Feliciano Vargas (Italia) – 22 años
Lovino Vargas (Romano) – 22 años
Elizabeta Héderváry (Hungría) – 32 años
Roderich Edelstein (Austria) – 30 años
Michelle Morel (Seychelles) – 19 años
—Ah... Tengo hambre. ¿Cuánto falta para el descanso? —se quejaba Feliciano desparramándose en la silla de su cubículo en la oficina.
—Fratello [hermano], deja de fastidiar y haz tu trabajo —replicó el chico, su hermano mayor, quien trabajaba a un costado suyo y se veía notoriamente irritado por aquellas quejas—. La semana pasada nos causaste problemas porque no terminaste tus reportes a tiempo.
—Pero tú también entregaste tarde esos reportes, ¿no fue así, Lovino? —preguntó Elizabeta suspicazmente, la mujer que trabajaba frente suyo.
—Tsk... ¡P-pero eso fue por razones totalmente justificables! —intentó excusarse el mencionado con el rostro teñido de vergüenza mientras escuchaba a su hermano reír silenciosamente al lado suyo.
—Dejen de discutir —los interrumpió Roderich, el esposo de Elizabeta—, justamente es la 1 en punto. Podemos ir a nuestro descanso —agregó levantándose de su asiento.
—¡Yeiii! Me muero de hambre —festejó Feliciano levantándose también casi al instante.
Elizabeta también se puso de pie, pero antes de dirigirse a con los hermanos se detuvo a un costado de Michelle, la compañera que trabajaba a su lado. Era la última empleada que se encontraba en el cubículo con ellos y la más joven del grupo, ciertamente. Sin mencionar que era su primer día trabajando para la compañía.
—Michelle, ¿quieres venir con nosotros? —le preguntó entonces.
—¿Eh? Oh, claro. Gracias por invitarme. Por supuesto que si —asintió ella con entusiasmo.
—Siempre es un placer comer con una chica tan linda —le hizo saber Feliciano a modo de coqueteo.
Michelle rio divertida por el comentario mientras se ponía de pie y desempacaba su almuerzo.
—¿Qué es lo que comerán? —les pregunto a los hermanos—. Eli me dijo que ustedes preparan su propia comida, ¿es cierto?
—Feli y Lovino son muy buenos cocineros, pero son algo perezosos a veces —explicó Elizabeta.
—Traje pasta congelada —dijo Feliciano con una sonrisa.
—Yo pizza congelada —añadió Lovino con cierta indiferencia.
—¿Por qué congeladas? —preguntó Roderich frunciendo el ceño.
—Olvidamos descongelarla por la noche y teníamos que salir temprano de casa por la mañana —explicó el hermano menor algo decaído.
—Pero prefiero comer pizza congelada a no comer nada así que no me importa —dijo el otro.
Habiendo dicho eso se dirigieron hacia el elevador, pero antes de que entrasen Michelle se detuvo.
—Esperen un segundo, ¿qué hay del Sr. Kirkland? ¿No viene con ustedes?
—Oh... Usualmente lo invitamos —comenzó a explicar Elizabeta—, pero...
—El hijo de puta nos ha ignorado por completo desde hace una semana —interrumpió Lovino.
—Siempre nos rechaza —agregó Feliciano con un dejo de tristeza.
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Huelgas Mágicas en el Gabacho [𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖 - 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙘𝙖𝙡 𝙎𝙩𝙧𝙞𝙠𝙚]
Hayran Kurgu𝗣𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮𝘀: USAMex, FrUK Francis, un inmigrante francés, acompañado de su mejor amiga Guadalupe, una chica mexicana nacionalizada en los Estados Unidos, peleará por rescatar a aquel que llama "el amor de su vida" de las garras de una terrible em...