Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)

✨65✨

"No quiero tener todo lo que deseo. Nadie lo quiere, no de verdad. ¿Dónde estaría la gracia si tuviese todo lo que quiero así como así?"

- Neil Gaiman.

[ ____]

-¿Eso es..? Y ¿Ese... Ese es?- trato de respirar al mismo tiempo que hablo, pero no funciona. Parezco una tonta a medias palabras.

Rich suelta un chiflido de asombro mientras observo sus ojos iluminarse.

-Eso es una Cupra Ateca con detalles dorados en los neumáticos- sonríe- y si no está recién pulida y lavada, definitivamente viene de la agencia. Y sí, es Gerald.
-¿Qué demonios hace aquí?
-Y yo que voy a saber, tonta.
-¿Eso es una botella de Rossi Do Fresa?
-Parece que eso no te disgustó tanto- se mofa.
-¡Guarda silencio!
-Deberías averiguar quién lo invito a mi funeral antes de que... Va a tocar la puerta ahora.

La sangre me bombea que duele, el corazón se me dispara en saltos alocados y mis pies responden a correr haciéndome saber que estoy dolida del cuerpo entero. Grito como una loca.

-¡Gerald! ¡Gerald!

El impecable porte del galán que acaba de bajar de un auto último modelo con ese cabello perfectamente acomodado, su polo casual que lo hace lucir fenomenal, y sus pantalones caros de marca, voltea a verme con una sonrisa muy bonita.

-¡Hey! Ahí estás ____, creí que debía encender una alerta de búsqueda, hasta que tu secretaria me dijo que estabas ocupada arreglando todo para dedicarte a nuestro proyecto al cien.
-Debí llamar antes- contuve la respiración.
-No pasa nada, pero debo confesarte que me sorprendió que tus padres decidieran festejar antes de que firmaramos el contrato. Por cierto- dice tocándose la cabeza mientras recuerda- deje el contrato en la guantera, pero esta listo para que lo firmes, sólo que me pareció una mejor opción entrar con una botella de vino que con un contrato.
-¡Qué lindo! Por cierto...

Me quedo muda cuando la puerta de la casa de reuniones se abre y deja al tío Nick frente a nosotros.

-Creí escuchar algo- sonríe ante su atinado presentimeinto- ¡Pasen! ¿Qué demonios hacen aquí afuera?
-Tío Nick.
-____, Gerald, entren.
-De hecho yo... Estaba hablando un par de cosas con Rich.

Como si supiera que esa era su señal, aparece a mi lado mientras se limpia las palmas de las manos en el pantalón de mezclilla.

-¡Qué hay, Lambord! Tío Nick- lo primero se escucha aún más animado que el cálido saludo familiar, pero parece no ser importante, cuando Gerald malabarea la botella y saluda con un abrazo a mi primo.
-¡Me da gusto verte, Ricardo!

El estúpido acento de Gerald siempre es tan elegante incluso si las palabras son las más comunes. Siempre quise tener esa habilidad.

-Digo lo mismo.
-Sí, esto es toda una sorpresa- digo fingiendo una sonrisa.
-Por favor chicos, entren- insiste en tío Nick.
-Ah, claro- respondí- sólo que Rich y yo estábamos hablando de un negocio.
-¿ah sí?- quiero matarlo, de verdad, trato de mirarlo mal discretamente y eso parece funcionar.- ¡Ah, sí! Eso hacíamos.
-Pero, por favor Gerald, tú entra y ponte cómodo, no voy a tardar nada, será un minuto, los abuelos se disgustan si llevamos los negocios a la mesa antes o después de comer.
-¿Pero, no es ese el motivo de esta reunión?- pregunta con calidez.
-Solo firmará algo, de verdad.
-Ok, te veo adentro.