Isabel García (California) – 12 años
Miguel García (Nuevo México) – 12 años
Guillermo García (Texas) – 9 años
—Ya puedes dejar de estar tan paranoico, obviamente no nos están siguiendo —intentó tranquilizar Guadalupe a Francis mientras se dirigían a la casa de la primera.
El hombre no la había soltado en todo el camino, permaneciendo listo para sí de ser necesario tenía que cargar con ella de nuevo y echar a correr.
En algún momento tuvieron la oportunidad de encontrar un escondite donde Francis pudiera cambiarse de ropa. Generalmente prefería permanecer vestido, pero en esta ocasión su ansia frente a la idea de ser perseguido no se lo permitió.
—Tengo que estar alerta —replicó él echando un último vistazo a sus espaldas—. Es la primera vez que algo como esto sucede.
—Y no creo que sea la última, tarde o temprano iba a pasar, pero eso significa que posiblemente estamos logrando un avance. Prácticamente es la primera vez que nos notan... Seguramente solo querían asustarnos, pero será mejor que estemos prevenidos para la próxima.
Finalmente estaban frente a la fachada de la casa. Guadalupe revisó su reloj de mano al mismo tiempo que extraía sus llaves de un bolsillo.
—Mierda, otra vez se me hizo tarde.
—¿Tus hermanos ya llegaron a casa? —preguntó Francis.
Guadalupe introdujo la llave rápidamente y abrió la puerta, siendo lo primero con lo que se encontró, las miradas furiosas de un par de muchachos de 12 años de edad.
—Sí, llegamos hace más de una hora —dijo Isabel, la mayor de los gemelos.
—¡Hola, hola! ¿Cómo están? —saludó Guadalupe intentando aminorar la carga de esas palabras con un saludo amistoso.
—Dijiste que hoy nos recogerías en la escuela —reclamó Miguel, el segundo hermano, dando por sentado que no respondería a su bienvenida.
La chica suspiró resignada y terminó por cerrar nuevamente la puerta una vez que Francis hubo entrado. Se volvió nuevamente a los niños y se preparó para disculparse.
—Sí, sí, lo sé. Pero tuvimos un problema en la huelga, nos desviamos y al final no pudimos tomar el transporte público. De verdad lo siento.
—Los miércoles son tus únicos días libres, deberías utilizarlos para al menos recogernos —insistió Miguel.
—Les prometo que lo haré el resto de los miércoles, ¿sí? Ahora, ¿dónde está Memo?
—Está viendo tele en tu cuarto —respondió la chica.
—Perfecto, vayan con él. Avísenle que ya llegué y vean la tele hasta que los llame para comer, ¿entendido?
Los chicos rodaron la mirada irritados, pero finalmente terminaron por obedecer.
—Ew... Realmente vives como si fueses la madre de tres hijos.
—Gracias, Francis, siempre sabes que decir —respondió Guadalupe sarcásticamente mientras se llevaba los dedos al entrecejo con frustración—. Pero como sea, ¿qué sigues haciendo aquí? De verdad me sorprende como mis hermanos están tan acostumbrados a verte seguirme a todas partes que ni siquiera se sorprenden ya de que vengas.
—Ah, claro. Respecto a eso... ¿Crees que pueda quedarme a comer? Estoy algo corto de dinero y... eso.
Guadalupe lo miró con seriedad, pero finalmente terminó por dejar escapar un suspiro resignado frente a la nerviosa sonrisa de su amigo.
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Huelgas Mágicas en el Gabacho [𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖 - 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙘𝙖𝙡 𝙎𝙩𝙧𝙞𝙠𝙚]
Фанфик𝗣𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮𝘀: USAMex, FrUK Francis, un inmigrante francés, acompañado de su mejor amiga Guadalupe, una chica mexicana nacionalizada en los Estados Unidos, peleará por rescatar a aquel que llama "el amor de su vida" de las garras de una terrible em...