Capítulo 31

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Siena se encontraba sentada en la biblioteca, mirando la pared de enfrente sin verla realmente. Llevaba varias noches de infarto, de no parar, revisando documentos y haciendo cálculos. Había hablado con meteorólogos que indicaban que no tardaría en terminar la tormenta, aunque después de sus últimas predicciones que les daban cinco noches antes de la ventisca actual que, finalmente les había sorprendido de caza, lo cierto era que se fiaba más bien poco de ellos. Sin embargo, había que organizar la partida que su hermana requería para recoger víveres para esas celebraciones. No había podido negarse y menos después de lo mal que lo había pasado al borde de la muerte y cuando fue consciente de todo lo ocurrido. Así pues, si hacía caso a los supuestos expertos, tenía tres o cuatro noches para organizarlo todo.

Si iban y venían rápido, por el poco tiempo que tenían para la celebración de Loira y de su unión, podrían estar de vuelta en cuatro jornadas, a tiempo para las fechas previstas por su hermana para todo. Al final se había plegado a sus deseos. Había aceptado fijar la fecha de su enlace la noche siguiente a su fiesta de agradecimiento, había aceptado no ir en la partida con sus cazadores, quedándose en la ciudad y había aceptado también hacerse el vestido nuevo para la ocasión. Tenía vestidos muy bonitos y que estaban nuevos por la falta de uso, pero a Loira no le había valido. Quería un vestido que eclipsara todos los demás que ella tenía en su armario, daba igual que la mitad de ellos estuviesen sin estrenar y nadie los hubiese visto jamás.

— Siena, ¿estás bien? —preguntó Urai— Te veo distraída.

— Lo siento. Sí, estoy bien. Me he quedado un momento en blanco. Me faltan algunas horas de sueño, la verdad —suspiró cansada, recostándose contra el respaldo de la silla.

— Bueno, lo podemos dejar por hoy y te vas a descansar. Mañana tenemos una reunión con Maissy donde nos informará de sus avances. Con suerte no tendré que volver a rebuscar más información —contestó él estirándose en su silla y mostrando que también estaba cansado.

— Están siendo noches intensas con el trajín de la fiesta de Loira y lo que ha planeado para nuestra unión. Y a todo eso, hay que sumarle que sigo siendo la jefa de los cazadores y debo organizarles, así como aprender mi papel como regente. Aunque, más bien, estoy improvisando todo sobre la marcha —dijo ella resignada.

— Lo estás haciendo bien. Además, tampoco te está exigiendo tanto como creías —rio Urai.

— Tienes razón, es la locura de mi hermana la que está acaparando más tiempo. Todo este jaleo de su fiesta y la nuestra, los detalles que conllevan y el trabajo que acarrean... Si no fuese por todo esto, estaría siendo una semana un poco más ajetreada de lo normal en época de tormenta —estuvo de acuerdo ella, encogiéndose de hombros y suspirando, resignada.

— Quiere celebrar por todo lo alto que sigue viva. Incluso ha invitado a los dirigentes del Sol.

— Sí, lo sé. Me lo dijo Elster. Intento no ir a hablar con Loira todas las veces que ella me hace llamar porque, si no, no haría otra cosa que estar allí y ya me produce migraña el solo pensar en ir de nuevo. Me tiene la cabeza loca. Si quiere invitarles, que les invite. Tampoco me parece mala idea, la verdad. Estuve de acuerdo cuando mi tía me contó la propuesta inicial de Loira.

— Puedes acusarme de que pienso mal de ella, no me ofenderé, pero creo que, lo de invitarles, lo hace para mostrar su poderío —bromeó Urai, riéndose.

— Posiblemente no vayas desencaminado. Dice que los invita a su celebración porque está feliz de haber sobrevivido, quiere festejarlo e informar a la vez al reino contrario de que es fuerte y no es tan fácil de matar. No oculta realmente sus intenciones, creo yo, las camufla. Es lo mismo con nuestro enlace, que lo quiere justo la noche siguiente para que no se marchen los del Sol. Afirma que los quiere aquí para presentarme como la nueva diplomática y facilitar la toma de contacto y la transición de un diplomático a otro. Pero ambos sabemos que eso a ella le da igual. Son dos celebraciones seguidas por todo lo alto. Por eso, cuando dices que lo hace para mostrar su poderío, estoy de acuerdo conmigo. De hecho, creo que todo el mundo piensa igual. Nunca hemos realizado ceremonias de agradecimiento a la Madre en las que se les invite y solo se les manda invitación para las uniones de las reinas o su hija y heredera. O quiere mostrar lo poderosa que es como reina y lo poderosos que somos como civilización o, simplemente, está terriblemente aburrida y necesita una distracción.

La Profecía Incumplida I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora