Capítulo 21: Ilegalidad

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No estaba de más mencionar que el resto de los presentes se encontraban estupefactos con la escena (aunque sinceramente por parte de Lovino era un poco diferente, él realmente parecía estar disfrutando bastante aquel drama de alta tensión).

—¡Tú no sabes absolutamente nada de mí y no tengo porque darte explicaciones de la situación en la que me encuentro! —rugió Guadalupe demostrando muy claramente su furia mientras Arthur apenas y alcanzaba a ordenar sus pensamientos para entender que acababa de suceder—. ¡Entiendo perfectamente que todos aquí tenemos nuestros propios problemas, pero eso no te da el derecho de hablarme de esa manera! ¡Al contrario! A sabiendas de que a todos nos está yendo del asco, deberíamos intentar ser amables para aminorar la carga que seguramente cualquiera podría tener sobre sus hombros. Así que solo cierra la puta boca, maldito imbécil malagradecido.

Y dicho eso finalmente lo soltó, acompañándolo de un breve empujón para que se apartara de sí.

Arthur, al igual que los demás, se encontraba perplejo, pues en lo absoluto se esperó esa clase de reacción de su parte, mucho menos ser atacado con semejante fuerza; sin embargo, mientras procesaba el dolor y hacía conciencia de que estaba sangrando, consiguió reflexionar sobre las palabras que pronunció y realmente comenzó a arrepentirse. No tenía voz para quejarse, esa chica tuvo toda la razón para molestarse por lo que le había dicho.

No obstante, hubo cierta palabra que mientras meditaba consiguió desconcertarlo un poco...

"Malagradecido" lo había llamado.

Realmente la confusión que le provoco aquel insulto en específico fue bastante, ya que no comprendía a que había venido, pues ¿en qué momento ella había hecho algo por él como para considerarlo un malagradecido? Desafortunadamente no existía el más mínimo espacio en esa escena como para que el hombre se permitiera saciar su curiosidad preguntando la razón del uso de aquel peculiar adjetivo.

Tuvo que resignarse a dejarlo pasar, al final de cuentas, ¿qué tan significativo podía ser? Seguramente la chica decidió insultarle con lo primero que se le vino a la cabeza. Lo único que necesitaba hacer inmediatamente antes de que fuera demasiado tarde era disculparse, y como el caballero que se suponía y se consideraba, no podía perder más tiempo para proceder a ello.

—Y-yo... t-tienes razón, lo lamento mucho —terminó por decir.

Guadalupe lo miró de reojo, pero se mantuvo en silencio. La verdad es que no fue en lo absoluto su intención reaccionar de esa manera tan impulsiva, en otras circunstancias seguramente no lo habría hecho, pero era de suponer que en la situación de semejante estrés en la que se encontraba no conseguiría controlar su nivel de tolerancia y paciencia lo suficiente como para detenerse a pensar en sus acciones.

Lo había golpeado realmente fuerte, no con todas sus fuerzas, pero si las suficientes como para que incluso sus propios nudillos le dolieran. Quería disculparse también, pero Arthur no le dio el tiempo.

—Lo siento —insistió él—, apenas te conozco y te he hablado de esa manera, soy un asco de persona...

—N-no lo eres —refutó ella evidenciando su arrepentimiento—. Seguramente tienes que tener tus razones, solo intenta pensar antes de hablar —añadió, aunque no se sentía con mucho derecho de pedirle algo como eso—. Sé que debe ser difícil, pero tratemos de ser conscientes de que los que se encuentran en nuestra misma situación no son en lo absoluto culpables de las cosas malas que nos sucedan.

—Si, si, lo entiendo. Yo de verdad... Ugh, no lo sé. No puedo pensar bien las cosas, llevó días sin dormir, sin comer correctamente. Nada de esto es una justificación a lo que te dije, es solo que yo...

Huelgas Mágicas en el Gabacho [𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖 - 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙘𝙖𝙡 𝙎𝙩𝙧𝙞𝙠𝙚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora