Tras haber llegado a aquella aterradora conclusión, Francis no había podido parar de hiperventilar. Simple y sencillamente se sentía en extremo culpable por haber permitido que la situación llegase tan lejos siendo ahora consciente del semejante peligro que significaba para su amiga.
Durante todo ese tiempo, Arthur había intentado tranquilizarlo en vano, pues Francis no era capaz de escuchar razones, su frustración de verdad lo estaba consumiendo.
—¡Muy bien, es suficiente! —remató Arthur al colmó de su paciencia no teniendo más remedio que recurrir a soltarle una bofetada para conseguir su atención—. ¡Basta, Francis! ¡Pon los malditos pies en la Tierra y escúchame de una jodida vez!
—¡Oye, auch!
—Entiendo que estés ansioso justo ahora, en tu lugar yo también lo estaría y mentiría si quisiera afirmar que personalmente no estoy también preocupado por ella, pero tenemos que guardar la calma y ser astutos, prepararnos y no actuar impulsivamente, ¿entiendes?
—C-claro...
—Creo que lo más conveniente de momento es que no nos vean juntos —prosiguió Arthur meditando por un momento mientras Francis se sobaba el golpe del rostro—. Si Michelle ya conoce nuestras identidades es evidente que nos estarán vigilando a ambos, así que si dejan de verte conmigo probablemente terminen convenciéndose de que de verdad me dejaras en paz y que de una vez por todas acatarás las órdenes de Ivan.
—Ay, por favor no me digas que fue la única noche que pasaremos juntos.
—Déjate de tonterías y toma esto —gruñó el otro mientras le entregaba un poco de dinero que acababa de extraer de un cajón—. No es mucho, pero te servirá para quedarte al menos una semana en un hostal. Nos las arreglaremos para continuar comunicándonos y mientras tanto idearemos un plan. Arreglemos todo y en un momento llamaré un taxi para ti.
Francis no tuvo más remedio que acatar esas órdenes y fue así que ambos se pusieron en marcha.
Al otro lado de su colonia, se encontraba el humilde señor Honda preparándose para descender del vehículo que lo había llevado hasta su destino; el hotel donde se estaba hospedando. Aun se encontraba disfrutando de sus ya un tanto largas vacaciones en los Estados Unidos y el tiempo que llevaba ahí le ayudó tanto a conocer las maravillas como las atrocidades de un país tan rico y a la vez tan pobre como ese.
La verdad es que ya se encontraba algo cansado, no podía decir que la irreverencia de sus habitantes o la extravagancia de su cultura fuera algo que lo hiciera sentir del todo cómodo, así que sabía que pronto daría por terminado ese viaje.
Su taxista le indicó rápidamente la cantidad a pagar y Kiku Honda se dispuso a entregar el dinero. No obstante, en cuanto alzó la vista y se encontró con la mirada de su chofer, sus ojos se abrieron de par en par.
—¿Qué no es usted...? ¡Si! Lo reconozco. Es usted el mismo taxista que me llevaba al Museo de la Ciudad unas semanas atrás, cuando aquella molesta huelga se interpuso en nuestro camino. ¡Que coincidencia encontrarlo otra vez! —exclamó con entusiasmo.
—Lo siento, señor, al día trato con cientos de clientes y me cruzó con cientos de huelgas —replicó el hombre con prisa—, no sería capaz de recordar a uno en específico.
—E-entiendo, claro... —asintió Kiku enseguida con un dejo de decepción—. ¡Bueno, aquí tiene! Y muchas gracias por... Por su trabajo.
Apenas entregó el dinero, Yao lo arrebató de sus manos y arrancó el motor, dejando al señor Honda con las palabras en la boca.
Yao detestaba el Distrito, detestaba a sus habitantes y detestaba su rango de Arcángel. Pero aun así, perteneciendo al rango más bajo de la categoría más baja, seguía siendo uno de los oficiales más cercanos al Serafín al mando, ya que a diferencia de sus compañeros Principados, él tenía la obligación de tratar de manera aún más cercana con los seres humanos para compartir de manera directa y de primera mano, la información hacia Ivan.
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Huelgas Mágicas en el Gabacho [𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖 - 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙘𝙖𝙡 𝙎𝙩𝙧𝙞𝙠𝙚]
Fanfic𝗣𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮𝘀: USAMex, FrUK Francis, un inmigrante francés, acompañado de su mejor amiga Guadalupe, una chica mexicana nacionalizada en los Estados Unidos, peleará por rescatar a aquel que llama "el amor de su vida" de las garras de una terrible em...