo hago, cuando doy vuelta para sujetarla del brazo y evitar que se vaya, parece muy fácil, su cuerpo está estático, como si hubiera esperado mi contacto, mi cuerpo gira para ver lo que ahora ella ve. Estoy completamente desorbitado.

-Hola Alex- dice débilmente.
-Hola _____- responde un tanto confiado de si.
-Gracias por la flor, es... Muy bonita.
-No es nada, un detalle.

El oxígeno no llega completamente a mis pulmones, y parece que un brazo metálico sujeta mi estómago, para ser un chico imbécil, recuerda muy bien sus flores favoritas.

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora