Gilbert y Ludwig se encontraban ya en las puertas de la empresa vigilando el vehículo que acababan de llamar, una lujosa limusina de un color negro impecable e imponente. Lud revisó su reloj, faltaban 30 minutos para la hora acordada.
—Ugh... Ojala alguien ya haya encontrado su teléfono, ¿no crees? —escuchó entonces decir a su hermano mayor.
Inmediatamente se giró a verlo olvidándose por completo de su reloj viéndose bastante consternado por aquel comentario. Casi enseguida se dispuso a cuestionarle.
—¿De que hablas? —le preguntó.
—Oh... Su teléfono —respondió el otro con tranquilidad—. ¿Recuerdas que el jefe nos dijo que nos deshiciéramos de él?
—Pues si, pero... Gilbert, ¿qué hiciste?
—¿No te lo había dicho? Me aseguré de dejarlo encendido antes de dejarlo en el basurero de Jones Corp.
—¡¿Qué?!
Para este punto Ludwig se encontraba realmente consternado pues no podía creer que su hermano hubiera hecho cosa semejantemente peligrosa y mucho menos le era posible entender como podía tomárselo con tanta calma.
—Con suerte alguien lo encontrara y tarde o temprano darán con ella —continuó Gilbert—. Quiero decir, seria raro si no la reportaran como desaparecida frente a la manera en que este tipo la esta obligando a perder comunicación con el mundo exterior, ¿no crees?
—¡Nadie lo hará! —lo enfrentó Lud impaciente—. Recuerda que la investigamos, ¡no tiene familia en el país! ¿Ya lo olvidaste o que? Sus únicos parientes eran los niños a los que ayudamos a secuestrar y su única relación fuera de eso es el hombre al que estamos saboteando, el cual sabes que cualquier cosa que intente respecto a la chica será tomada como una amenaza por parte del jefe y probablemente nos envíe a nosotros mismos a deshacernos de él.
—¡Pero vamos! ¡Es imposible que no tenga mas relaciones fuera de ese hombre y sus hermanos! ¿no es verdad? Quiero decir, es una chica bonita y es joven, tiene que tener por ahí un amigo o dos o un novio o dos, ¿no?
—Gilbert, la pobre trabaja de sol a sol para poder mantener a 3 niños, ¿de verdad crees que tiene tiempo para esas cosas? Tan solo mírate en un espejo, nuestra situación no es muy diferente, ¿sabes?
—Tienes un punto...
—Como sea, de verdad no puedo creer que hayas hecho eso. ¿Tienes idea de lo que puede pasarnos si ese niño descubre que lo desobedeciste?
—Agh, no tiene porque enterarse —renegó el mayor rodando la mirada con fastidio—. Además, tú lo has dicho, si no tiene mas relaciones, ¿quién carajo va a encontrarla? Comienza a considerar esto como un intento fallido por rescatar a esa inocente del infierno de mierda donde la metimos.
Y la verdad es que tenía razón, al menos de momento no parecía que hubiera una razón de peso por la cual debía de alarmarse tanto así que pensó que lo mejor sería dejarlo pasar.
Para esos momentos Elizabeta y Michelle ya estaban a punto de llegar a la azotea acompañadas en esta ocasión de Guadalupe. Grande fue su sorpresa tras abrir las puertas que además de sus tres compañeros frecuentes, un cuarto se les había sumado. Y ese tipo extra era nada mas y nada menos que el mismísimo Arthur.
—¡Ah! ¡Sr. Kirkland! —exclamó Michelle viéndose bastante entusiasmada—. ¡Nos acompañó esta vez!
No obstante, el "Sr. Kirkland" no tuvo tiempo de responder a aquel amigable saludo, pues su atención se enfocó primera y únicamente en Guadalupe, quien se vio bastante intimidada por aquella penetrante mirada.
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Huelgas Mágicas en el Gabacho [𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖 - 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙘𝙖𝙡 𝙎𝙩𝙧𝙞𝙠𝙚]
Fanfic𝗣𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮𝘀: USAMex, FrUK Francis, un inmigrante francés, acompañado de su mejor amiga Guadalupe, una chica mexicana nacionalizada en los Estados Unidos, peleará por rescatar a aquel que llama "el amor de su vida" de las garras de una terrible em...