Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)

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"Para ti, que eres un desastre hermoso que coincidió conmigo, y nunca a tenido miedo y no va a rendirse."

-SHS

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PARTE1 Final

Estaba a nada de lanzarme desde este piso de la Comandancia.

Estaba a 18 horas de mi boda, y ni siquiera sabía si habría boda.

-¿Entonces, usted cree que fue con alevosía?
-Señor comandante, no quiero ser grosera, pero, esto no está funcionando.
-Señorita, estoy haciendo mi trabajo.
-Comandante, llevamos una hora y usted sigue haciendo las mismas tontas preguntas. ¡Isha Wayland se robó esos documentos confidenciales y tuvo la osadía de cancelar la recepción de mi boda!
-Señorita, usted está mencionando a una persona, sólo quiero recordarle que la difamación es un delito.
-Lo mismo que suplantar la identidad de alguien y artuinarle su boda.
-¿Tiene pruebas?
-¿Qué si tengo prue... ¡Al diablo! Si estoy aquí es porque tengo las malditas pruebas suficientes y usted lleva horas haciendo preguntas que no nos llevan a ningún lado.
-¿Cómo fue que tomó los documentos confidenciales?
-La chica trabaja para las empresas Lambord, yo envíe esos documentos para Gerald Lambord...- pero no termine de explicar.
-¿Y cómo es que entraría a la oficina del magnate? ¿Usted cree qué Gerald le brindó la información para perjudicarla?
-¿Qué? ¡Por su puesto que no!
-¿cómo está segura de ello?
-Comandante, con todo respeto el señor Gerald Lambord Riera es intachable, es una persona encantadora, profesional y leal.
-¿Lo conoce bien?
-Sí, por su puesto, trabajamos juntos y fue mi... Amigo.
-¿Amigo? Señorita sea totalmente honesta conmigo- dijo en un tono entre burlón y profesional y apuntando sabe Dios que cosa en unos papeles de su escritorio- ¿Qué tipo de relación tuvo con él?

Bufe conteniendo mi lengua para no gritarle ahí mismo lo imbécil que era, respire y reuniendo toda la amabilidad dije.

-Tuvimos una relación sentimental, sí.
-Bien, ¿y usted no considera que el joven Lambord le haya proporcionado esa información a la chica Wayland como venganza a su persona?
-¿Venganza? Por dios, ¡no! Señor comandante, eso es una acusación muy grande.
-Usted acusa a Isha Wayland, también es una acusación grave, ¿es consciente?
-¡Qué le den!- dije sin evitarlo.- Este sistema apesta.
-Le pido respeto.
-El mismo que me merezco, tengo una boda en puerta y es un desastre, la señorita Wayland ha robado y difundido documentos confidenciales que me involucran a mi, a Gerald y a un contrato de miles de dólares, y usted sólo se está burlando de mi, tengo las malditas pruebas en esta maldita memoria, pero claro, usted prefiere hacer las mismas preguntas una y otra vez. ¿A qué espera para conectar en su maldito computador este USB y ver los vídeos de seguridad?
-Estoy haciendo mi trabajo.
-No, por supuesto que no lo hace. Pero voy a pasar de usted y meter una demanda formal hacia la susodicha. Ahora, si me lo permite yo no tengo nada más que hacer aquí, voy a solucionar el problema de mi boda. Porque, cómo le dije en un principio: Isha Wayland se hizo pasar por mi y canceló contratos y acuerdos para mi ceremonia nupcial.
-Eso es muy grave- dijo mientras bebía pausadamente un sorbo de café.

Eso me puso los pelos de punta, mis nervios se salieron de sí y no pude más, tome mi bolsa haciendo mucho ruido y tirando un par de cosas que estaban en su escritorio. ¡Qué le den! Estúpido sistema.

Camine molesta por los pasillos con aroma a alcohol, tabaco, sudor, café y otra cosa que hacía de la mezcla asquerosa recordé a todos y cada uno de sus descendientes de la jodida Isha.

Le jodia la vida a uno, me jodia la vida sin razón.

De pronto un parloteo con tres masculinas y peculiares voces que se almacenaban en mi cerebro me alertó.