Desastrosa Coincidencia. (Aidan Gallagher)

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"No porque el cielo esté nublado, significa que las estrellas murieron"

[AIDAN]

La veo desaparecer frente al pasillo, y mi corazón se escucha por mi boca, supongo que lo mal que la pasaba era por mi culpa.

¡Felicitaciones Gallagher! Las has cagado.

Miro cómo el imbécil que tengo a un lado la mira, con descaro y con atención, se lo que pasa por su cabeza, podría ya mismo romperle la cara.

Chasqueo la lengua provocando que su atención este en mi, lo consigo, pero también consigo una versión diferente de lo que recordaba acerca de él.

Si mirada retadora me incita a soltar unas cuantas palabrotas que lo describan bien, pero diplomática y venenosamente le digo:

-Podrías decirle a Hann, que la Junta de presentación está cancelada.
-¿Y por qué no lo haces tú?
-Porque me acaba de surgir algo, y debo irme.

Esta a punto de escupir algo que se que me hará reír, que tratará de usar un juego de palabras que me haga ver inferior, y aunque este muy lejos siquiera de pensar, me gustaría darle el gusto.

-¡Joven Gallagher!
-Que bueno que te veo Hann, podrías hacer algo por mi- la cara que pone me hace saber que la sonrisa inocente y la mirada coqueta han funcionado.- tengo que salir, así que, mejor posponer la Junta, y así se encuentra ____ en ella.

Asiente dentro de su ensimismamiento, y aprovecho.
Tocó un mechón de cabello fuera de órbita y lo colocó detras de su oído.

-¿harías algo más por mi?
Como cría anonada asiente, pausadamente contesta- claro.

Así señores y señoras, se saca ventaja de lo que posees.

Conduzco por lo menos 25 minutos y tengo como 2 infracciones viales, pero justo ahora, eso no me importa nada, no puedo abandonar mi propia conciencia en lo que pasa por su cabeza, la esta pasando mal, y es a mi causa.

La puerta color caoba resalta gracias al blanco brillante de las paredes, las plantas verdes; muy cuidadas, no pensé que fuera tan grande su departamento, es una chica sola.

¿Acaso vive con alguien?
¿Por eso no acepto salir conmigo?
¿Es parte de su emergencia, o es sólo si ganó con alguna alergia?

¡Vaya Aidan! Sigues soñando como un imbécil.

Me quitó de la cabeza las tantas tonterías que empiezan a ir de un lado a otro.
Mi mano ya se encuentra golpeando la puerta, y entonces ahí aparece ella.

Lleva puesto un bonito y cómodo pantalón de pijama amarillo con figuras de un personaje de caricatura, sus ojos me indican que ha estado llorando, si nariz es como la de el Reno famoso de Navidad, no parece sorprendida de verme, pero creo que va a cerrarme la puerta.

-Hola
-¿Cómo llegaste aquí?
-Necesitaba hablar contigo
-la próxima vez, joven Gallagher, espere que coincidamos en jornada laboral.

Me apena, muchísimo.
Creo que está claro que no quería verme.

Se limpia su nariz con la mano y la sorbe.

-Perdóname.

Sus ojos se llenan aún mas de lágrimas.- No llores, por favor, no lo hagas.

Se nueve dándome acceso a su departamento y camina hasta llegar al sofá, tiene un gran lío ahí mismo, papeles arrugados y tirados por todos lados.

-¿por aquí ha pasado un huracán?- hace una mueca, creo que intentó sonreír, pero le ha salido pésimo.- ¿qué pasa ____?
-Volviste a hablar con Alexander cuando, bueno, ya sabes, cuando nuestra ruptura.
-No, me encantaría decirte que lo hice y que lo seguí frecuentando, pero no fue así, le rompí la nariz y luego, me fui de su vida.

Asiente; ¿lo sabía?

-Eso explica su cambio de nariz, creí que se había sometido a alguna operación.
-¿Lo volviste a ver?
-¡Uf! Lo hice, y lo sigo haciendo.
-ya dejé de entender- mi estómago parece estar en mi contra y se hace un nudo.

Tengo ganas de vomitar y siento la adrenalina que sentí cuando su espesa sangre lleno mi camisa azul nueva.

-No pensé que fuéramos a llegar tan rápido a esta parte de la historia- su risa está vez es sinsera, pero escucho melancolía y se que no va por donde imaginé.

-Bien, te escucho, pero deja de consumir esto ¿sí? Es muy cliché. -Tomó la lata de helado de chocolate y lo cierro mientras sus mejillas se tiñen color rojo carmín. -Te escucho ____.

Su mirada esquiva la mía, mirando a la nada suspira y comienza.

-¿Qué tanto sabes sobre lo que pasó entre nosotros?
-Que Alexander te rompió el corazón- asiente con calma.
-Sí, me rompió hasta el alma, el punto es ¿sabes el por qué?
-comenzó a salir con alguien más.
-Tengo una sobrina
-¡oh! Que bien, Felicidades, pero... ¿Qué tiene que ver esto? - estoy tan confundido con el desvío del tema, que creo que me está tomando el pelo, o me va a jugar una broma.
-La niña se llama Alexandra Wayland.

Mi cabeza tarda unos segundos en procesar, pero creo entender.

-Alexander se casó con mi prima, después de tener a su hija, ella fue la otra chica, ella fue la saga de mi relación.

Sus ojos están brillando por agua que los cubre, su labio esta temblando, y me siento como si me hubieran vaciado una cubeta de agua muy, muy helada.

-¿Te engañó con tu prima?
-Sí, me engaño con quien menos lo esperaba.
-¿Aún sientes algo por él?- mi boca me sabe amarga, y no se si quiero escuchar esa respuesta.
-Para ser sincera, No. Ya no lo quiero, ya no lo extraño, ni siquiera lo odio, simplemente dejo de estar en mis recuerdos, desapareció, pero me da coraje, me da mucho coraje saber que pudo haber sido mi única oportunidad de ser admirada, amada, de ser "correspondida" y fracase. A veces añoramos nuestras equivocaciones.
-No digas eso, el mundo no acabo ahí.
-Sin duda, yo creo que empezó.
-Lo ves, algo bueno de ello.
-Verlo en casa en ocasiones especiales y escuchar a todos murmurar. Puede ser insoportable.
-Es un imbécil.
-Eso no borra nada.
-Quizá no es momento, pero debo decirte algo.
-¿Qué pasa?
-Yo siempre te he admirado, siempre te he querido y siempre te he amado, siempre me gustaste, desde el día 1.

Sus facciones se quedan estáticas, está congelada y sus ojos son abiertos enormemente, se aprecia su color caramelo.

Espero, espero, espero...
Pero no hay más nada.

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-SHS