⤴38⤵

1.2K 121 80
                                    

"Eres la clase de desastre del que me podría enamorar"

-J. L Runner.

[Aidan]

-¿Qué tal está marca? Dice que son realmente buenas.
-Cariño, todas las marcas van a asegurar su éxito, y dirán que son las mejores.
-¿Entonces, que bolsas para levantar la popo de Robin debemos comprar?
-Solo lee, cual ofrece algo más.

Asiento, nunca antes había tenido una mascota, y no tenía idea de todo lo que debes adquirir pasa su cuidado, de pronto una fugaz idea loca se posiciona en mi mente, ¿cómo será comprar todo lo que necesita un bebé?
Me distraigo un poco al pensar en eso, y, un montón de cosas más, hasta que noto que sólo mantengo en mis manos la caja de bolsas, y miro otro lado.
Regreso mi vista a ____, quien está pacientemente observando.

-Estas estarán bien, supongo.- y sonrió para restarle importancia.

-Aidan- comienza a hablar- creo que debimos declinar esa oferta de salida, no era lo mejor.
-¿No quieres salir a un club?
-Realmente no creo que fuera la mejor idea, ir con Alexander, y con Tasha a un club.
-¿crees que es innecesario?
-Creo que es raro.
-Bueno, no somos lo más normal del mundo.- sonrió.

Lo piensa, lo piensa, y sonríe ampliamente.

-Tienes razón.

Continúa echando cosas al carrito de supermercado, lleva muchas cosas para Robin, pero es tan feliz compartiendo el momento, que soy incapaz de decirle que no es necesario el champú para rizos de perro con aroma a bebé.

-Creo que es suficiente.- exclamó emocionada como una niña pequeña.
-Tambien lo creo, bonita.- dije antes de acercarme lo suficiente a ella, y depositar un beso en su frente.
-Pues vamos a la caja, hay que pagar.

Empujamos el carrito por momentos, ella un pasillo, y yo otro, tonteamos, hablamos, reímos.

-Sabes- dice con un tanto de seriedad- Yo creo que son muchas cosas.
-Yo también lo creo- aceptó en cuestión de nada.
-¿Lo crees? ¿Y por qué no me pediste que parará las compras?
-No te iba a contradecir en ese momento- levanto las manos en forma de rendición y luego libero una carcajada.- ¡qué miedo!
-Hey- protesta divertida- se supone que eres mi polo opuesto, debes decirlo.- su cuerpo se junta al mío, y pide a gritos silenciosos un beso, me gusta mirar sus labios, y su magia que ronda en toda ella, así que lo hago, mis labios se unen a los suyos como un imán.

Nos miramos un par de segundos, hasta que miro el fondo del pasillo, estamos parados al principio de un pasillo que huele a talco y aceite de bebé, hay mucho color aquí, estamos en el pasillo de bebés.

Por un momento siento un escalofrío poco común en el desfile previo al 4 de julio. Creo que estoy sudando, y que el corazón ya tiene un problema muy personal con mis costillas, también aseguró que mis pulmones dejaron de recibir aire... Sólo era cuestión de tiempo. ¡Reacciona Gallagher!

-¿Todo bien, Amor?
-Sí, todo en orden. ¿Y tú?- contra atacó, está un tanto nerviosa.
-Creo que deberíamos entrar a curosiar.
-¿Que deberíamos hacer qué?
-Cortar camino para pagar.
-_____, vamos a llegar tarde.

Su sonrisa autosuficiente, y el aire que marca libertad, se expande.

-No me importa llegar tarde, a esa tonta cita.
-¿Enserio?
-Creo que Olvidaste tu curiosidad en el auto.

Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora